Se trata de un hombre de 69 años, que estuvo preso dos veces por el mismo delito. Lo arrestó la Policía de la Ciudad en un farmacia de Recoleta con una credencial falsa. La Justicia lo benefició con la salida de la cárcel por la pandemia del coronavirus
Casi 16 años después de haber estado preso por hacerse pasar como inspector de la AFIP para extorsionar comerciantes en la Ciudad de Buenos Aires, Marcelo Eduardo Curry -un pensionado marplatense de 69 años- volvió a ser detenido exactamente por el mismo delito. En esta oportunidad, efectivos de la fuerza porteña lo arrestaron en Recoleta mientras intentaba engañar y estafar a la empleada de una farmacia para no hacerle una multa.
Fuentes policiales indicaron a Infobae que el falso inspector del organismo tributario cayó poco después de intentar el golpe en la farmacia “Soy Rosedal”, ubicada en la avenida Callao.
Allí, Curry se presentó como supuesto inspector supervisor de la AFIP y comenzó a pedirle documentación tributaria a la víctima. Como la trabajadora de la farmacia no lo hizo, el estafador le exigió 60.000 pesos para no labrarle un acta.
La mujer, sin embargo, no cedió y se negó a caer en la extorsión. En su cara, le advirtió que llamaría al 911. Al ver que esta vez su plan no salía como en otras oportunidades, Curry salió rápidamente del local para escapar. Sin embargo, no llegó muy lejos y finalmente fue detenido por personal de la Comisaría Vecinal 2 B de la Policía porteña a unas cinco cuadras de la farmacia, sobre la calle Paraná al 1000, luego del aviso de los comerciantes de la zona.
Según investigadores, el sospechoso tenía en su poder una credencial apócrifa con la leyenda de la AFIP. Luego del arresto, los investigadores descubrieron que días atrás, Curry se presentó en diferentes comercios de la avenida Santa Fe y Pueyrredón, en el mismo barrio de la Ciudad, en donde llevó adelante el mismo mecanismo: presentarse como empleado público, pedir documentación tributaria, acusar a las víctimas por una supuesta irregularidad fiscal y exigirles después dinero para no multarlos.
El hombre quedó a disposición del juez Mariano Iturralde, titular del Juzgado Nacional Criminal y Correccional Nº 58, acusado del delito extorsión.
Curry, en fotos de sus redes sociales tras salir de la cárcel durante la pandemia
Las entradas y salidas de la cárcel
En agosto de 2008, Curry recibió la confirmación de su procesamiento con prisión preventiva a cargo de la Sala I de la Cámara Federal, por aquel entonces bajo control de los jueces Eduardo Freiler y Eduardo Farah, quienes ordenaron que estuviera preso hasta el juicio oral. El delito fue el mismo por el que cayó esta semana.
De acuerdo con el fallo citado en las crónicas periodísticas de ese año, a Curry le imputaron haber intentado extorsionar el 13 de junio anterior a los responsables del restaurant Pizza Banana, ubicado en Rafael Obligado y La Pampa, en la Capital Federal. Allí se presentó como “personal de la AFIP con el objeto de realizar una inspección”.
Los encargado del restaurante recordaron que no era la primera vez que el estafador actuaba en contra de ellos. Según declararon, el 1 de julio de 2006 habría efectuado la misma maniobra. Al darle aviso a la AFIP, el ente recaudador constató que la credencial que exhibía era trucha: estaba a nombre de otra persona aunque llevaba su fotografía.
Poco después, Curry fue condenado con una pena de ejecución condicional.
La credencial apócrifa de Curry descubierta en su última estafa
En abril de 2020, los camaristas Jorge Luis Rimondi, Pablo Jantus y Eugenio Sarrabayrouse analizaron un nuevo planteo del defensor oficial de Marcelo Eduardo. Se encontraba desde julio de 2019 vuelta en una cárcel federal, preso en Marcos Paz, trabajando por el sueldo tumbero para tareas menores, como siempre, por el delito de uso de documento público falso en concurso ideal con estafa en grado de tentativa, elevado a juicio por una causa que databa de 2015. En el medio, en 2016, volvió a registrar una nueva causa penal.
Curry intentaba salir de la cárcel por la pandemia del coronavirus. Los camaristas notaron que ya había sido condenado y que, si recibía una pena, esta vez sería de cumplimiento efectivo. Marcaron que fue declarado rebelde en dos ocasiones. Efectivamente, Curry integraba la lista de presos de riesgo, confeccionada por la Dirección Nacional del Servicio Penitenciario Federal.
“El imputado lleva poco más de ocho meses y medio de prisión preventiva y que no resulta posible la fijación de fecha de juicio a la brevedad, en virtud de la situación de emergencia sanitaria que es de público conocimiento”, marcaron los jueces en su fallo. Así, le concedieron la excarcelación,
Poco después de salir del penal, Curry comenzó a postear selfies en una cuenta de Facebook, con el barbijo puesto y la nariz expuesta. Años más tarde, con la pandemia terminada, volvió a caer preso por el mismo truco de siempre.
Por Federico Fahsbender y Miguel Prieto Toledo-Infobae