Por qué se cerró la causa de los jueces que viajaron a la mansión de Joe Lewis en el Sur.
En las fiestas del año pasado, los protagonistas del viaje a Lago Escondido, los jueces Julián Daniel Ercolini, Carlos Alberto Mahiques, Pablo Yadarola, Pablo Gabriel Cayssials, el procurador porteño Juan Bautista Mahiques, el ex ministro de Seguridad de la Ciudad, Marcelo D’Alessandro, el ex agente de la SIDE Leonardo Bergroth, el agente publicitario Tomas Reinke, y los ejecutivos del Grupo Clarín, Pablo Cassey y Jorge Rendo, vivieron un brindis amargo. Unos meses antes se había publicado la noticia de su polémico viaje al Sur y luego, tras un hackeo al celular del ministro D’Alessandro, se descubrió que intentaron montar una justificación económica con facturas para evitar problemas.
Pero ahora, un año después, en las fiestas tuvieron un motivo para celebrar: el juez Sebastián Ramos anuló el expediente por haberse iniciado por “una actividad de seguimiento irregular” y apuntó contra la Policía de Seguridad Aeroportuaria.
“Ha quedado demostrado en autos que existió una actividad de seguimiento irregular que contó con la intervención de una Fuerza de Seguridad y otros organismos del Estado, y que las intromisiones injustificadas que formaron parte de ese accionar ilegal derivaron en la vulneración del derecho a la privacidad de quienes han sido denunciados”, escribió el juez Ramos, y agregó que “se produjo información, que fue brindada públicamente por redes sociales -tal como la imagen del manifiesto de vuelo publicado en Twitter-, y que terminó dando lugar a notas periodísticas replicadas en diversos medios”.
Por el hackeo a D’Alessandro se dispararon diferentes expedientes, entre ellos también el juicio político a los jueces de la Corte Suprema y también la propia investigación del hackeo que tiene detenido al ex policia Ariel Zanchetta, acusado de espionaje, junto con Fabián “Conu” Rodríguez y Rodolfo Tailhade.
La mansión de Lago Escondido, propiedad del magnate inglés Joe Lewis, es administrada por Nicolás Van Ditmar, que en los últimos años la comenzó a poner a disposición de lobbistas para hacer trabajos de relacionamiento y vinculación con empresarios, políticos, jueces y personas destacadas de la sociedad. El viaje que se conoció a Lago Escondido no representa una excepción, sino la norma.
Por Rodis Recalt-Revista Noticias