Misiones Para Todos

Las confesiones de la joven que pasó de un pueblo de 3.000 habitantes a filmar escenas hardcore en la meca del porno

Ana Decker se dedica a generar contenidos triple x desde hace dos años. Cómo fueron sus inicios y la experiencia en Europa. Cuánto puede ganar en un mes de trabajo

Ana Decker aparece en la videollamada con Infobae con unos anteojos grandes que le cubren gran parte del rostro, cara lavada y ropa deportiva. Sonríe, saluda y se dispone a contar su historia. Nada detrás de esa imagen haría pensar que se trata de una actriz porno de experiencia que incursionó en el sexo hardcore desde hace dos años.

“Soy una clásica gringa de pueblo”, admite la chica de 30 años de tez muy blanca, pelo rubio natural y con los costados de la cabeza rapados. Ana nació en un pueblo del interior cordobés de 3.000 habitantes. Prefiere no decir cuál es la localidad. Además, su nombre no es el que aparece en el DNI. “Al menos no es el completo”, explica.

Ana Decker paso un año en el sur de Argentina cuando dejó la Facultad de Psicología en Córdoba (@freyjaxtreme)

La chica de pueblo

A los 18 años, cómo la mayoría de las chicas de su pueblo, Decker viajó a la capital provincial para estudiar. Eligió psicología. En la facultad, hace un poco más de una década era una clásica estudiante y empezó a sumarse a las marchas feministas que nacieron luego del Ni una menos en el 2013.

“Ahora siento que era una feminazi”, revela sin pudor sobre la etapa anterior de su vida. “Era todo muy cerrado y dogmático. y me cansó el feminismo -explica la joven rubia-. Me peleé con mucha personas por eso. De hecho tenía peor relación con mi familia en mi etapa feminista que ahora que soy actriz porno”.

Ana dejó la carrera y se tomó un año para pensar cómo seguir su vida. Se fue un año a vivir al sur junto a los lagos y las montañas patagónicas. “Necesitaba ese tiempo para pensar cómo iba a seguir mi vida. Lo requería para lograr cierto equilibrio y placer en lo cotidiano”, sostiene de aquellos momentos.

Ana Decker en una producción erótica que subió a sus redes sociales (@freyjaxtreme)

“Abrite un OnlyFans”

Decker volvió a Córdoba capital. “En esa etapa empecé a incursionar en el sadomasoquismo. Sentía cierto placer en sentir dolor en el cuerpo. Hoy eso ya no me pasa. Fue mi primer acercamiento a ese tipo de experiencias”, recuerda la chica.

Su grupo de amigos le insistía que vendiera contenidos eróticos por las redes sociales. “Abrite un OnlyFans”, de decían en cada juntada en la que solía correr el clásico fernet con coca cordobés. El tema empezó a resonar en la cabeza de Ana cada vez con más fuerza. “Y si esa es mi salida laboral”, se preguntaba muchas veces mientras caminaba sola por las calles de Córdoba.

“Lo primero que hice fue vender contenidos por Telegram. Y no me fue mal. Los videos se vendían y subían mis seguidores”, explica.

El día que el pueblo lo supo

El siguiente paso fue entrar a PornHub. Ana viajó a Buenos Aires y grabó una serie de videos en colaboración con otros creadores y creadoras de contenidos porteños. La plataforma le dio mucha visibilidad y enseguida sus imágenes llegaron a su pueblo. “Fue casi en forma instantánea. Se publicaron las imágenes y se enteraron todos - explica Ana-. Nunca hubo violencia contra mi familia, pero si comentarios”.

Ana lleva una vida sana y casi no sale de noche (@freyjaxtreme)

Un tiempo después, Ana volvió al pueblo. “Siento las miradas, pero nadie se anima a decirme nada sobre el tema. Sólo vuelvo para ver y estar con mi familia”, explica Decker.

Ana le contó a sus padres que aceptaron su decisión. “A nadie le gusta que su hija o hijo haga este tipo de trabajo, pero me ven bien. Entonces no se hicieron demasiado problema”, sostiene la chica.

Ana también se abrió una cuenta de OnlyFans y desde allí chatea en forma personal con sus potenciales clientes. “No tengo asistentes, soy yo la que les responde. A veces dicen cosas subidas de tono, pero no me parece mal. Yo les ofrezco un tipo de videos que bueno eso es lo que general. Igual, intento cortar esos diálogos rápido si es que no van a comprar contenidos”, sostiene.

Una selfie casual de Ana en su departamento de Córdoba (@freyjaxtreme)

La vida cotidiana de una actriz porno

Su dinámica diaria se basa principalmente en la atención de sus redes sociales. “Es lo que me lleva más tiempo. Chatear y ofrecer mis contenidos. Una vez cada dos meses viajo a Buenos Aires a grabar contenidos en colaboración. En Córdoba hay muy pocos creadores y se hace difícil”, cuenta Decker.

En los últimos tiempos, Ana se dedicó al porno hardcore. “Lo más común son escenas con dos o más hombres. En este tipo de contenidos hay que exponer mucho el cuerpo. A veces me quedan algunos dolores tras las jornadas de grabación. Pero es lo que más se vende”, admite Decker.

La joven casi no hace videollamadas por OnlyFans o Telegram. “No es algo que me guste mucho hacer. Si me lo piden lo cobro muy caro porque me tiene que tentar - se sonríe Ana, mientras lo cuenta-. Puedo cobrar hasta 100 dólares a los extranjeros y 50.000 pesos si son argentinos”.

Ana Decker filmó en Praga escenas con 4 y 6 hombres (@freyjaxtreme)

Viaje a la meca del porno

Ana, también, tuvo su minuto de fama en el porno más industrial. Un director de República Checa la vio en PornHub y le propuso filmar algunas escenas en Praga, una de las mecas del porno más duro. “Fui sin dudarlo. Era una oportunidad única”, sostiene.

Viajó por 10 días a Europa muy entusiasmada con lo que iba a vivir. “Es otra historia. Nada que ver a la creación de contenidos que hacemos la mayoría acá con un celular y casi sin producción”, explica Decker. En Praga la esperaban escenas con 4 y 6 hombres en una secuencia muy cansadora en varios días de trabajo.

“Ahí vi muchas cosas complicadas. Desde drogas hasta hombres que se inyectaban viagra en el pene para poder filmar durante varias horas”, revela sin filtro Ana.

Ana Decker sueña con tener su propia productora de contenidos (@freyjaxtreme)

Decker tiene pareja. De hecho, se escucha una voz fuera de escena que hace comentarios y Ana corre la vista de la cámara y sonríe enamorada. “Me conoció así y me acompaña en mi vida personal y laboral”, cuenta la chica.

Luego de su paso por el porno hardcore, Decker intenta armar su propia productora en Córdoba. “Mi idea es ir hacia un contenido más sensual. Explícito, pero con otra sensiblidad”, sostiene la chica. Para eso, hará castings para encontrar hombres que puedan hacer este trabajo.

El sueño de la productora propia

¿Qué busca en un actor porno? Tiene que haber química, pero no existe la idea de que la actriz se enamora. “Hay códigos muy estrictos en ese tema. En general, la química pasa por llegar a horario, por tener los análisis de sangre al día para grabar y por cumplir con lo que se pacta con antes de prender la cámara”, explica Ana.

Lejos de la imagen de reviente del porno, Ana lleva una vida muy común. Casi no sale de noche, ni va a los bares. “Eso forma parte de mi pasado. Ahora me levanto muy temprano y me acuesto antes de las 23 casi todos los días - cuenta la chica-. Hago aikido que es un arte marcial que logra equilibrarme en todos mis pensamientos”.

Ana también derriba mitos sobre los ingresos de las actrices porno. La joven cuenta que tiene un contador y está inscripta en ARCA como monotributista. “Con este trabajo se puede ganar de mínima unos 1.500 dolares. Pero si le ponés muchas horas de trabajo en las redes y generando videos se puede llegar hasta 5.000 dólares mensuales en forma fácil”.

Por Mariano Jasovich-Infobae