Iara y Kala Nisman recordaron cómo fue el momento en que recibieron el llamado donde le informaban la noticia. Tenían 8 y 15 años. “Mi papá no le tenía miedo a nada”, agregaron.
Iara (25) y Kala Nisman (18), hijas del fiscal Alberto Nisman, rompieron el silencio juntas a 10 años de la muerte de su papá. “Nunca en nuestra familia nadie dudó de que haya sido un asesinato”, aseguraron.
Las chicas recordaron el momento en que, con 8 y 15 años, recibieron la noticia de la muerte de su padre. El relato de esas horas, la incertidumbre, el miedo y cómo vivieron esos años en los que el tema colmaba la agenda de los medios de comunicación y ellas intentaban continuar con sus vidas, que a partir de allí cambiaron para siempre. De todo eso hablaron en una entrevista realizada por Diego Leuco en “Resumido”, la sección de noticias del canal de streaming Luzu TV.
“Estábamos de viaje, papá se largó a llorar y me dijo que nos teníamos que volver”
Aquel enero de 2015, por sus 15 años, Iara se había ido de viaje con su papá. El paseo, sin embargo, se vio forzosamente interrumpido: el fiscal debía volver de urgencia a Buenos Aires por novedades enla investigación que tenía a su cargo: el atentado a la AMIA.
“Antes de irnos al próximo destino que teníamos previsto en el viaje, él se larga a llorar y me dice que nos teníamos que volver a Buenos Aires juntos porque tenía que presentar la denuncia. Dijo que se había adelantado el momento de hacerlo y me dio una serie de explicaciones que, en su momento, no entendí mucho”, recordó la joven.
Iara, que el mes pasado se recibió de arquitecta, prefirió unirse a las vacaciones de su mamá, la jueza Sandra Arroyo Salgado, yKalaen Europa. Allí recibieron la noticia.
“Estábamos en París, las tres juntas en la habitación de un hotel. Yo me había dormido, pero de la nada me desperté y estaban mamá y Iara llorando”, recordó Kala.
Iara dio detalles de aquella secuencia. “Ese día mi mamá había recibido un llamado que decía que papá no contestaba a los mensajes. Yo ahí le empecé a escribir un poco desesperada por una respuesta. A escribirle y a llamarlo. Hasta que recibimos el llamado que nos comunicaba la noticia. Ahí ya es como que mis recuerdos ya no están tan claros”, evocó.
Las dos hermanas no tienen dudas: para ellas, su papá fue víctima de un crimen. Hay otro punto que las une respecto de lo ocurrido y tiene que ver con el proceso emocional que hicieron durante los años posteriores hasta hoy: dicen que ya no necesitan saber más, ni siquiera quién fue el autor. Y agradecen a su madre por sostenerlas y ayudar a canalizar el dolor “por otro lado”.
Si bien las dos coinciden en que su padre fue víctima de un crimen, aseguran que no necesitan saber más de lo que ya saben sobre el hecho. Esta tranquilidad que encontraron para continuar su vida se lo adjudicaron a Sandra Arroyo Salgado, su madre, a quien destacaron por haberlas ayudado a canalizar el dolor por la pérdida “por otro lado”.
“Yo sé lo que necesito saber y creo que todo lo demás tiene que ver con seguir con el dolor y la angustia, y que gracias a Dios este ejemplo que nos dieron siempre nuestros dos padres de seguir para adelante. Creo que también es lo que nuestro papá hubiese querido”, mencionó Iara.
Al principio, siendo todavía una nena de 8 años, Kala quería “estudiar y ser jueza para poder investigar y saber qué fue lo que pasó de verdad. después crecí y mamá me ayudó a no darle tanta importancia a quién fue o cómo fue, sino recordar a mi papá de otra manera”.
“Lo que papá investigó, hoy se está probando”
Las hermanas recuerdan a Nisman “como un héroe y un gran padre”, y aseguran que “lo que él investigó, hoy se está probando”.
“Su investigación fue muy importante para que la Argentina no quede alineada a algunos países, o a una línea que por ahí va en contra de los valores que tenemos o que queremos los argentinos”, reflexionó Iara. Y agregó: “Con el tiempo todo se pudo probar y creo que lo que hace el paso del tiempo es demostrar lo importante que fue la investigación de mi papá, y que las cosas que él decía eran así. Dio su vida por algo que él creía justo o que creía importante. Eso a mí me reconforta mucho”.
Kala aportó: “Ver toda la gente que apoya a nuestro papá y mismo a mamá, que la frenan en todos lados, es lo que a mí me hizo dimensionar lo importante que fue y lo mucho que la gente lo quiere. Lo admirable que fue todo lo que hizo”.
La menor de las hijas de Nisman también recordó la marcha de los paraguas, celebrada en homenaje al fiscal a un mes de su muerte. “Me acuerdo cuando mi mamá me preguntó si yo quería ir. Le dije que sí. Por un lado, fue muy lindo recibir ese apoyo. Por otro lado, fue muy abrumador. No recuerdo qué fue, pero tenía una sensación de claustrofobia, de que necesitaba salir, si bien había sido afuera. Toda la gente, los paraguas y la lluvia”, recordó.
“Él nos enseñó a luchar”
En el final de la nota, Iara y Kala aludieron al legado que les dejó su padre. “Para mí es el nombre. Lo fuerte que es llevar su apellido, que a cualquier lugar al que voy me reconozcan y me hablen muy bien de él siempre. Mi papá me enseñó también a luchar por lo que quiero”, dijo la más chica.
Iara, por su lado, concluyó: “A mí me dejó un legado de valentía, el ejemplo de que hay que seguir y hay que luchar por lo que uno quiere. Luchar por nuestros objetivos”
Fuente TN