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Las Islas Galápagos, convertidas en una estación de servicio del narcotráfico

Pescadores artesanales se articulan con el crimen organizado para suministrar combustible a las embarcaciones que transportan droga rumbo a Centroamérica.

El narcotráfico se está adueñando de las Islas Galápagos. Este santuario ecológico y de preservación de especies único en el mundo se convirtió en una especie de estación de servicio exclusiva de las bandas que transportan droga por el Océano Pacífico.

Las lanchas rápidas llenas de cocaína salen de la costa continental de Ecuador hasta las islas para proveerse de combustible en alta mar y seguir su camino a Centroamérica y México, hasta alcanzar su destino final en Estados Unidos.

Los más de 300.000 turistas que visitan las Galápagos cada año quedan deslumbrados por sus paisajes y su exclusiva y variada flora y fauna, en especial por sus tortugas gigantes. Viajan en catamaranes desde Santa Cruz, la isla principal, hacia La Isabela, San Cristóbal o Floreana, entre otras, sin notar jamás que comparten territorio con las embarcaciones de los narcos.

Enclavadas a 1000 kilómetros de la costa ecuatoriana, las Islas en las que Charles Darwin elaboró su teoría de la evolución de las especies son un territorio clave en el tráfico de drogas dominado por las bandas ecuatorianas y los carteles colombianos y mexicanos, según reveló una investigación del diario estadounidense The Washington Post.

“Las islas, Patrimonio de la Humanidad, están siendo utilizadas como sitio de abastecimiento por la cadena de barcos que llevan cocaína por corredores laterales a América Central y Estados Unidos. Este santuario ha sido tomado por estas mafias que han regado de corrupción a ciertas autoridades y se aprovechan de la debilidad del control del Estado”, reveló a TN el periodista ecuatoriano Arturo Torres, uno de los autores de la investigación.

Por qué el narcotráfico echó raíces en las Islas Galápagos

Ecuador lanzó una guerra contra el narcotráfico después de una ola de violencia inédita que incluyó tiroteos, atentados, la toma de varias cárceles, la fuga de prisión de dos poderosos “capos” narcos y hasta el asalto al canal público TC Televisión de Ecuador.

El presidente Daniel Noboa declaró un estado de conflicto armado interno y sacó a más de 22.400 militares a las calles.

Las Islas Galápagos están tomadas por el narco (Foto: Primicias)
Las Islas Galápagos están tomadas por el narco (Foto: Primicias)

Sin embargo, nadie habla hoy de lo que está pasando en las islas.

Renato Rivera, coordinador del Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado, dijo a TN que el tráfico de drogas desde el Océano Pacífico se viene observando desde 2006, cuando aumentaron los controles en el Océano Atlántico.

“Entonces las Galápagos comenzaron a tener un rol importante porque desde allí se abastecían a las embarcaciones que llevan cocaína a Centroamérica”, indicó.

Las islas están ubicadas en forma estratégica, lejos del continente y con una extensión marítima alrededor de muy difícil control. Además, los pescadores artesanales reciben combustible subsidiado del Estado y las bandas criminales se infiltraron en sus redes. “La pesca artesanal tiene una logística importante y empezó a servir como un escalonamiento logístico del narcotráfico”, dijo Rivera.

Cuánto ganan los pescadores artesanales por venderles a los narcos el combustible subsidiado

La banda de Los Lobos vio el negocio. Los pescadores artesanales de las islas reciben combustible subsidiado por el Estado a muy bajo precio. Los grupos narcos se lo compran entonces a precios de oro. Muchos dejaron de pescar y solo hacen negocios con las mafias. “Me han ofrecido entre U$S 6000 y 7000 por un viaje”, dijo uno de los pescadores. Los narcos los citan en algún punto lejano del mar, a donde llegan con un teléfono satelital y siguiendo las coordenadas en un GPS.

Allí, los espera una lancha rápida con su carga de cocaína que llegó desde el continente con su tanque de combustible agotado. Los pescadores les entregan los bidones necesarios para que sigan su viaje a América Central, lejos de la vista de las autoridades.

Muchas personas se han hecho millonarias gracias a esto”, relató. Los funcionarios de la Marina dicen que los contrabandistas de gasolina pueden ganar hasta U$S 30.000 por cada viaje”, afirmó el diario.

Pero además de los pescadores artesanales, los grupos narcos se aprovechan del escaso control aeroportuario. De hecho, según la investigación, hubo casos de aterrizajes clandestinos en medio de la noche en la estación aérea de la isla La Isabela, custodiaba por apenas un civil de guardia durante las oscuras madrugadas.

Avionetas realizaron aterrizajes clandestinos en el aeropuerto de la isla La Isabela, en las Galápagos (Foto: Primicias)
Avionetas realizaron aterrizajes clandestinos en el aeropuerto de la isla La Isabela, en las Galápagos (Foto: Primicias)

En su diálogo con TN, Torres dijo que a la Marina ecuatoriana se le hace prácticamente imposible controlar las aguas adyacentes a las islas. “Es una zona muy extensa y no hay recursos suficientes”, indicó.

Los pescadores dejaron de pescar y se cambiaron a abastecer a los grandes barcos que llevan cocaína. El narcotráfico tiene ese poder de dañar y corromperlo todo. Esto puede agravarse. Ahora está llegando la delincuencia común y hay problemas de consumo interno”, advirtió.

El tema no ha tenido gran repercusión en Ecuador. “No se sabe nada. El gobierno no dice nada. Las Galápagos son Patrimonio de la Humanidad y llegan fondos de todos lados. Además, es el principal destino turístico del país y nadie quiere empañar esto”, dijo Torres.

En las islas la población prefiere no hablar del tema. “Hay mucho miedo en la gente. Además, las autoridades tienen temor a intervenir”, detalló.

Mientras tanto, el narco se sigue adueñando de cada rincón del país. Según la investigación de The Washington Post, en 2023 la Marina ecuatoriana incautó 25 toneladas de cocaína en las islas. Nueve toneladas fueron secuestradas solo en noviembre. Se trata de un aumento del 150% desde 2022. Las Galápagos tienen una puerta secreta y muy peligrosa detrás del turismo y de un santuario único en el mundo.

Por Marcelo Izquierdo-TN