Misiones Para Todos

Leonardo Scatturice, el incómodo lobbista de Milei

Enigmas del dueño del avión que ingresó equipaje sin control por Aeroparque. Ex espía y millonario, es nexo entre Milei y el trumpismo. La compra de Flybondi y su relación con Santiago Caputo.

A Leonardo Scatturice lo conocen por varias cosas. Algunas ciertas, otras exageradas, y otras que él mismo dejó correr. Una de las que más se repite -como una anécdota que ya se volvió mito- es que tiene un balazo en una nalga. No es que lo ande mostrando, pero algunos que lo conocen desde  hace rato aseguran que es cierto. Ocurrió a principios de los 2000, cuando todavía se movía en la noche, hacía trabajos sueltos para la Policía Bonaerense y tejía vínculos con esa parte del Estado que no siempre usa uniforme: los servicios de inteligencia.

Tenía buena llegada a la policía y la SIDE. Lo suyo era ubicarse cerca de  las conversaciones interesantes y ganarse la confianza de su interlocutor. Ahí apareció un comisario, Alejandro Elorz, que lo apadrinó y con quien años más tarde crearían una empresa de vuelos privados en Aeroparque. No está claro si fue un emprendimiento rentable o una tapadera prolija, pero la relación entre ellos era estrecha. Casi familiar.

El episodio de la bala fue una visita no anunciada a su casa, un ajuste de cuentas o algo parecido del que pudo escapar. No terminó en tragedia, pero desde entonces lleva esa cicatriz como un recordatorio práctico de que los bordes de la legalidad a veces raspan. 

Esta semana, Scatturice quedó bajo la lupa por un expediente judicial que arrastra desde febrero y que ahora amenaza con escalar. Una empleada suya de la empresa OCP Tech, Laura Belén Arrieta, ingresó al país en un vuelo privado -también de una empresa de Scatturice- llevando valijas que, según la Justicia, no  pasaron por los controles aduaneros. El vuelo aterrizó en Aeroparque el 26 de febrero de 2025 y permaneció en el país hasta el 5 de marzo. Desde entonces, el tema se transformó en un verdadero expediente en movimiento. Según el dictamen conjunto de la Fiscalía Nacional en lo Penal Económico  y la Procuraduría de Investigaciones Administrativas, el ingreso, la permanencia y la salida de esa aeronave están plagados de irregularidades. 

El informe fiscal habla de omisiones  en los controles aduaneros, fallas migratorias y detalles llamativos como la falta de escaneo de las valijas -que  ahora se sabe que eran diez y no cinco, como se dijo en un principio-, la ausencia de custodia oficial mientras el avión estuvo en tierra y un dato que parece menor, pero no lo es: según los registros oficiales, el aeropuerto de  donde partió el vuelo fue Fort Lauderdale aunque luego el copiloto habló de Opa-locka, otro aeropuerto de Florida donde operan las empresas de aviación de Scatturice. 

El copiloto Juan Pablo Pinto, también empleado de Scatturice, salió a  bancar la parada con un descargo judicial extenso en el que trató de explicar los cuestionamientos y se hizo cargo de algunos bultos que se le atribuyen a Arrieta. Dijo que el equipaje estaba todo declarado y acusó a los medios de armar un “escándalo temerario e irresponsable”. Acompañó la defensa con recibos y capturas de las compras de Amazon.

Pinto relató que fueron recibidos por la Aduana y la PSA, que hubo una inspección ocular del avión y que dos valijas quedaron arriba porque las iban a usar en el vuelo de regreso. Según él, todo en regla. Pero los fiscales Claudio Navas Rial y Sergio Rodríguez no se quedaron con su versión. Usaron imágenes oficiales, declaraciones de personal del  aeropuerto y registros para armar la secuencia completa. Incluso hay más medidas de prueba solicitadas por los funcionarios al juez penal económico Pablo Yadarola. El dictamen también marca que la tripulación y la única  pasajera no habrían completado correctamente los trámites migratorios. Y hay una escena que podría parecer de una serie de Netflix, pero es real: durante el operativo, Arrieta le entregó un celular a una agente de Aduana, que luego hizo un gesto de aprobación. Ese simple movimiento -dedo arriba, cabeza que asiente- activó nuevas medidas judiciales. Ahora los fiscales quieren saber de quién era ese teléfono y qué se habló en esas horas. ¿Del otro lado del celular le estaban diciendo a la agente que abrieran paso?

Todo esto no solo puso a Scatturice  en el radar judicial. También lo transformó en un dolor de cabeza para el gobierno de Javier Milei, para quien presta servicios de lobby en Estados  Unidos y le vende sus servicios a diferentes reparticiones del Estado.  A través de su agencia de lobby, Tactic Global, según informó la misma empresa al Departamento de Justicia, asesora a la Secretaría de Inteligencia argentina para realizar gestiones con el  gobierno de Estados Unidos y viceversa. Esta empresa está encabezada por el ex asesor de Donald Trump, Barry  Bennet, con quien Scatturice y el presidente norteamericano coincidieron hace unas semanas en una gala de teatro en la que se presentó la obra “Los Miserables”. La foto, en la que aparecen los tres sonrientes, fue distribuida por el propio gobierno de Milei para legitimar la figura del lobbista. 

Los negocios de Scatturice.

Scatturice mantiene contratos activos con, al menos, tres dependencias del Estado nacional argentino a través de su empresa OCP Tech. Solo entre fines de 2024 y principios de 2025, fue adjudicatario de licitaciones públicas millonarias en el Ministerio de Economía, la Secretaría General  de la Presidencia y la Secretaría de Educación. En octubre de 2024, OCP Tech ganó la licitación para proveer servidores y  servicios profesionales para el datacenter del Ministerio de Economía, por un  contrato de 36 meses. En diciembre de 2024 la empresa fue una de las adjudicatarias de una licitación para la provisión de insumos informáticos y de red a la Secretaría General de la Presidencia de la Nación, junto con otras compañías. Su contrato más relevante con el Estado argentino se lo dio el ex ministro de Educación, Esteban Bullrich. Es con la empresa pública Educar SA, responsable de la infraestructura digital, que conecta a 41.600 escuelas en todo el país. Ese contrato clave para sostener el Plan Conectar Igualdad fue renovado durante la gestión de Alberto Fernández y también por Milei, en octubre de 2024, por 60 millones de dólares. Por su vínculo con el Ministerio de Educación en los tiempos  de Mauricio Macri conoció a Manuel Vidal, que trabajaba con Bullrich y hoy es amigo y asesor de Santiago Caputo. Si hubiera que responder la pregunta de cómo llega Scatturice al gobierno de Milei, habría que buscar la respuesta en Vidal.

Todos los negocios de Scatturice son monitoreados desde Estados Unidos porque, al estar tramitando la green card, sus abogados le recomendaron no salir de ese país, por lo que hace  más de dos años que no visita la Argentina. Scatturice se radicó en Miami  luego de pasar unos años en Panamá, destino que eligió por temor a posibles problemas judiciales en Argentina derivados de un expediente conocido como Dark Star, una causa en la que su teléfono fue intervenido por Antonio “Jaime” Stiuso, el otrora todopoderoso espía de la SIDE, quien buscaba rastrear los movimientos de los agentes  del área de Fernando Pocino, con los que Scatturice hablaba. Por aquellos años había una fuerte interna en la SIDE entre Stiuso y Pocino. De aquellas conversaciones surge mucha información sobre los vínculos de Scatturice, quien tenía una empresa  de inteligencia privada que se llamaba C3 Consulting y con la que hacía trabajos para empresarios y también para organismos de inteligencia de otros países como la CIA, a través de encargos que le hacía el empresario de inteligencia Frank Holder. En 2015, Holder conversó

Noticias: ¿Cuál es su relación con Leonardo Scatturice? ¿Trabajó para usted?

Frank Holder: Sí, lo conozco. Pero nunca fue empleado mío, como se  dijo. Él tiene una agencia de investigaciones y yo tengo una agencia de investigaciones más grande (Berkeley Research Group), y cuando tengo clientes que tienen ciertas necesidades a veces subcontrato a otras agencias más pequeñas. 

De los chats también surgen conversaciones con el empresario de medios Daniel Hadad, con quien hablan de temas de actualidad e intercambian información. Con Hadad el vínculo se  fortaleció con los años y hasta llegaron a hacer negocios. En 2017, Scatturice le compró un departamento en  el complejo Continuum South Beach Condo. La amistad con Scatturice le trajo muchas alegrías a Hadad. Una de las más importantes es que Scatturice le presentó a su amigo y socio Mario De la Fuente, hoy dueño de la marca de ropa Boken. De la Fuente es un ex policía de la Bonaerense que participó del operativo que culminó en la masacre de Avellaneda en la que murieron los militantes de izquierda Maximiliano Kosteki y Darío Santillán. Muchos años después, De la Fuente comenzó a trabajar con Hadad y con los años se incorporó a la familia.

Hadad pasa gran parte del año en Miami, desde donde maneja las diferentes redacciones de Infobae, el portal de noticias más leído de Argentina.  Desde allí suele viajar también a México para visitar la redacción, pero nunca duerme en ese país, por sus publicaciones contra los narcos. Para entrar y  salir del DF usa los aviones de Scatturice, que a esta altura ya tiene cuatro  empresas de aviación: Surjet, Angel Aviation, Royal Class y FlyBondi, su más reciente adquisición. Todas estas compañías están bajo el paraguas de la empresa COC Global, el grupo con el  que además maneja el resto de los negocios, como la agencia de lobby Tactic Global, con la que también asesoran a Vietnam, y la representante de Cisco, OCP Tech, con la que tiene presencia en Ecuador, Colombia y Perú, entre otros países de América. Entre todos sus negocios cuenta con alrededor de 6.500 empleados.

Scatturice surgió de Lanús con algún talento para las relaciones personales, pero con los años se fue convirtiendo en un verdadero especialista en conseguir información y hacer buenos negocios. Esa vida al límite lo llevó a abandonar el país y rehacer su vida en el exterior. Hoy es millonario y se mueve cerca del poder. Mal no le fue.

Por Rodis Recalt-Revista Noticias