Las aves fueron liberadas en las Sierras de Paileman cercana a la ciudad rionegrina de Valcheta, en el marco del programa del “Retorno del Cóndor al Mar”. La suelta fue realizada mediante una ceremonia realizada por comunidades mapuches de la región
Tres ejemplares de Cóndor Andino (Vultur gryphus) fueron liberados en las Sierras de Paileman cercana a la ciudad rionegrina de Valcheta, en el marco del programa del “Retorno del Cóndor al Mar”, y que ya suma 69 aves que fueron devueltas a la naturaleza en la costa del Atlántico.
Estos ejemplares sumarán 69 cóndores liberados en la costa atlántica y 239 cóndores en toda Sudamérica.
La suelta de los ejemplares fue realizada este viernes mediante una ceremonia realizada por comunidades mapuches de la región.
El director del programa Conservación del Cóndor Andino (PCCA), Luis Jacome, indicó a Télam “una vez por año se da este hecho histórico que es el retorno del cóndor a la costa atlántica así que estamos muy felices que estos tres pichones se sumen a ese desafío”.
“Estamos llevando adelante el capítulo 19 el retorno del cóndor al mar, es un programa que iniciamos hace 20 años aquí en la costa atlántica”, recordó el especialista.
El cóndor andino, el ave voladora más grande del mundo, actualmente su población ha disminuido considerablemente debido en mayor parte a las intervenciones del ser humano.
Por ello, en agosto de 1991, se dio origen al Programa de Conservación Cóndor Andino (PCCA), realizado en el marco del Programa Binacional entre Chile y Argentina, un ejemplo de colaboración internacional que ha logrado reintroducir 239 ejemplares en todo Sudamérica.
“Mucha gente no sabe que el cóndor andino, que es un ave exclusiva de Sudamérica, vienen de las costas del mar y a partir del 2003 empezamos a introducir la especie nuevamente alçç área”, aseguró Jacome.
El especialista destacó el rol de la especie en la naturaleza, “esto es muy importante porque el cóndor tiene un rol como carroñero insustituible porque limpia el ambiente de aquellos animales muertos”.
“Con su poderoso pico puede abrir las duras carcasas y cuero de los animales muertos para que los pequeños carroñeros también tengan acceso”, explicó Jacome.
“Y desde otro punto de vista, en toda Sudamérica es un animal que está conectado ancestralmente y milenariamente al hombre con el cosmos, adentro de cada cosmovisión, entonces también tiene un lugar adentro de nuestras costumbres” agregó.
La ceremonia de liberación es realizada en forma conjunta con la comunidad mapuche local, “esta ceremonia lo que hace es poner en valor la vida, nos hace replantear como estamos viviendo, como estamos caminando, reconocernos como hijos de la tierra”, remarcó Jacome.
En cuanto a las crias una de ellas se llama Kawsarichiq (que en quechua significa “el que hace comenzar a vivir”), nació en el Ecoparque de Buenos Aires.
Newen (que es “fuerza vital” en mapuzungun) llegó en el Bioparque La Máxima de Olavarría y Llahue (que en huarpe quiere decir “hijo”), nació en el Parque Faunístico de San Juan.
Los pichones de cóndor, criados en cautiverio, no saben volar aun, “son cóndores sin experiencia de vuelo con lo cual una vez que los liberamos necesitan de dos personas desde el amanecer al siguiente amanecer siguiéndolos para ver donde quedan durmiendo llevándoles comida y estén a salvo esas primeras 24 horas”, sostuvo el referente del programa.
“Siempre manteniendo el aislamiento humano para que no se familiaricen con el ser humano y así este trabajo enorme permite que estos cóndores tengan una liberación y adaptación con cien por cien de efectividad”, completó Jacome.
Fuente: Télam