Los mensajes de Whatsapp fueron leídos durante la séptima audiencia del juicio oral y público por el asesinato del joven en Villa Gesell.
Los mensajes que los rugbiers se enviaron entre sí mediante Whatsapp tras el crimen de Fernando Báez Sosa fueron los protagonistas de la séptima audiencia del juicio que se lleva ante el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Dolores.
Algunos de los textos y audios, que fueron escritos y grabados durante la madrugada del 18 de enero en Villa Gesell, hacían referencia a que la víctima había “caducado“, que la gente estaba “a los gritos” y que estaba “la policía” en la puerta del boliche “Le Brique”.
La evidencia fue expuesta ante los jueces por el instructor fiscal de la Fiscalía General de Dolores Javier Pablo Laborde, quien a pedido de la fiscal de Instrucción 6 de Villa Gesell, Verónica Zamboni, se encargó de analizar el contenido de nueve teléfonos celulares de los rugbiers.
Con la mirada al frente, así escuchaban la audiencia los acusados.
Laborde, quien se convirtió en el testigo que hasta ahora más horas compareció ante el tribunal -ya que su testimonio comenzó ayer y continuaba hoy-, leyó esta mañana numerosos mensajes que en simultáneo fueron exhibidos en una pantalla colocada en la sala de audiencias.
“Le pegaron a uno”; “estoy yendo a la casa, vengan”; “estoy acá cerca donde está el pibe y están todos ahí a los gritos, está la policía, llamaron a la ambulancia… caducó”, “chicos no se cuenta nada de esto, a nadie“, fueron algunos de los textos que reprodujo Laborde frente a los jueces, además de fotografías de algunos de los imputados comiendo en un McDonald’s tras el crimen.
El instructor también exhibió lo escrito por los acusados cuando la policía fue a buscarlos a la casa que alquilaban en Villa Gesell a las pocas horas del asesinato: “Policía afuera”, “sí, mal”; “está la poli”, “salgamos”, fueron algunos de ellos.
Entre los teléfonos analizados en la investigación figura el iPhone 3 negro de Máximo Thomsen (23), quien se negó a entregar la clave de acceso; otros cinco teléfonos de la misma marca que pertenecían a Lucas (23) y Luciano Pertossi (21), Matías Benicelli (23), Alejo Milanesi (22) y Juan Pedro Guarino (21), cuyo equipo “7 Plus”, de color negro, tenía la pantalla astillada y una funda de los All Blacks.
Los ocho rugbiers durante los primeros días del juicio (Foto: Télam).
Los peritajes incluyeron también al Motorola G4 Plus de Enzo Comelli (22), quien fue señalado por testigos como uno de los que golpeó a Fernando; un Huawei perteneciente a Blas Cinalli (21), y el Huawei BLL23 gris con funda negra y pantalla astillada de Ciro Pertossi (22).
El único del grupo cuyo celular no fue localizado ni en el domicilio ni en los dos autos estacionados en la finca allanada fue el de Ayrton Viollaz (23), aunque tampoco forma parte del grupo “Del Boca3”, en el que sí estaba el resto de los imputados, y también Juan Pedro Guarino (21) y Alejo Milanesi (22), los dos sobreseídos en la causa.
Los números corresponden a usuarios identificados como “Chano (Luciano), “Blas Croto” (Cinalli), “Mati Benicelli” (Benicellii), “Juampi” Guarino, “Alejo Milanesi”, “Ciro Perto”, “Machu (Thomsen), “Enzo Comelli”, “Lucas Perto” y un joven apodado “Salvi”, quien no fue identificado en la investigación.
Qué decían los mensajes de los rugbiers tras el ataque a Fernando Báez Sosa
Entre los mensajes que Blas Cinalli le mandó a una persona identificada como Santi M, decía: “Creo que matamos a uno, esta todo Gesell diciendo eso (…) Volvimos todos a casa, no queremos salir”.
Otro de los audios que mandó Lucas Pertossi minutos después del hecho decía: “Estoy acá cerca donde está el pibe y están todos ahí a los gritos. Está la policía, llamaron a la ambulancia… caducó”.
Más tarde, ante la pregunta de Ciro Pertossi de dónde estaba “Machu”, Lucas Pertossi envió a las 5.48 desde un local de McDonald’s. A las 06.06, Ciro les dice a los demás: “Chicos, no se cuenta nada de esto a nadie”. A lo que Matías Benicelli responde de inmediato: “Ya contaron”.
En tanto, a instancias de una pregunta del abogado de la querella, Fernando Burlando, Laborde explicó que a partir de las 6.21 de ese 18 de enero de 2020 Ciro Pertossi googleó con su teléfono al menos siete veces en búsqueda de información sobre el hecho, con frases como “Pelea Villa Gesell” y “pelea Gesell”.
Los chats de “El club del azote”
Además durante la audiencia se dieron a conocer chats de otro grupo llamado “El club del azote” que integraba Blas Cinalli junto a otros doce jóvenes de Zárate.
“Nos peleamos, ganamos contra unos chetos. Los rompimos, nos vamos al centro a premiar”, dice Cinalli en un momento. “Dos convulsionaron, a uno lo mandamos al hospital sin signos vitales“, agregó poco después.