La velada boxística celebrada en el Luna Park contó con momentos de ebullición y otros de incredulidad por el KO sobre el colombiano Jhon Teherán
El Luna Park se vistió de gala como en las mejores épocas boxísticas de la historia. Y no fue para menos, ya que Ringo Bonavena, Chino Maidana y Maravilla Martínez formaron parte de un mismo evento. Tres pugilistas que dejaron grabado su nombre para siempre en el boxeo.
En el caso del oriundo de Quilmes aún muestra llama encendida ya que a los 48 años demostró que su sueño de ir por una nueva pelea mundialista está vigente. Con ese mismo ímpetu llegó el público al Luna Park para verlo pelear de vuelta en Argentina tras diez años y por primera vez en el mítico escenario.
“Y… es el sueño de muchos boxeadores, me encanta la idea, como imaginarás. Es algo raro, porque siento que gran parte de los invitados irán para ver la premiere de la serie “Ringo” de la cual, por cierto, me han contado nada más que maravillas en todo sentido. Y dentro de todo ese público habrá muchos que a lo mejor no vieron nunca boxeo en vivo y uno trata de dar, en estos casos, lo mejor de sí mismo para que se lleven una impresión positiva de lo que es una pelea de boxeo”, había declarado el bonaerense, ex campeón del Consejo Mundial (CMB) superwelter y ex titular CMB y Organización (OMB).
Maravilla Martínez arrasó en su debut en el Luna Park a los 48 años (@chinomaidana_promotions)
A estadio lleno, pese a que no hubo venta de tickets, pasó primero la presentación de la serie en homenaje a Bonavena: “Ringo. Gloria y muerte”. Una estupenda caracterización, en pleno ring y que dio paso al primer capítulo que pudo verse por completo en pantalla gigante y con un imponente sonido. La serie podrá verse a través de la plataforma Star+ desde este viernes 24. Hubo aplausos al elenco y risas por las ocurrencias de la leyenda del boxeo, quien no solo sorprendió al mundo por su potencia boxística que lo llevó a tener su mítica pelea en el Madison Square Garden de Nueva York ante Muhammad Ali, sino también por su simpatía fuera del ring.
Luego, llegó el momento del boxeo. Tres peleas preliminares al gran combate entre Maravilla Martínez y el colombiano Jhon Teherán, que ya habrá tiempo de hablar en profundidad. La sorpresa que generó el cubano Damián Arce Duarte, quien a sus 31 tuvo su debut absoluto en el profesionalismo. Lo hizo ni más ni menos que en el Luna Park y venciendo a Sebastián Castillo por la categoría gallo. Sus buenos movimientos y destreza arriba del ring fueron destacados por los presentes que estaban ávidos de ver la acción y con la adrenalina que genera un combate real.
Brian Arregui mantuvo su invicto y regaló el primer KO de la noche, provocando así también aplausos y la primera gran ovación. El campeón mundial juvenil WBO (8-1, 5 KO) venció por nocaut técnico en el sexto round a Matías Galucci (8-3, 4 KO) en división superwelter. La ráfaga de golpes llevó al árbitro a detener el combate.
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La pelea coestelar fue la que protagonizó Andrés Héctor “Maquinita” Sosa (15-2, 8 KO) en la cual se impuso por decisión unánime a Laureano “Dinamita” Sciuto (11-1, 7 KO). Aquí sí se vivió una verdadera batalla, con ambos con sendos cortes y totalmente ensangrentados. En este combate comenzó a dar su show Juanse, el ex líder de Los Ratos Paranoicos. Y no se trató de un show musical como él lo acostumbra, sino que se lo pudo ver desde un desconocido rol de “entrenador”.
Juanse, de espalda, atento a una de las peleas preliminares. También se volvió viral por un gesto frente a cámara
“¡Matalo!”, “!Pegale en el hígado Dinamita!”, “¡En la esquina están muertos!”, se quejaba el músico de 60 años, quien ganaba cada vez más protagonismo. Por supuesto, Juanse observaba un llamativo silencio en la esquina de Laureano Sciuto, quien aguantó el castigo de la primera parte de la pelea pero así y todo, no recibía indicaciones de parte de su equipo. Aunque en los últimos rounds hubo una gran reacción de Dinamita, no le alcanzó para dar vuelta el pleito y la decisión de los jueces. Mientras que tampoco generó una atención mayor en Juanse, quien ya en estos dos últimos rounds, aburrido, dialogaba con otras personas que estaban a su lado.
Hasta que llegó el momento más esperado. Sergio Martínez por primera vez boxeando en el Luna Park. Juanse retomó sus locuras, gritaba y lo observaba pegado en el ring side. El himno argentino, la camiseta de la selección argentina y la bandera nacional de fondo le dio ese toque patriótico que la velada pedía. Todos entonaron las estrofas y al mismo tiempo vibraron con la “octava Maravilla”. Sin embargo, se quedaron con ganas de más por el nocaut express en apenas un minuto 27 segundos.
Muchos de sus admiradores presentes nunca lo habían visto y por eso lamentaron no haberlo podido disfrutar más tiempo. Otros, más duchos en el mundo del boxeo, reconocieron que Maravilla fue mucho para Jhon Teherán ya desde los primeros instantes. La experiencia del quilmeño, los nervios del inicio del colombiano y su físico que dejaba mucho que desear. Todo lo contrario se veía en Martínez, dueño de una imagen escultural a los 48 años.
“Estoy muy potente, ¡la puta madre! No te pueden hacer creer que terminaste con 48 años así que de acá hasta el Mundial no paro, la puta madre. ¡Vamos nomás!”, gritó, tras quedarse con el micrófono del presentador. Todos vibraron junto a Maravilla, mientras Jhon Teherán seguía tirado en la lona e intentando recuperarse.
Llegó el momento de abandonar el lugar, mientras Juanse continuaba con sus locuras frente a las cámaras de TV. Sus gestos con la V de victoria se volvieron virales. Poco a poco se apagaban las luces y el público abandonaba el mítico Luna Park que volvió a vibrar con esas noches históricas de boxeo. A juzgar por los dichos de los presentes, se quedaron con las ganas de ver más a Maravilla. Pero quién dice que no haya un capítulo más y que este sea por el título mundial que tanto desea.
Por Daniel Veuthey-Infobae