Apodado por el macrismo “El Messi de las finanzas”, será el futuro ministerio de Economía. Milei le encomendará su principal obsesión: desarmar el explosivo de las letras que él mismo armó en 2018.
Javier Milei quiere que quien dirija el Palacio de Hacienda implemente un plan económico que tendrá como primera tarea trabajar junto el titular del Banco Central para desarmar la bomba de Leliqs en poder de los bancos. Para esa tarea, el elegido sería el exministro de Finanzas Toto Caputo, como anticipó Letra P, acaso porque tendría la combinación para desarmar el artefacto explosivo que él mismo creó hace casi seis años, cuando trabajaba para Mauricio Macri.
A partir de su asunción, el 10 de diciembre, la gran exigencia (y obsesión) de Milei a su ministro será la receta para resolver el problema de las Leliqs, el instrumento que el propio Caputo inventó en 2018 para deshacerse de otra bomba, la de las Lebacs. Para el Central es una deuda que se transforma en un obstáculo al momento de plantear cualquier salida del cepo cambiario, paso necesario para la dolarización por la cantidad de dinero necesario para cubrir tanto la base monetaria como los pasivos remunerados.
Apodado por el mercado y la administración de Cambiemos como “El Messi de las finanzas“, Caputo fue parte del ensayo de Mauricio Macri de formar un gobierno de profesionales del sector privado para manejar el Estado como una empresa. Economista de profesión, hizo carrera en el Deutsche Bank y fue presidente de su filial hasta diciembre de 2015, cuando dio el salto a la gestión pública. Estuvo al frente del área de Finanzas desde enero de 2017, donde condujo un ciclo de endeudamiento público externo intenso, y duró sólo tres meses como titular del Central, de junio a septiembre de 2018.
Su salida estuvo relacionada a rispideces con el entonces ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, sobre la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Días después de su renuncia, el propio Macri lanzó un sincericidio: “Sabíamos que, cuando se estabilizase la situación, Caputo iba a dejar el cargo porque no tenía la vocación de ejercerlo”. En su paso por la gestión pública, dejó grandes éxitos.
Deuda
Al frente de Finanzas llevó adelante la tarea de desfinanciar el déficit fiscal con emisión monetaria, bajo la premisa de que la maquinita generaba inflación y la dolarización de carteras. Su estrategia de reemplazo es la que después llevó al endeudamiento externo con el Fondo: financiar el rojo fiscal con la colocación de bonos.
En vez de bajar la inflación, la colocación de deuda consiguió dólares para generar cierta estabilidad cambiaria de corto plazo. Las sucesivas corridas cambiarias demostraron que, en realidad, esas divisas, en vez de financiar al Estado, cubrían deuda privada.
Pago a los Fondos Buitre
Durante su gestión formalizó el pago de 9.300 millones de dólares a los fondos buitre con la aprobación del Congreso, para salvar a la Argentina del default, aunque después continuó con el endeudamiento externo.
Bono a cien años
Otro de sus hitos fue en 2017, cuando fue el encargado de emitir un bono de deuda pública con un plazo de vencimiento de 100 años y un valor de 2.750 millones de dólares. Este bono, caracterizado por una tasa de interés elevada, fue distribuido entre varias instituciones financieras notables como HSBC, Citibank, Santander y Nomura. El entonces ministro afirmó que se recibieron ofertas por un total de U$S 9750 millones.
En su corto paso de tres meses por el BCRA, uno de los mayores roces con la gestión Cambiemos fue que utilizaba la mesa de dinero de la autoridad monetaria de manera tal que le demostraba a los inversores lo que podían perder.
Banco Central
Durante su paso por el Banco Central, de apenas tres meses, el Messi de las finanzas dilapidó unos 15 mil millones de dólares en reservas. La relación con el FMI fue el punto de quiebre: mientras que el acuerdo con el organismo preveía subastar montos diarios de dólares en el mercado oficial para garantizar el pago de los intereses y capital de la deuda, o sea, para asegurar a los acreedores que cobrarían, Caputo intervenía de diferentes formas en el tipo de cambio para financiar la fuga de capitales. Quienes lo conocieron en esa época comentan que se sentaba en la mesa de dinero y “jugaba a ser trader“ para ver quién ganaba la pulseada cambiaria con sus amigos del mercado financiero.
Inflación
Caputo fue protagonista de lo que luego los economistas llamaron el 28D, por el 28 de diciembre de 2017 y la coincidencia de la fecha con el Día de los Inocentes. Ese día estalló una interna en el entonces oficialismo. En una conferencia de prensa, el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger; el jefe de Gabinete, Marcos Peña; el ministro de Economía, Nicolás Dujovne, y Caputo anunciaron un cambio de metas de inflación para 2018 ya que los objetivos pactados parecían inalcanzables. Del 10% anual y con un margen de error aceptable de más o menos dos puntos porcentuales, fue elevada a 15%. Sin embargo, los mercados leyeron esa puesta en escena como una intervención sobre el BCRA de un gobierno que había prometido lo contrario. Ese suceso sería el principio de la salida de Sturzenegger de la autoridad monetaria.
Por Eugenia Muzio-Letra P