Se trata de un grupo de legisladores que cambiarán su voto para ayudar al Gobierno y que no prospere la sesión convocada por la oposición para insistir con la sanción de la ley de movilidad para el sector pasivo.
En medio de la puja entre el Ejecutivo y el Congreso por la aprobación de la reforma jubilatoria que el Presidente vetó por considerar que mina su programa de déficit cero, Javier Milei recibió este martes en la Casa Rosada a cinco diputados de la Unión Cívica Radical (UCR) que cambiarán el sentido de su votación para apoyar ahora la iniciativa oficialista y evitar que la oposición insista con la sanción de la ley.
Se trata de los legisladores Martín Arjol, Luis Picat, José Federico Tournier, Mariano Campero y Pablo Cervi, quienes participaron del encuentro con el mandatario, que estuvo acompañado por la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, otros miembros del Gabinete y el titular de la Cámara baja, Martín Menem.
Con este gesto, quedó al descubierto la crisis que enfrenta el bloque de diputados de la UCR, un día antes de la convocatoria especial en la que los opositores más duros al Gobierno buscarán revertir la decisión de Milei de echar por tierra el aval legislativo para mejorar los ingresos del sector pasivo.
De la reunión que ilustró el cambio de postura de los correligionarios que en junio acompañaron el proyecto de su partido también fueron parte el vicejefe de Gabinete, Lisandro Catalán; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; su par de Defensa, Luis Petri; y el subsecretario de Programación Federal y Articulación Legislativa, Martín Matzkin.
La cumbre con la cúpula libertaria es un quiebre dentro de la bancada liderada por el cordobés Rodrigo de Loredo, y pone de relieve la incomodidad, los intereses regionales y las especulaciones políticas personales que vive la fuerza política centenaria, presidida por Martín Lousteau, quien es un firme detractor del Jefe de Estado.
En tanto, el vocero presidencial, Manuel Adorni, confirmó en su habitual conferencia de prensa el encuentro de esta mañana con el grupo de radicales que abrieron la grieta al interior de su fuerza.
Después de una crisis en el oficialismo debido a una serie de derrotas legislativas, Milei decidió involucrarse en primera persona en la llamada “rosca política”, algo que había evitado en el primer semestre de su mandato.
El encuentro se produjo al día siguiente de que la secretaria General y hermana del Presidente encabezara otro cónclave, en esa ocasión con miembros del Poder Legislativo de La Libertad Avanza, aliados del PRO e integrantes del Movimiento de Integración y Desarrollo (MID) para apuntalar el veto presidencial y evitar nuevos reveses en el Congreso.
Con este nuevo gesto de quiebre entre los radicales, el Gobierno estaría más cerca de conseguir las voluntades necesarias para mantener en vigencia el rechazo de Milei a la ley, ya que la oposición necesita una mayoría de dos tercios en ambas Cámaras para que el veto quede sin efecto.