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Los petroleros derrumban la expectativa de dólares de Vaca Muerta que vende Toto Caputo

El CEO de Tecpetrol del grupo Techint, Ricardo Markous, dijo que se necesitan USD 19.000 millones de inversión por añoen Vaca Muerta para alcanzar la meta de ingresos de dólares que vende el Gobierno. El economista Martin Rapetti, habla de “borrachera energética”.

El relato del gobierno de Milei sostiene que la Argentina puede convivir por años con este dólar atrasado porque recibirá de Vaca Muerta los dólares que le faltan. La proyección que filtra el equipo de Toto Caputo para responder a los que ven inevitable una devaluación por la falta de reservas del Banco Central, es que para el 2030, la Argentina habrá alcanzado USD 30 mil millones de exportaciones de petróleo y gas y USD 20 mil millones de minería. 

Se trata en efecto de un cambio estructural que al sumarse a la oferta de divisas del agro, reduciría drásticamente la restricción externa que empuja los ciclos de stop and go de la economía argentina, que siempre entra en crisis por falta de dólares. Sin embargo, esta premisa sobre la que se basa el actual modelo de Milei y Caputo fue cruzada nama menos que por el CEO de Tecpetrol, Ricardo Markous. Tecpetrol es la petrolera de Techint, el principal grupo industrial del país y hasta ahora un aliado de la experiencia libertaria.

“Para llegar a los valores objetivo 2030 se requieren inversiones de aproximadamente USD 19.000 millones por año”, dijo Markous en el encuentro anual de Propyme que organiza Techint. 

En el contexto actual ese número resulta a simple vista inalcanzable. La mayor inversión anunciada en el marco del RIGI suma USD 2500 millones a ser desembolsados en un período de tres año. Al considerar todos los proyectos en danza, la cifra total es de USD 8000 millones a ser desembolsados en un plazo mayor a los 5 años. 

Para llegar a los valores objetivo 2030 se requieren inversiones de aproximadamente USD 19.000 millones por año.

Es decir, la inversión mínima que Markous fijó para alcanzar un nivel de expoirtación como el que prometen Milei y caputo, hoy aparece inalcanzable y no parece ser un tema menor la continuidad del cepo que desalienta la inversión directa extranjera. Hasta ahora se han visto muchos anuncios de inversión -por ejemplo en minería-, pero que no pasan de esa etapa, como si estuvieran esperando que se remuevan las restricciones cambiarias.

Esta exageración de la contribución de dólares de Vaca Muerta fue definida por el economista Martin Rapetti como “borrachera energética”. El director de la consultora Equilibra afirmó en un reportaje al diario Clarin que observa “una borrachera de expectativas que el Gobierno promueve y que el mercado financiero sigue con atención”. 

“Los números de las empresas y los especialistas son todos muy parecidos, hablan de que a 2030 con un escenario optimista habrá unos USD 30.000 millones de exportaciones de energía y con algo más de optimismo otros USD 20.000 millones en minería. En total USD 50.000 millones de exportaciones energía y minería por año que serían USD 1.000 de exportaciones por habitante y le permitiría al país pasar de exportaciones de USD 2.000 por habitante a USD 3.000”, agrega Rapetti.

Pero aún en el difícil caso que esto se alcance, Rapetti afirma que “no es poca cosa pero no es suficiente. Si mira a otros países, Australia exporta USD 7.000 por habitante de energía y minería, Canadá USD 4.000 y Chile USD 3.000 sólo en minería”. 

Argentina parte de un subsuelo con reservas negativas por USD 7.000 millones, deudas comerciales del sector privado acumuladas que tendría que pagar en algún momento por USD 20.000 millones, deudas por dividendos no pagados en alrededor de USD 8.000 millones.

Los números de Markous y Rapetti ponen en tela de juicio la capacidad de Vaca Muerta de revertir la ecuación económica de la Argentina. La restricción externa, producto de una economía que demanda más dólares que los que genera, enterró todo tipo de modelos económicos: desde los populistas hasta los liberales. Los dólares nunca alcanzan. 

“Argentina parte de un subsuelo con reservas negativas por USD 7.000 millones, deudas comerciales del sector privado acumuladas que tendría que pagar en algún momento por USD 20.000 millones, deudas por dividendos no pagados en alrededor de USD 8.000 millones. Y si se quiere ir a una competencia de monedas ¿qué es lo que dice el FMI? Perú o Uruguay tienen entre 20% y 30% del PBI en reservas o sea que Argentina necesitaría entre USD 60.000 millones y USD 180.000 millones de reservas. Y todo esto sin tener en cuenta qué pasará cuando la economía crezca y no tenga cepo: en 2017 a precios de hoy las familias demandaron para turismo y ahorro USD 40.000 millones. Por eso no hay que emborracharse con que esta vez es diferente: el dólar barato así no es sostenible”, concluyó Rapetti.

"Borrachera energética": Los petroleros derrumban la expectativa de dólares de Vaca Muerta que vende Caputo

AP

Por Luciana Glezer -LPO