Las víctimas pudieron recobrarse y llegar al Hospital SAMIC a pedir atención médica. Anoche la policía buscaba intensamente a los sospechosos.
El hecho fue alrededor de las 10 de ayer y la Policía se enteró cuando les avisaron desde el nosocomio local que habían ingresado dos personas con impactos de bala.
Una patrulla del Comando se dirigió al lugar, constataron el hecho y pudieron hablar con las víctimas. Se trata de un joven de 29 años y un hombre de 47, argentino nacionalizado, ambos domiciliados en Colonia Victoria.
El joven relató que se dirigían a bordo de un Peugeot 207 hacia el barrio El Palomar de la localidad de Montecarlo, con la intención de visitar a un nieto. Cuando apenas habían pasado un conocido aserradero de la zona, en inmediaciones de Montecarlo, se les puso a la par un automóvil Chevrolet plateado ocupado por tres hombres que los obligaron a detenerse con disparos que dieron en la carrocería. Tras amenazarlos con armas de fuego los hicieron descender para llevarlos hacia un pinar, donde comenzaron a golpearlos exigiéndoles dinero.
A quemarropa
Luego de unos minutos y tras aseverar que no tenían la plata que ellos buscaban, les dispararon a quemarropa con armas calibre 22, para luego escapar de allí. Presumiblemente los delincuentes creyeron muertos a sus víctimas, pero ambos estaban heridos.
Como pudieron se reincorporaron, se ayudaron entre sí para llegar al automóvil que por fortuna no se lo habían llevado, y así pudieron llegar al hospital.
En el camino perdieron sangre y el interior del vehículo daba cuenta de ello. Según informó el médico policial, el joven tenía una herida de bala a la altura del párpado inferior del ojo derecho, sin orificio de salida, que le afectó el hueso del rostro. Además tenía otro impacto en la espalda, también sin que la bala saliera del cuerpo.
En tanto, su compañero presentaba un disparo en la clavícula derecha. El proyectil también había quedado alojado, pero no afectó ningún órgano vital.
Con los datos aportados personal de la División Criminalística e investigadores de la UR-III se dirigieron al lugar donde había ocurrido la emboscada, en busca de vainas servidas o alguna otra evidencia que sirviera para avanzar en la investigación.
En tanto, informaron del caso a la Justicia e iniciaron las pesquisas para identificar y detener a los autores del hecho.
Fuente: Primera Edición