El ministro expuso el mecanismo previsto para reforzar el colchón de divisas el año próximo. Prometió hacerlo sin generar inflación ni tensiones en el mercado de cambios.
El ministro de Economía, Luis Caputo, explicó la estrategia oficial para sumar divisas el próximo año y defendió que el Gobierno “debe comprar muchas reservas”, al asegurar que el escenario financiero actual permitirá no solo adquirir dólares sino también retenerlos sin generar tensiones monetarias.
En un evento ante empresarios, Caputo remarcó que existe una diferencia conceptual entre “comprar” reservas y “acumular” reservas, asegurando que las deudas heredadas impidieron sostenerlas en los meses previos, y que ahora —con el acceso a los mercados más cercano— será más viable hacerlo de manera ordenada.
Compra vs acumulación de reservas
El ministro subrayó que “nunca hubo un debate” respecto a si el Gobierno debe comprar divisas y señaló que es “el equipo económico que más reservas compró en la historia”. La dificultad, reconoció, fue lograr acumularlas porque el país “le daba una situación de deuda enorme con todo, con el mercado, con importadores, con los multilaterales” y durante veinte meses la prioridad fue honrar pagos.
El funcionario destacó que ahora el escenario cambia: “Entramos en el periodo en el que justamente más factible va a ser acumular reservas” gracias a la posibilidad de refinanciar deudas. Explicó que ningún país paga capital de deuda con superávit fiscal y que, al recuperar acceso al financiamiento, se podrá comprar divisas sin presión temporal ni desbalances para la economía.
Según su planteo, el acceso al mercado es “crucial” porque reduce la ansiedad respecto del timing de compra, ya que con refinanciamiento la acumulación puede ser “mucho más apropiada y ordenada para todos los argentinos”.
La estrategia para 2026: demanda de dinero y mercado cambiario
La hoja de ruta del ministro para el año próximo se basa en dos variables: “el incremento en la demanda de dinero y la profundidad en el mercado cambiario”.
En cuanto al primer punto, la intención es comprar dólares a medida que haya demanda de pesos, evitando emitir sin respaldo de demanda y recrear el fenómeno de pasivos remunerados, como las antiguas LEBAC o el déficit cuasifiscal que —según dijo— heredaron en “10 puntos del producto”.
Caputo utilizó un ejemplo extremo: si Sam Altman —creador de OpenIA— invirtiera 25.000 millones de dólares y el BCRA los comprara, debería emitir “35 billones de pesos” que el mercado no demandaría, lo que generaría inflación y obligaría luego a esterilizar. “No queremos hacer volver a los argentinos a esto”, insistió.
Además, aclaró que todas las reservas —aun las compradas con pesos— tienen pasivos asociados: “Todos decían: esas son reservas prestadas. Estimados colegas, todas las reservas son compradas… siempre cuando se compran reservas como contrapartida hay un pasivo atrás”. La excepción, dijo, es cuando el ingreso proviene de venta de activos o concesiones.
El impacto de la demanda monetaria y la profundidad del mercado
Proyectando cifras concretas, Caputo marcó que si la base monetaria crece 25% nominal —según el presupuesto— podrían comprar alrededor de 7.000 millones de dólares sin esterilización.
Si la demanda de dinero se recuperara un 1%, se sumarían otros 7.000 millones en moneda estadounidense. Con una recuperación de 2 puntos del producto, la cifra potencial ascendería a 20.000 o 21.000 millones de dólares.
Sobre el mercado de cambios, aseguró que se requiere volumen suficiente de operaciones: el mercado llegó a operar 600 millones de dólares por día y hoy ronda 200 millones. “Yo no puedo pretender comprar 100 millones de dólares por día en un mercado que está operando 200”, explicó, porque forzaría un aumento artificial del precio del dólar.
El ministro defendió mantener el esquema de flotación dentro de bandas, debido a la volatilidad argentina y a la efectividad histórica de ese sistema en estabilizaciones prolongadas. “No intentemos correr más rápido de lo que nos dan las patas”, afirmó.
Finalmente, Caputo sostuvo que el país está “en mejor posición que nunca” para acumular reservas sin generar inflación ni volatilidad cambiaria, y desestimó rumores respecto a préstamos bancarios de 20.000 millones de dólares, calificándolos como intentos externos de generar ruido financiero.
Fuente: Perfil

