“Macri es muy importante, cómo no va a ser importante. Lo saludé primero (el 9 de Julio). Lo que le dije fue: ‘Muchas gracias, presi. Muchas gracias por venir”. Yo lo primero que hice fue darle las gracias, o sea, rompí el protocolo para ir a saludarlo a él”. Los elogios públicos del presidente Javier Milei le permitieron a Mauricio Macri pasar de página.
Tras haber deslizado su enojo por el acto en Tucumán donde fue el único expresidente de peso presente para el Pacto de Mayo, le llegaron mensajes de todo tipo vinculados a la desorganización que se dio el 8 de julio a la noche. Ese día llegó agotado, con jet lag y se encontró con que no tenía un lugar asignado de relevancia, no firmó el pacto junto a los gobernadores y no fue mencionado. Incluso algunos diputados nacionales no podían entrar porque la policía tucumana lo impedía.
En este marco, para el flamante titular del PRO no hay apuro por reencontrarse cara a cara con el líder libertario (aunque todas las fuentes coinciden en que pueden agendarlo en 24 horas) y, desde Europa, ya trabaja en lo que viene: una nueva “agenda de cambio”, el fortalecimiento del partido que ahora preside y en empoderar a gobernadores, legisladores y dirigentes amarillos.
Aunque en su fuero íntimo comparte el direccionamiento general de la economía, la agenda de desregulaciones y las ideas de la libertad, sigue sin compartir cómo vienen funcionando muchas áreas de la administración nacional. Por caso, la gestión en relaciones internacionales. No cree en la pelea con otros presidentes, sean de la ideología que sean a excepción de los regímenes como el de Venezuela. De estas temáticas sigue escuchando a Fulvio Pompeo, exsecretario de Asuntos Estratégicos y hoy secretario general porteño, quien fue su asesor en materia de política internacional desde que comenzó en la Ciudad en 2007.
Otras diferencias: no ve una hoja de ruta en materia de infraestructura. Rutas, aeropuertos, puentes –expresa Macri en privado– también forman parte de una agenda de desarrollo. Hace pocos días renunció el cordobés Raúl Bertola a Vialidad nacional por falta de fondos.
Tampoco le agradan los cruces con periodistas y medios de comunicación, ni algunas “formas” del presidente Milei.
Aunque en las ideas macro comparte que el equilibrio fiscal no se negocia y decidió que no emitirá opiniones que puedan oscurecer la marcha de la economía y los mercados, más aún si vienen dos meses turbulentos.
Paralelamente comenzará a impulsar una agenda propia “de cambio”, sin correr detrás del Gobierno pero enmarcado en muchas de las ideas que tiene el oficialismo. Opina que el PRO fue clave para la gobernabilidad y la marcha parlamentaria de LLA. Así lo hizo saber uno de sus diputados predilectos, el flamante titular de la Asamblea del PRO, Martín Yeza, cuando dijo que si el PRO no colaborara, “se pondría peligrosa la situación de la Argentina”.
En ese marco, bajo la idea propositiva Macri activará una nueva “agenda del cambio” vinculada a lo parlamentario y poniendo también como ejemplo a los tres gobernadores cercanos: su primo Jorge en CABA, Ignacio Torres en Chubut y Rogelio Frigerio en Entre Ríos.
En el Congreso el bloque de diputados que encabeza Cristian Ritondo avanzará con nuevos proyectos, que no pongan en riesgo el equilibrio fiscal.
Entre otros, vinculados a la educación. En agosto se trataría la ley que limita las huelgas que impulsa Alejandro Finocchiaro, y que propone que haya una dotación mínima de docentes en las escuelas del 30% del personal los primeros dos días de un paro docente, y un 50% a partir del tercer día.
También la reforma electoral, las cuestiones laborales y sindicales (una segunda parte de la reforma laboral), las pymes y la motosierra en organismos públicos como el Incaa, el Instituto de las Artes y en empresas públicas del Estado.
Todas estas temáticas estarán sobrevolando el primer acto masivo que, finalmente tras posponerlo en dos ocasiones, se dará en la última semana de julio, seguramente en Vicente López, la tierra de la intendenta y vicepresidenta del PRO, Soledad Martínez. Con un formato 360 grados, será la bienvenida a las nuevas autoridades del PRO nacional pero también del PRO provincial (con Ritondo de titular) y de la Ciudad con el jefe de Gobierno como presidente.
Por Ezequiel Spillman-Perfil