El presidente venezolano, Nicolás Maduro, celebró que su Gobierno había llegado a “unos primeros acuerdos” con la nueva Administración estadounidense encabezada por Donald Trump, tras una reunión con el enviado especial estadounidense para Venezuela, en la que Washington logró repatriar a seis connacionales detenidos en Caracas.
El primer acercamiento diplomático entre Venezuela y Estados Unidos de la era Trump. En un discurso televisado, Maduro afirmó que la reunión que su Gobierno sostuvo con el enviado especial de Washington para Venezuela, Richard Grenell, fue “positiva”, añadiendo que el futuro de las relaciones políticas entre ambos países dependerá en “como se cumplan” los temas dialogados.
“Estuvimos conversando, defendiendo y exponiendo, (…) creo que fue positiva (la reunión), hay temas donde hemos llegado a unos primeros acuerdos y, cómo se cumplan, abrirán nuevos temas, ojalá para nuevos acuerdos, para el bien de los dos países y de toda nuestra región”, expresó el mandatario venezolano durante un acto gubernamental transmitido por el canal ‘VTV’.
Nicolás Maduro detalló que fue una reunión “franca, directa, abierta”, en la cual el mandatario venezolano le planteó a Grenell una “agenda cero” para un “nuevo inicio de relaciones históricas”, refiriéndose a las relaciones diplomáticas entre Caracas y Washington, inexistentes desde 2019, cuando el mismo Trump decidió suspenderlas.
En un comunicado, la Presidencia venezolana hizo eco de los dichos de Maduro, mencionando que Caracas tiene los “canales diplomáticos abiertos” para negociar.
Por otro lado, el líder chavista también mencionó que el jefe de la delegación negociadora venezolana y presidente del Congreso, Jorge Rodríguez, comparecerá ante el público en los próximos días para “explicar los pasos” que resultaron de la reunión con Grenell.
“Desde la Venezuela libre, soberana y bolivariana, le decimos al presidente Donald Trump (que) hemos dado un primer paso, ojalá se pueda sostener, nosotros queremos sostenerlo”, sentenció el mandatario venezolano, sin revelar detalles él mismo sobre el contenido de las conversaciones.
Seis ciudadanos estadounidenses liberados
Un día después de las conversaciones, Grenell confirmó a través de sus redes sociales que estaba en camino a tomar un avión rumbo a Washington, aunque no iba solo. En su publicación, el emisario estadounidense añadió una foto en la que lo acompañan seis connacionales que estaban detenidos en territorio venezolano, acusados de delitos políticos por el Gobierno chavista.
Sin revelar las identidades de los detenidos, el enviado estadounidense adjudicó a Trump la liberación de sus ciudadanos, además de señalar a la Administración pasada, encabezada por Joe Biden, de “ocultar” sus negociaciones con Caracas, añadiendo que sus connacionales liberados recibieron “cero ayuda” de parte del anterior Gobierno.
“¿Por qué si no iban a criticar que la Administración Biden ni siquiera visitara a los estadounidenses encarcelados en Venezuela? La norma diplomática es un chequeo de bienestar, por lo menos. Estos seis estadounidenses tuvieron cero ayuda de Joe Biden, Anthony Blinken o Jake Sullivan”, escribió el funcionario estadounidense en su perfil de X.
Según Foro Penal, ONG defensora de los presos políticos, existían ocho ciudadanos estadounidenses retenidos en Venezuela antes de las conversaciones bilaterales más recientes, además de dos personas con residencia en territorio estadounidense. Todos los detenidos fueron acusados de conspirar en contra del Gobierno chavista, o de organizar actos violentos en el país.
Inmigración, otra de las misiones de Grenell
Además de la repatriación de los detenidos, Trump había encomendado a Grenell una segunda misión en su visita a Caracas: conseguir que Venezuela acepte a sus connacionales deportados desde territorio estadounidense.
Tras felicitar a su emisario por la consecución del primer objetivo de su visita, Trump también confirmó que el Gobierno venezolano había aceptado recibir a sus connacionales que fueran deportados del país, además de patrocinar el transporte para los mismos. Hasta el momento, Caracas no ha confirmado su postura al respecto.
“Y muy importante señalar, que Venezuela ha acordado recibir, de vuelta a su país, a todos los extranjeros ilegales venezolanos que estaban acampados en EE. UU., incluidos los miembros de la banda del Tren de Aragua. Venezuela ha acordado además suministrar el transporte de regreso”, escribió el presidente estadounidense en su red social TruthSocial.
El 31 de enero, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, reveló que la extradición de unos 400 miembros del Tren de Aragua en rumbo a Venezuela iba a ser uno de los temas de conversación durante la visita de Grenell.
Después de que el presidente republicano decidiera eliminar las protecciones migratorias para los ciudadanos de Venezuela, alrededor de 600.000 venezolanos quedan ahora vulnerables a ser repatriados.
Aunque las conversaciones parecieron ser fructíferas, el Gobierno estadounidense aclaró que la visita de Grenell no significa que Washington reconozca la nueva Administración de Maduro, después de que la autoridad electoral venezolana declarara como ganador al líder chavista en las controversiales elecciones presidenciales del año pasado, cuestionadas por múltiples organizaciones civiles y países, Estados Unidos entre ellos.
Por Maximiliano Pérez Gallardo-France24