En la serie final venció en el desempate al prodigio indio Pragg, por 2,5 a 1,5, y conquistó por primera vez, tras dos intentos fallidos en 2017 y 2021, el único certamen que estaba ausente en su palmarés
Al N°1 del ranking y ex campeón mundial de ajedrez, el noruego Magnus Carlsen, de 32 años, ya no le quedan asignaturas pendientes ni desafíos atrayentes por superar; luego de dos intentos fallidos en Tbilisi 2017 y Sochi 2021, respectivamente, consiguió llevar a su vitrina el único trofeo faltante en el vasto y brillante historial: la Copa del Mundo de Ajedrez que se disputó en los salones del Hotel Marriott Bakú (en la capital de Azerbaiyán).
En la serie final, Carlsen se impuso por 2,5 a 1,5, ante el prodigio indio Rameshbabu Praggnanandhaa (Pragg, como lo llaman sus colegas), de 18 años. El duelo tras las dos partidas eliminatorias con ritmo de juego pensado (90 minutos para las primeras 40 jugadas) había finalizado igualado luego de dos empates, por eso ayer, en la jornada dedicada a los desempates, el noruego se impuso en la primera batería de dos juegos con ritmo rápido (de 25 minutos por competidor): ganó conduciendo las piezas negras e igualó la segunda con blancas. De esta manera, el vencedor recibió por recompensa un cheque por 110.000 USD, mientras que, al subcampeón le correspondió otro por 80 mil. Otro dato: más de 150 mil personas siguieron en vivo el desarrollo de las partidas en la plataforma Chess.
La satisfacción del campeón mundial por el logro alcanzado podría resumirse en un posteo que subió inmediatamente tras la conquista de la Copa del Mundo. En su cuenta publicó un meme con la pregunta “¿Ajedrez?”, y se observa la imagen de un joven que responde: “Lo completé”.
Sin embargo, no todo fue alegría en la última jornada de una de las principales competencias del calendario del ajedrez, ya que si bien los tres mejores clasificados (los finalistas y el ganador del tercer puesto) aseguraron sus plazas para acceder al próximo ciclo del Torneo Candidatura -un certamen que lo disputarán ocho jugadores para determinar al desafiador del título mundial, actualmente y hasta 2025 en poder del chino Ding Liren-, el ajedrecista noruego, sin modificar su ánimo ni alterar su voz, ratificó la negativa de participar en esa prueba bajo las actuales regulaciones, principalmente a las vinculadas con la cantidad de partidas y el ritmo de los juegos. Lo que previamente anunció en sus redes, más tarde lo ratificó ante la prensa.
“Con el formato actual no hay ninguna posibilidad de mi participación; creo que todo el mundo debería saber que no jugaré el Candidatos y, por lo tanto, todos los que llegaron hasta las semifinales ya están clasificados”, aseguró Carlsen que además de haber sido Rey del ajedrez durante ocho años (2013-2021) en la modalidad clásica (partidas pensadas), con cuatro defensas exitosas del título, también fue campeón mundial de ajedrez en la modalidad Blitz (partidas a 5 minutos) en seis ocasiones, y de ajedrez Rápido (partidas a 10 minutos) en cuatro oportunidades. Luego, agregó: “El único punto no negociable para mí, si alguna vez volviera a jugar el Campeonato Mundial, es que tendría que haber mayor cantidad de juegos y controles de tiempo más cortos, por ejemplo, con dos partidas por día. Pero con el ritmo de tiempo clásico creo que simplemente no hay chance alguna”
En consecuencia, el indio Pragg (el 2° mejor clasificado tras caer en la final con Carlsen) y el ítalo-norteamericano Fabiano Caruana (ganador del choque por tercer puesto) aseguraron sus lugares al Ciclo Candidatura que se jugará en Toronto en 2024. Mientras que para la adjudicación de la tercera plaza habrá que aguardar a que la renuncia de Carlsen se haga oficial y así, el azerbaiyano Nijat Abasov (perdedor del duelo ante Caruana) sea designado su reemplazante.
El indio Pragg quedó en segundo lugar al perder frente al noruego
Se sabe que Carlsen está en rebeldía con la entidad rectora de esta actividad, la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE, según sus siglas francesas) porque no son escuchados sus argumentos en contra de la utilización del ritmo de juego (clásico y pensado) empleado durante el desarrollo del campeonato mundial. “Con ese formato de juego la serie de partidas se extienden durante casi un mes, además me demanda otras doce o dieciséis semanas la preparación para ese tipo de match; no estoy dispuesto a perder tanto tiempo de mi vida por un título mundial”, había asegurado el gran maestro nórdico tras su cuarta y última defensa exitosa de su corona en Dubai 2021.
A raíz de esto, al año siguiente renunció a su quinta defensa ante el ruso Nepomniachtchi (al que ya había vencido en 2021), por lo que la FIDE se vio obligada a convocar de urgencia al chino Ding Liren (segundo mejor clasificado del Candidatura Madrid 2022) para la final llevada a cabo en Kazajistán en abril de este año y en la que, por primera vez, en los quince siglos de historia documentada de este juego, un ajedrecista chino logró consagrarse campeón mundial.
Acaso, para evitar nuevos conciliábulos con la FIDE, Magnus Carlsen se anticipó ayer al movimiento y dejó sellada su postura. También aprovechó la ocasión para hablar sobre su continuidad en el juego y de la actualidad que atraviesa el ajedrez competitivo.
“No diría que ganar la Copa del Mundo aumente las posibilidades de volver a jugar este evento, pero me gusta el formato de definición”, dijo Carlsen, uno de los mejores jugadores en el historial de este juego, y contó algunos motivos de su presencia en Bakú. “Previamente jugué el torneo Norway Chess, donde anduve verdaderamente mal (finalizó 6° entre 10 jugadores, y sin victorias), por lo que haber aceptado la invitación de jugar la Copa del Mundo me pareció que no había sido una decisión correcta, es que sentía que mi única satisfacción sería ganar el torneo y no creo que eso sea necesariamente bueno para cualquiera. Es decir, tener que jugar sólo para ganar. ¿Mis próximos pasos? Probablemente el Campeonato Speed Chess, la Copa Europea por equipos, el Open de Catar y los mundiales Rápido y Blitz a fin de este año”.
Por último, sobre el avances de prodigios en la actividad, y la nueva generación de jóvenes estrellas del ajedrez menores de 18 años (su rival de ayer, el indio Pragg nació en 2005, cuando Magnus poseía el título de gran maestro desde un año antes), el ajedrecista noruego señaló: “¡El ajedrez está en buenas manos para el futuro!; creo que la generación de jugadores nacidos entre 1990 y 1994 (Carlsen nació en 1990) realmente ha dominado durante mucho tiempo y finalmente ahora con estos jóvenes nacidos a partir de 2003 tenemos una generación que es digna de sucedernos cuando llegue el momento. Y el momento podría ser bastante pronto (risas)”, señaló Carlsen que acumula 158 semanas como N°1 del mundo, solamente superado por Kasparov, que totalizó 255.
La Copa del Mundo
La prueba, que en la categoría absoluta (para hombres y mujeres) reunió a 206 jugadores de 80 naciones, entre ellos los argentinos Fernando Peralta y Pablo Acosta, se disputó por sistema de eliminación directa a lo largo de ocho ruedas. Peralta cayó en la primera serie frente al ruso Arseniy Nesterov, y Acosta, en la 2ª con el rumano Daniel Deac Bogdan.
Magnus, junto a otros Top 50 invitados por la FIDE, se sumó a partir de la segunda rueda. Desde ese momento, los 128 participantes se fueron eliminando por parejas, a través de duelos a dos partidas (una vez con piezas blancas y otro con negras, con ritmo de juego pensado de 90 minutos para los primeros 40 movimientos, y luego 30 minutos más hasta el final de la partida, con el agregado de 30 segundos adicionales por cada movimiento realizado desde la jugada inicial). En los casos de igualdad, el ganador surgiría tras un desempate con baterías de dos partidas con ritmo de juego rápido (25 minutos más 10 segundos), y de ser necesario, Blitz (de 5 minutos o 3, con sus respectivos adicionales) hasta quebrar la paridad.
De esta manera, Carlsen inició su camino hacia la consagración, en este orden: en la 2ª rueda venció a Levan Pantsulaia (Georgia) por 2 a 0; en la 3ª, a Aryan Tari (Noruega), 1,5 a 0,5, en la 4ª, a Vincent Keymer (Alemania) 3,5 a 2,5 (2,5 a 1,5 en el desempate), en la 5ª, a Vasili Ivanchuk (Ucrania) por 2 a 0, en la 6ª a D. Gukesh (India), 1,5 a 0,5, en la 7ª, a Nijat Abasov (Azerbaiyán) 1,5 a 0,5, y en la 8ª y última serie a Pragg (India) por 2,5 a 1,5 (1,5 a 0,5 en el desempate).
Paralelamente se llevó a cabo la Copa del Mundo de ajedrez femenina, por sistema de eliminación directa a 7 ruedas, de la que tomaron parte 103 mujeres, entre ellas las argentinas Anapaola Borda, María José Campos y Candela Francisco. Las dos primeras cayeron en primera rueda ante las grandes maestras: Stavroula Tsolakidou (Grecia) y Carissa Yip (EE.UU.), respectivamente, mientras que Candela perdió en la segunda jornada con la china Jiner Zhu.
La rusa Aleksandra Goryachkina, que se impuso en la final ante la búlgara Nurgyul Salimova, por 2,5 a 1,5 (1,5 a 0,5 en el desempate), fue la vencedora de la competencia. Tanto Goryachkina como Salimova y la ucrania Anna Muzychuk (que superó en el duelo por el 3er puesto a la china Zhongyi Tan) consiguieron su clasificación por el próximo ciclo del Candidatura femenino.
Un caso a seguir
Al fenómeno del ajedrez chino, con campeones mundiales en las categorías de varones y mujeres, y medallas doradas en las olimpíadas masculinas y femeninas, se suma el crecimiento de jóvenes estrellas del ajedrez indio como otro dato para tener en cuenta. El ex campeón mundial Viswanathan Anand fue el primer gran maestro de ese país en 1988. Su ejemplo fue replicado, y hoy además de los millones de jóvenes que juegan al ajedrez, la India cuenta con más de 60 jugadores con el título de gran maestro; seis de ellos entre los mejores 30 del mundo.
El joven Rameshbabu Praggnanandhaa (un nombre difícil de escribir y pronunciar, al que afortunadamente sus colegas bautizaron “Pragg”) actual N°23 del ranking es una de sus estrellas más brillantes. De quien ya hemos contados sobre sus avances.
Ahora, en la Copa del Mundo de Bakú, y con sólo 18 años llegó hasta la serie final, dejando en su camino a dos de los tres mejores jugadores del mundo, el norteamericano Hikaru Nakamura (N°2) y al ítalo-norteamericano Fabiano Caruana (N°3). Recién en la final cayó ante el N°1, el noruego Carlsen.
La fuerza de China e India se debaten por el dominio del milenario juego. Acaso, como una señal del tiempo por la cuna de su nacimiento.
Por Carlos Ilardo-Infobae