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Make Argentina Great Again

La peste es el otro

Reconozcamos algo: no es que un día nos despertamos y nos estaban gobernando los fascistas. Esto fue un proceso y ese proceso tiene responsables. No nos olvidemos ahora quiénes se pintaron la carita con glitter para la foto. Esto no nos sorprendió, pero sí nos descolocó. Necesitamos entonces volver a nuestro eje. Como vieja bruja que soy les digo: elijan las batallas que hay que dar. No se dejen llevar por la agenda de los fachos. Esto no es solo contra nosotres. Esto es una lucha de clases. Esto es contra los jubilados, contra la universidad y la salud pública, contra la cultura, contra los derechos humanos. Y con todas esas personas tenemos que estar en la calle hoy. Si queremos que nos acompañen, tenemos que acompañar“.

La Kalo, drag queen.

Asamblea antifascista LGTBIQ+

Según el filósofo e historiador Alejandro Galliano, estudioso de la transición entre el capitalismo fordista 2:0 y el digital 4:0, “La relación entre Musk y Trump – tan estrecha por estas horas – es una reacción al capitalismo chino”. 

En cualquier caso, al sur del Río Bravo, Brasil va en camino de convertirse en una potencia económica líder en Nuestra América, atrayendo tanto el interés del Gran País del Norte como del Gigante Asiático. De acuerdo con el FMI, se proyecta que para 2028 Brasil ocupará el octavo lugar entre las economías más grandes del mundo, justo detrás de naciones como Estados Unidos, China e India. Este impresionante avance se debe a las estrategias que el país ha puesto en marcha en los últimos años, logrando cambios importantes en su economía.

Mientras que el xenófobo discurso pronunciado por el magnate estadounidense  durante su segunda asunción presidencial – complementado ahora por la habilitación en Guantánamo de un centro de detención con capacidad para 30.000 migrantes – causó en la región las más airadas reacciones, desde la inmediata de la presidenta mejicana Claudia Sheinbaum, dispuesta a acoger con los brazos abiertos a sus connacionales eventualmente deportados (quien además se solidarizó con el gobernador de California, que amenazó con independizarse de la Unión si continúan las deportaciones), hasta la del primer mandatario colombiano Gustavo Petro, que manifestó similar disposición, exigiendo el cumplimiento de los protocolos de derechos humanos e incluso poniendo a disposición el avión presidencial. Además, en EEUU se está organizando para el 3/2 un Día sin Inmigrantes (millones de latinxs no trabajarán, no consumirán, y no llevarán sus niñxs a la escuela), para demostrarle a Trump quiénes mueven realmente a su país. 

Por su parte, y en sintonía absolutamente contraria, luego de que Bolivia expresara formalmente su preocupación por la decisión argentina de construir un alambrado de 200 metros en la frontera, el interventor de Aguas Blancas, en la provincia de Salta, Adrián Zigarán, confirmó que avanzaría con la firma del convenio destinado a montar dicha barrera divisoria frente al hermano país andino, del que no nos separa ninguna frontera cultural sino divisiones políticas establecidas a partir de la balcanización de nuestro continente, perpetrada por sus conquistadores y aliados locales, tras las Guerras de Independencia.

Inaugurándose así el penúltimo mes veraniego local – y segundo de temporada balnearia para lxs compatriotas que aún la pueden disfrutar -, es un hecho incontrastable que Javier Gerardo Milei no es un fenómeno tan fugaz como esos chubascos que produce una nube pasajera. Ardieron ya los vaticinios de los voluntariosos que aventuramos que el programa que lleva a cabo no superaría el primer semestre de su primer año de gobierno.

Antes bien, recostado sobre los antojadizos indicadores macroeconómicos que elige exhibir como presea, mientras cada vez más argentinxs se ven obligadxs a dormir en las calles o a alimentarse salteado, este hombre roto, bullineado y misógino, repara su ego lacerado disfrutando las mieles que circunstancialmente le conceden los popes del capitalismo de plataformas, a quienes invita servilmente a sillicolonizar la República Argentina.

Numerosos ejemplos ilustran las consecuencias de la acción de gobierno libertariana. Uno de ellos ha involucrado a SanCor, la más tradicional cooperativa láctea de nuestro país, que acaba de despedir a más de 500 empleados debido a la crisis económica que padece. En el último paro de maquinistas ferroviarios se interpeló más enfáticamente a la CGT que a la patronal. Y hace unos días, después de 70 años, Mercedes Benz se retiró del país.  

De modo que la mayoría de las estadísticas son contundentes. Los sectores de la construcción, la industria y el comercio, que han sido impactados de manera negativa por el plan de Milei y Caputo, son los que generan casi el 45% de los puestos de trabajo. Mientras que los más beneficiados, como la minería, la energía o la intermediación financiera, explican sólo el 4% del empleo. 

Alcanza con ver cómo el turismo extranjero se desploma mientras los turistas argentinos de clase media gastan dólares baratos en el exterior. La balanza deficitaria se va a agravar más temprano que tarde y el retoque será inevitable, poniendo en riesgo el único logro oficial: el “control” inflacionario.

Tal es la causa por la que el Gobierno sigue mendigando dólares al Fondo Monetario Internacional (FMI) para resolver la crisis de divisas que no tiene. El Fondo se va en elogios, pero exige más, y más, y más. Si presidente y ministro no devalúan, no habrá fondos frescos suficientes para contener al dólar y, por ende, a los precios.

Ambos están ante una encrucijada: Milei parece no tener inconveniente en seguir arrasando con todo como Atila, antes que recular en su osadía mesiánica. Mientras su ministro de Economía intenta contener a algunos sectores como el campo, a los que tuvo que bajar las retenciones fuera de agenda, porque no quiere que nadie detenga su único objetivo, que consiste en sostener el negocio del “carry trade”. 

En consecuencia, y aunque el compatriota de a pie no tenga tiempo para estar al pendiente de estos detalles, en la trastienda de los éxitos mediáticos de La Libertad Avanza, la salida de divisas del Banco Central para mantener estable a los dólares financieros ha generado críticas del staff técnico del FMI (lo que no necesariamente implica que resulte improbable el otorgamiento a la Argentina de un nuevo crédito sin pasar por la aprobación del Congreso, como ocurriera durante el gobierno de Mauricio Macri)

A tales incordios se suman los crujidos en la interna oficialista. Sin ir más lejos, Claudia Rucci acaba de renunciar a la dirección del Observatorio de Derechos Humanos del Senado, circunstancia que Victoria Villarruel aprovechó para enviar un mensaje de concordia a la Casa Rosada. Si bien desde su entorno aseguran que la relación entre ambas era “muy buena”, todo indica que la vicepresidenta “está reordenando su equipo para estar más sincronizada con el Poder Ejecutivo”. Esos movimientos se producen después del aislamiento al que el presidente, su hermana Karina y el asesor Santiago Caputo – hoy aparentemente caído en desgracia por la redacción del discurso de Davos – sometieron a la vicepresidenta durante meses. Aunque en la Cámara Alta lo negaron, Rucci era la funcionaria de confianza que se había animado a dos incursiones territoriales el año pasado hasta que Villarruel le pidió que dejara de hacerlo. A eso ahora se suma la estrepitosa expulsión de Ramiro Marra por no atenerse a la línea que baja el presidente. 

En resumidas cuentas, el histórico proyecto de sometimiento de la Nación argentina al Norte Global encargó a los militares del Proceso de Reorganización Nacional llevar a cabo el “trabajo sucio” de perpetrar una suerte de lobotomía social, extirpando entre 1976 y 1983 la conciencia crítica de nuestro país, acumulada durante más de dos décadas de luchas antioligárquicas y antiimperialistas, y la degradación de la partidocracia que heredó el período democrático en curso habilitó al anarco capitalismo para culminar dicha faena por vía electoral, a partir de 2023.

¡Vaya paradoja al fin y al cabo: lxs insurgentes de ayer han sido compelidxs a producir autocríticas de su gesta rebelde durante más de cuatro décadas, mientras que el poder real, aún en vigencia del orden constitucional, jamás abandonó la lucha armada, como lo demuestran los Miguel Bru, los José Luis Cabezas, los Luciano Arruga, los Carlos “Petete” Almirón, los Claudio “Pochito” Lepratti, las Teresa Rodríguez, los Aníbal Verón, los Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, los Jorge Julio López, los Carlos Fuentealba, los Mariano Ferreyra, las Amancay Diana Sacayán, las Silvia Suppo, los Santiago Maldonado, lxs Tehuel de la Torre, y un largo etcétera!

Ahora bien, si Milei es el espejo de la Argentina (al menos de la que se expidió en la última elección presidencial), queda claro lo mal que hemos de estar. Porque, si bien es cierto que el mundo atraviesa una enorme insatisfacción democrática, y nosotrxs una crisis de representación nunca vista, también es cierto que jamás un Primer Mandatario mancilló esa condición como lo hizo el nuestro en Davos – escandalizando hasta a su propia tropa – o lo hace en su nauseabundo twitteo cotidiano.

A todo esto, y dadas las escasas como frágiles alternativas en danza para salirle al cruce a la ofensiva libertariana, el dirigente social Guillermo Cieza se pronunció sobre una de ellas en el portal periodístico Tramas: “Por el momento, lo más parecido a una respuesta política por parte de la oposición, es la iniciativa promovida por el dirigente de Patria Grande Juan Grabois, con la creación de un gran frente anti-Milei, que incluiría a todo el peronismo y sectores del radicalismo que hoy se sienten representados por Martin Lousteau, Elisa Carrió, etc. La propuesta ha generado algún tipo de impacto y debate político más por la ausencia de otras iniciativas, que por su originalidad. La idea del gran frente anti-Milei, ya fue ensayada con el frente anti-Macri que fue coronado con las candidaturas de Scioli y Alberto Fernández. Más tarde, incluyéndolo a Milei en la lista de adversarios políticos, y con el mismo argumento, se intentó legitimar la candidatura de Sergio Massa. Las tres iniciativas pueden resumirse en la consigna: ‘sumemos a un sector de la derecha, ofreciéndole la conducción’. Que la izquierda no esté incluida en la nueva propuesta no causa sorpresa. Grabois es pragmático con la derecha, pero intolerante con la izquierda. Ha heredado de su padre, ya fallecido, la furia de los conversos (…) anticipándome a estos posibles debates, me parece necesario precisar que juntarnos con ‘los institucionalistas’, y con quienes proponen ‘ofrecer la otra mejilla’ para responder a los agravios del gobierno de Milei, no es una buena idea, al menos para empezar a juntar fuerzas de oposición”.

Entre las pocas voces que por ahora se alzan para impugnar el orden establecido, una de las que se ha hecho escuchar últimamente es la del actor y dramaturgo Pompeyo Audivert, quien, entre otros conceptos, expresó lo siguiente: “Hay algo en la velocidad de lo que está ocurriendo, en lo abrupto y compulsivo del embate, de esa falta de dirección y planificación, que revela que el poder está inmerso en una interna feroz, es como una enfermedad que destruye el cuerpo que parasita. Creo que, finalmente, se va a producir una respuesta orgánica de las fuerzas vitales de lo social. No sé qué forma tendrá, pero es imposible que estas políticas prosperen. Creo que han identificado a la cultura como un enemigo, y lo bien que hicieron. Porque la cultura es anti capitalista, tiene como trasfondo lo poético de la identidad individual y colectiva, lo excita, lo activa, lo multiplica, lo señala como sentido esencial”. 

A su turno, la jueza penal de Puerto Madryn, Patricia Reyes, sumó lo suyo asegurando estar “preocupada y asombrada” por el discurso “antiderechos” del presidente Javier Milei dentro y fuera del país. Ante sus últimas declaraciones, en las que aseguró querer eliminar la figura de “femicidio”, la Ley de Identidad de Género, Cupo Laboral Trans, DNI no Binario, y la de Paridad Electoral en ámbitos de representación política, entre otras, aclaró la magistrada que “no van a poder borrar las leyes de un plumazo de un día para el otro”. Y explicó que el Estado Argentino firmó tratados internacionales de progresividad y “no regresividad”. Sus declaraciones llevaron algo de alivio a los sectores más afectados. No obstante, Reyes dijo que es “abrumador” el silencio desde el arco político ante este panorama, a todas vistas desolador.

Su preocupación está harto justificada, ya que, como dice una voz popular, “es fácil abrirle la jaula a un león, lo difícil es volverlo a encerrar”. Y hoy los discursos de odio se multiplican, legitimados desde el Ejecutivo Nacional y su jauría de medios afines. De ahí en más, sobran haters dispuestos a ser más papistas que el Papa, como el seudo periodista libertariano Marco Palazzo, afecto a producir posteos donde tanto ha afirmado que “las Malvinas no son argentinas” como reivindicado a oficiales nazis de la calaña de Adolf Eichmann y a represores como Miguel Etchecolatz, luego de participar en alguna de las conferencias de prensa del vocero presidencial Manuel Adorni. Aunque estos influencers, como el “maratonista” Fran FIjap o el patético La Pistarini, cada vez que intentan montar alguna provocación, luego arrugan como un acordeón, dejando muy mal parada a la prédica del Gordo Dan, quien oportunamente los convocara a constituirse en “el brazo armado” de La Libertad Avanza.

Es cierto: Uspallata se levantó por el agua; para más dato, los taxistas del Obelisco porteño se desviven luchando contra la uberización laboral; y en la última marcha semanal frente al Congreso los jubilados le arrancaron el escudo a un policía federal. Nuestro pueblo no baja la guardia. Está peleando solo, prácticamente sin representación alguna. Ante semejante panorama, complementado por el desconcierto y la consecuente anomia de gran parte de las expresiones políticas de las que muchxs esperábamos respuestas contundentes – central obrera en primer término -, la otrora insumisa tradición de lucha nacional popular y revolucionaria, que produjera poderosas puebladas e insoslayables programáticas transformadoras, acaso sujeta a paradigmas que huelga revisar a fondo, está siendo interpelada por diversidades cuyo potencial disruptivo no atinó a medir, pese a contar con valiosos antecedentes no binarios en materia geopolítica. 

Contradiciendo caros lugares comunes del pensamiento crítico, de un tiempo a esta parte da la impresión de que las reacciones más contundentes de la sociedad no provienen de ese pobrerío estragado por la carestía y condenado a pelear la diaria, sino de sectores medios altamente sensibles a todo presupuesto ligado al deber ser de una vida democrática, como el ascenso social garantizado por la educación pública, o el derecho a hacer lo que se desee con la vida privada (lo cual debería ser un principio básico de cualquiera que se proclame genuinamente liberal)

En efecto, para muchxs compatriotas la sorpresa de la hora proviene de quienes vieron crepitar su naturaleza en las hogueras de la Inquisición occidental y cristiana; de quienes fueron humilladxs como el genio de Oscar Wilde; de  dirigentes que desafiaron lo tolerable, como Sandra Cabrera, trabajadora sexual asesinada por un amante policía cumpliendo el mandato de la mafia rosarina, y a quien el sindicalismo patriarcal no reivindica; de aquellxs que, como Federico García Lorca, recibieron en el traste los primeros disparos del pelotón de fusilamiento, para luego ser sepultadxs en una ignota cuneta; de las travas pobres que no trascendieron como Florencia de la V o Camila Sosa Villada; en fin, de quienes un Día de Todos los Santos pagaron el costo de sus osadías siendo linchadxs en la playa de Ostia junto a  Pier Paolo Pasolini.

Es justamente ese universo tan resistido por un sinnúmero de injustificados prejuicios, que se identifica con los colores del arco iris (parientes de la antigua wiphala), el que hoy sale al cruce de la avanzada global neofascista, inundando las plazas de todo el territorio nacional y replicándose en numerosos países vecinos, traccionando a un sindicalismo alicaído y a organismos de DDHH sumamente debilitados, formulando la más amplia convocatoria a todos los sectores afectados por el ajuste y la represión, y desplegando un ecumenismo que no se ha esgrimido desde otras causas auto percibidas como más viriles.

Algo más: Habitualmente, las marchas multitudinarias – y la que aludimos promete serlo – suelen neutralizar el accionar represivo. Pero, si por ventura llegara a generarse algún incidente, será importantísimo que el campo popular se esfuerce por diferenciar a “los desconocidos de siempre”, que después de incendiar un automóvil se refugian tras las vallas policiales, de lxs herederxs de la verdadera tradición libertaria, partidarixs de la acción directa, cuya práctica nadie está obligado a emular… pero mucho menos a denunciar como propia de “infiltradxs”, con actitud de vigilante, aunque sin sueldo de tal. Noble tarea la que nos asiste a lxs adultxs mayores acerca de esclarecer ante las nuevas generaciones la siniestra connotación que ha tenido en nuestra historia contemporánea ese apelativo infame, y las trágicas consecuencias que ha acarreado a quien alguna vez se hizo acreedor del mismo.

Por último, diremos que, si lxs organizadorxs de esta convocatoria toman plena conciencia de la dimensión que ha adquirido, si el “es hasta acá” no se reduce a las minorías discriminadas y hace causa común con lxs millones de muertxs de hambre, en fin, si prima la grandeza que refleja el pronunciamiento de la Asamblea Antifascista y Antirracista LGTBIQ+ y no las mezquindades propias de la política tradicional, muy probablemente se abra el cauce de oportunidad que tantxs compatriotas estamos esperando. 

Quien quiera oír que oiga. Aún estamos a tiempo de forjar un país donde los únicos excluidos sean los enemigos de la vida. –

Por Jorge Falcone-La Gomera de David