Hernán Lavalle y su esposa, María José, fueron víctimas de un ataque que se volvió recurrente. Se trata de los asaltos a los motociclistas en las rutas, un “modus operandi” por el que el empresario Andrés Blaquier perdió la vida.
Este no es el primer caso de este tipo y tampoco será el último si no se toman medidas eficientes para detener estos robos que pueden terminar con la vida de las personas, como le ocurrió al empresario Andrés Blaquier.
El 18 de marzo por la tarde, Hernán Lavalle y su pareja, María José, fueron víctimas de un intento de asalto en el Camino del Buen Ayre cuando viajaban a ver a unos amigos. Hernán conducía su moto, una BMW 1200.
“Viajaba a 100 km x hora porque esa es la velocidad permitida y no quería superarla para no cometer una infracción. Obviamente venía mirando para todos lados pero en un segundo se me pusieron al costado con otra moto y solo escuché a mi esposa gritar”, le contó Hernán a Telenoche, todavía muy afectado por el momento que les tocó vivir.
“María José gritaba. Ellos se me pusieron al lado para intentar sacarme la llave de la moto, pero hice una rápida maniobra, logré esquivarlos y aceleré lo más que pude. Unos segundos después, escuché el tiro”, relató.
Producto de ese disparo, María José terminó herida y esa misma bala impactó en el cuerpo de Hernán. “Sabemos que podemos contar esta historia porque Dios nos protegió”, asguró María José.
El hecho ocurrió en el Camino del Buen Ayre, yendo de Panamericana hacia Bella Vista, antes de la salida de Campo de Mayo. Hernán se mantuvo alerta porque había visto que, minutos antes, una moto se les había acercado demasiado: “Los que andamos en moto tenemos registro de las situaciones de inseguridad”.
Sin embargo, al no verlos más, pensó que los atacantes se habían ido: “Dejé de verlos por los espejos y creí que habían agarrado alguna salida, pero de repente los tenía al lado. Cuando sentimos el tiro, aceleraba con la mano derecha mientras sostenía con la izquierda a mi esposa. Pensé que todo podía terminar en ese momento y la angustia que sentía era tremenda”.
Al darse cuenta de que no podían alcanzar a las víctimas, los delincuentes dispararon a matar. El tiro traspasó el muslo de María José y le pegó en la parte izquierda de la cadera a Hernán. La misma bala los hirió a los dos. Hernán detalló: “Yo, en ese momento, aceleré a fondo y escuché un disparo que me terminó pegando a mí en la cadera izquierda. Seguí acelerando en busca de alguno de los puestos de policía del Camino del Buen Ayre. Recordaba que uno de ellos estaba en la salida de Campo de Mayo, pero lo pasé, ya que venía acelerando, intentando escapar”.
Hernán y María José huyeron heridos por 9 kilómetros y lograron bajar en la salida de Gorriti, en Bella Vista. Una vez en el puesto de policía fueron asistidos y trasladados al Hospital Larcade de San Miguel. “La atención en la comisaría y en el Hospital fue impecable. Quería agradecer a toda la gente que intervino”.
“Todas las personas que intervinieron, policías, médicos, enfermeros, camilleros, nos contaban historias de asaltos, robos o distintas situaciones que vivieron ellos o sus hijos. A todos algún hecho de inseguridad les tocó pasar. Mucha tristeza e impotencia”, reflexionó.
María José asegura que nunca más se va a subir a la moto y Hernán duda. Sin embargo, se pregunta: “¿Por qué tengo que dejar que ganen ellos? ¿Por qué no puedo disfrutar de mi pasión de andar en moto? La compré con sacrificio después muchos años de trabajo ¿Por qué nadie nos protege a los honestos?”.
Por Gustavo Tubio-TN