El DT argentino se refirió a la posibilidad de que sus dos amigos refuercen al seleccionado en la cita olímpica
Javier Mascherano era consciente de que se jugaba muchísimo más que un partido ante Brasil. La no clasificación a Paris 2024 podía haberlo eyectado del cargo de DT del Sub 23. Por eso la sonrisa, el alivio y la serenidad luego del triunfo. Y entonces, el inicio de la planificación rumbo a los Juegos Olímpicos, esos que tan bien conoce y en los que ganó dos medallas doradas en las citas de Atenas 2004 y Pekín 2008.
Fiel a su bajo perfil, se desligó de cualquier mérito propio ante el logro: “Lo más importante es lo que han hecho los chicos, que nos han clasificado a los Juegos Olímpicos una vez más. Yo no tengo nada que ver, solo acompaño a este gran grupo de jugadores”.
Luego, agregó ante TyC Sports: “El torneo es de ellos. Teníamos el objetivo de clasificarnos y fue un gran desahogo para todos. Primero para ellos, porque para mí, fuimos el mejor equipo del torneo. En los siete partidos salimos a buscar los tres puntos y por una cosa u otra se nos escaparon algunos resultados que conseguimos en algún momento del juego. Ante Brasil se vio claramente quien llevó las riendas del partido. Nuestro plan no varió. Era cuestión de no desesperarnos. Estoy contento de poder disfrutar un proceso así”,
Invicto (tres victorias y cuatro empates), Mascherano también se refirió a las críticas recibidas durante todo el torneo: “Las acepto de donde vienen, no tengo ningún problema. Es importante aceptarlas para crecer uno. Para saber en dónde está errando y para dónde ir. Le meto mucha dedicación a lo hago. Hoy la pelota entró y estamos contentos”.
En relación a sus detractores, tras la clasificación fue mucho más cauto en sus palabras. Hace dos días había dicho: “A lo mejor tienen suerte y me queda un solo partido como DT”, sobre la chance de no poder ingresar en París 2024.
Sobre el planteo del partido ante Brasil, el entrenador explicó su decisión de poner a Gondou en el ataque, sin sacar a Castro: “Los pusimos juntos porque creíamos que le podíamos generar a Brasil algo similar a lo que le propuso Venezuela. Sentíamos que necesitábamos más peso ofensivo en el área. Fuimos a buscar el resultado”.
Mucho más allá del objetivo cumplido, el foco de los medios estuvo puesto en dos íconos del seleccionado: Lionel Messi y Ángel Di María. ¿Dirán presente en Paris? ¿Serán ellos dos de los tres refuerzos mayores del tope de 23 años que impone el reglamento del torneo olímpico? Masche fue claro: “Hablé con Leo después del triunfo y estaba muy contento. Él se alegra cuando a la selección le va bien. Todos saben la relación que tengo con él y con Ángel. Somos amigos, tenemos una relación espectacular. Pero los tiempos de la Selección mayor no son fáciles. Está la Copa América… Hay que ser precavido”.
De todas maneras, el Jefecito fue claro: “Obviamente vamos a hablar. Como entrenador tengo la obligación de invitarlos, pero uno entiende que tienen otros compromisos y dependerá de eso. No es tan sencillo. Ellos se ganaron el derecho de poder decidir qué hacer”.
Por Pablo Lisotto-LN