El candidato de Unión por la Patria es optimista al momento de evaluar los posibles resultados de este domingo.
Sergio Massa llegó al cierre de la campaña con un optimismo que nadie hubiese imaginado tiempo atrás. Después de atravesar semanas duras como candidato a presidente y ministro de Economía, el representante de Unión por La Patria está convencido de que sus números pueden ser la sorpresa del domingo. Así como la performance de Javier Milei se llevó todas las miradas el 13 de agosto, ahora el tigrense asegura que el porcentaje de votos que reciba será el dato destacado de la noche electoral que lo llevará a pelear el balotaje.
Massa nunca pudo despegarse de su doble rol, ni siquiera en las horas previas a la votación. Este viernes, ya en veda electoral, acopló reuniones con organismos como el BID, Banco Mundial y la CAF con un almuerzo de campaña con los intendentes de Tigre, Julio Zamora y San Fernando, Juan Andreotti.
Durante las últimas semanas, Massa debió ocuparse de controlar la suba del dólar paralelo de la que no dudó en culpar a su principal competidor, Javier Milei. El vínculo hasta ese entonces entre los dos dirigentes era bueno. Esto hizo, por ejemplo, que Massa llame al líder libertario después de las PASO para agradecerle que en su reunión ante el Fondo Monetario Internacional no haya boicoteado el acuerdo alcanzado por el ministro. En algo coinciden Massa y Milei: los dos aseguran que Juntos por el Cambio no hizo lo mismo. En la intimidad, la figura de LLA cuenta que Hernán Lacunza llamó a Darío Epstein, hombre fuerte en materia económica de Milei, para que haga caer los avances con el organismo internacional. “Si nos uníamos los dos partidos opositores, le armábamos flor de quilombo y eso es lo que buscaron los dirigentes de Bullrich”, dice en privado el candidato más votado en las PASO.
El objetivo sobre el final de la campaña fue mostrar a un “Massa líder” capaz de recuperar la estabilidad que el país necesita. Ahí entró su doble rol y como ministro apuntó contra los especuladores financieros e hizo que las pantallas del dólar blue se inmovilice en $900. Es más: también se puso el sombrero de sheriff para mostrar detenidos en los operativos en las distintas cuevas de la Ciudad de Buenos Aires. Ahora va por más y aseguran que tienen los nombres de futbolistas, representantes de jugadores, empresarios y “asesores tributarios” para apuntar contra cuentas off shore en el exterior de argentinos que no tienen declarado ante la AFIP los fondos.
“Cuando superó los mil pesos todos dijeron que íbamos a votar, con suerte con el dólar a $1500”, dicen desde Economía sobre la divisa norteamericana. Sobre lo que pueda pasar el lunes después del resultado prefieren no hablar.
Desde el búnker del oficialismo admiten que los movimientos del dólar paralelo afectaron más a Milei que al propio ministro y candidato. El oficialismo logró mostrar que los días de caos podrían ser un adelanto de un posible gobierno de Javier Milei. La campaña del miedo se puso en marcha al mismo tiempo que la disputa por las ideas del líder libertario. Sobre el final también apareció la discusión por sus condiciones psicológicas, algo que habían recomendado no poner sobre la mesa.
La campaña fue larga, con escándalos y turbulencias económicas, pero el candidato de Unión por la Patria se muestra como el mejor posicionado en la pelea contra los otros cuatro postulantes a la presidencia. Pocas horas después de las PASO, Massa logró instalarse como uno de los dos dirigentes que llegaría al ballottage. Casi ninguna encuesta marca otro escenario, aunque los sondeos de opinión pueden quedar, una vez más, como los grandes derrotados una vez que se conozcan los resultados.
En los chats de WhatsApp el sticker que más circula por estas horas es una estampita de Massa. Todos hablan del milagro cuando admiten que llegan competitivos. Massa espera el domingo tener más suerte que este viernes cuando fue a la cancha a ver a Tigre y aunque debía ganar, fue derrotado 2 a 0 ante Newell´s.
Por Rosario Ayerdi-Perfil