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Mauricio y Alberto agotaron el crédito de los porteños

Gestiones desastrosas facilitan el turno de las provincias y afectan a Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. Por Jorge Asís

Mauricio y Alberto agotaron el crédito de los porteños

1.- Schiaretti, Uñac, ¿Manzur?

Pese al hartazgo cultural del predominio porteño, la alternativa territorial del peronismo presenta el riesgo de diluirse.
Trasciende el tardío deslizamiento de Juan Schiaretti, El Gringo, sigilosamente estimulado por Guillermo Seita, Consultor de Amplio Espectro que suele moverse por toda la cancha.
Intentos de vertebrar un nuevo Frente. Alejado del manto incinerado de Mauricio Macri, El Ángel Exterminador, como de la intensidad perjudicial de La Doctora.
Se registró algún tanteo con el radical cientificista Facundo Manes, Cisura de Rolando. Es el continuador a la distancia de las innovaciones del conocimiento. Datos que en los ochenta le sirvieron a Rodolfo Terragno, Blanco y Radiante, para cautivar a la señora Pinky, y al presidente Raúl Alfonsín, que lo designó ministro.
El proyecto de Frente dibujado en el aire de Schiaretti-Seita todavía no se desvaneció en el amague.
Consta en actas nacionales pero para mantener con fuerza la atención en Córdoba, lo único que, en el fondo, les interesa.

Otra alternativa territorial que suele manosearse alude a la conducción de Sergio Uñac, El Peronista Presentable. Pero por ahora Uñac parece conformarse con disputar otro periodo en San Juan.
La expectativa de Capitanich, El Montenegrino Denso, tampoco prende.
Y menos se mueve la expectativa del secretamente admirado Gerardo Zamora, El Superador de Juárez. Patea con las dos piernas y se encuentra capacitado para cobrar votos por la ventanilla peronista y la radical. No olvidar su condición de radical originario.
A esta altura, y aunque falta tanto, solo puede confirmarse que quien se anima a anotarse de verdad en la carrera es el Premier Juan Manzur, El Menemcito, que se tomó con seriedad el diseño de Juan XXIII.
Mauricio y Alberto agotaron el crédito de los porteños

El tucumano de origen libanés se muestra discretamente dispuesto, aunque le tributa una inmerecida lealtad a Alberto Fernández, El Poeta Impopular. Por su proyección, El Poeta supo suministrarle desplantes anticipados.
La eventual postulación de Manzur contiene un fuerte anclaje desde el exterior.
Resulta llamativa la atracción que el personaje genera en círculos de Estados Unidos. Se trata del descendiente de árabes más valorado por la comunidad judía. Es espiritualmente apoyado por los rabinos que le reclaman al maronita las empanadas kosher y viven concentrados en el estudio de La Kabalah que fascinaba a Jorge Luis Borges.
Por las dudas -y para que aún le sirvan el café caliente- Alberto insiste con la causa irremediablemente perdida de su reelección.
Cuesta aceptar que después de cuatro años de Mauricio, El Ángel Exterminador, y tres del propio Alberto, el crédito para los porteños está agotado.
Los gobernadores del peronismo coinciden en bajarles el pulgar.
El fenómeno debiera ser registrado por los dos porteños de Juntos por el Cambio, el amontonamiento de enfrente. Horacio Rodríguez Larreta, Geniol, y la señora Patricia Bullrich, La Montonera del Bien. Ampliaremos.

Consta que los gobernadores son conscientes de la fragilidad de su teoría.
Los dos últimos gobernadores de provincias que llegaron a la presidencia como elocuentes federales se destacaron después como perfectos unitarios.
Carlos Menem, El Emir, que llegó desde La Rioja, y Néstor Kirchner, El Furia, desde Santa Cruz, fueron, en efecto, más centralizadores que los porteños que hoy descartan.
Ambos resisten las comparaciones porque demostraron ser dos jefes. De los tres jefes reconocidos que tuvo el peronismo en 77 años de historia. El otro -un detalle- fue Perón.

2.- Excepción bonaerense

Mauricio y Alberto agotaron el crédito de los porteños

El complejo que se extiende con los porteños no se traslada mecánicamente a los bonaerenses.
La excepción le depara cierta tranquilidad a Sergio Massa, El Profesional.
Aunque no hace falta que El Profesional se postule para la presidencia, unánimemente se descuenta que se va a postular, si es que le sale bien la demencial aventura de ser providencial ministro de Economía.
Es el protagonista de la Massa-dependencia que mantiene a todos los funcionarios atados a su suerte. Aunque no lo quieran. Tanto los gobernadores como La Doctora, instalada la pobre en medio del sándwich organizado por el clamor de sus adoradores, por consagrarla presidenta, y de los multiplicados detractores fascinados por la pasión de condenarla y meterla en cana.

La Provincia Inviable de Buenos Aires es más difícil de ser gobernada que el propio país cuyo destino condiciona. El peronismo conservó la hegemonía durante 32 años de los 40 que lleva la versión de la «democracia de la derrota», iniciada en 1983.
La explosión social del conurbano bonaerense es el escenario que concentra el exceso de la declinación. Consecuencias de la inmigración interna, y de la inmigración de los estados vecinos que supieron despejar gran parte de sus pobrezas con la exportación abnegada de pobres.
Hoy, en determinadas provincias, se registra una calidad de vida ostensiblemente superior a la del centro federal.
Aseveración que explica, acaso, las preferencias y ambiciones de los gobernadores conformes con limitarse a administrar el feudo, sin aspirar al calvario nacional.
“Déjenme tranquilo en mi jardín con la siesta”, ironiza un gobernador. «Quédense con la intensidad del conurbano y los cortes de los piqueteros”.

3.- Porteños afectados

Columna vertebral de Juntos, el PRO no puede perder el control del Maxikiosco del Artificio Autónomo, que despacha desde 2007.
Mauricio y Alberto agotaron el crédito de los porteños

Ocho años de Mauricio y otros ocho de Larreta, hasta 2023.
Pero ahora en el Maxikiosco compiten con la Unión Cívica Radical, el partido asociado que se dispone lícitamente a mandar.
Son cuatro los porteños del PRO que deben quebrar la obstrucción de los provincianos culturalmente hartos.
Dos son fundamentales, Larreta y Bullrich.
La Montonera del Bien es la dama que atravesó tres estadíos. De instrumento del Ángel pasó a ser competencia del Ángel. Hasta ser su problema principal porque ya no puede bajarla.
El Ángel la preparó para hostigar al verdadero rival que le impide ser el candidato natural para jugar el anunciado Segundo Tiempo. Larreta se dispone a enfrentarlo.
Para hostigarlo más a Larreta -y ahora también a La Bullrich- Mauricio promueve también para la presidencia a la señora María Eugenia Vidal, La Chica de Flores de Girondo. Y deja correr el rumor: Vidal puede ser, en efecto, la compañera de fórmula.
Sin ceder ninguna alegría a los socios radicales que están enviagrados y distan de conformarse con los honores de las changuitas. O de ser, sin piedad, números dos.