El hijo de ex-Presidente Carlos Menem habló como nunca antes sobre su enfermedad.
Cinco años después de enfrentar la difícil batalla contra un tumor cerebral, Máximo Menem, hijo de Cecilia Bolocco y Carlos Saúl Menem, compartió un emotivo mensaje de esperanza y resiliencia.
En una reciente entrevista con la revista L’Officiel, el joven recordó el día en que su madre anunció públicamente la noticia que estremeció a muchos. “Mi enfermedad me enseñó a aprovechar el momento, vivir al segundo y valorar y darme cuenta de todo lo que tengo”, aseguró.
El presente de Máximo Menem tras su enfermedad
En la entrevista, Máximo expresó su agradecimiento por su actual estado de salud y la presencia de su familia y amigos a su lado. Destacó la importancia de poder realizar actividades cotidianas, como correr, bailar y caminar, y cómo estas simples cosas adquieren un significado especial después de enfrentar la adversidad.
“En este minuto me encuentro muy pleno; antes siempre tenía algo de lo que preocuparme: mi tumor, el tema con mi papá, entre otras cosas. Ahora que está todo bien y encajó todo a la perfección, me siento mucho más libre, me preocupo menos por estupideces y logré soltar y desligarme”, compartió el joven, revelando la transformación personal que experimentó a lo largo de su proceso de recuperación.
A pesar de los desafíos, Máximo encontró un propósito en ayudar a aquellos que enfrentan circunstancias similares. Hizo mención de la Fundación CARE, creada por su madre Cecilia Bolocco, que busca apoyar a las personas afectadas por enfermedades cerebrales. “Cada vez está más presente y es necesario poder frenarlo y acompañar a las personas en su camino”, afirmó.
El joven concluyó la entrevista enviando un mensaje conmovedor a aquellos que están lidiando con enfermedades similares en la actualidad. “Le diría que va a hacer algo muy difícil, pero que tenga fe, esperanza y que nunca pierda la sonrisa. Cuando estaba pasando por mi enfermedad siempre mantuve una sonrisa de oreja a oreja, aunque lo estuviera pasando pésimo. Sin la compañía de mi mamá, la fe y la perseverancia, no sé qué hubiera sido de mí”, finalizó.