La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, defendió este jueves su gestión del naufragio que el 26 de febrero costó la vida al menos 72 migrantes en las costas de Calabria (sur), en una tensa rueda de prensa en la localidad de la tragedia.
Meloni evitó responder a los periodistas por qué los rescatistas tardaron tanto en responder al llamado de auxilio de las víctimas.
“Creo que la mejor manera de honrar a estas víctimas es hacer lo posible para que estas tragedias no se repitan. Por eso aprobamos en este Consejo de Ministros un decreto ley que aborda este asunto y lo hicimos para reafirmar que estamos decididos a derrotar el tráfico de seres humanos responsable de esta tragedia”, dijo la primera ministra, flanqueada por sus vicepresidentes Antonio Tajani y Matteo Salvini.
Meloni celebró “simbólicamente” el Consejo de Ministros en la localidad calabresa de Cutro, en cuyas costas se produjo el naufragio, y aprobó un decreto que aumenta las penas de cárcel hasta los 30 años a los traficantes que gestionan las barcas en las que viajan los inmigrantes a Italia.
La nueva doctrina, explicó, asumirá este nuevo delito como “universal” y será perseguido “incluso si se comete fuera de los confines nacionales”.