En el debate general del Bundestag, el canciller Friedrich Merz advirtió sobre un acuerdo de paz para Ucrania sin la participación de Europa. El partido de la oposición, la AfD, pintó un panorama sombrío para Alemania.
El Bundestag en Berlín decidirá esta semana sobre el presupuesto de 2026. Allí se celebrará un debate general sobre los problemas más importantes que enfrentan actualmente el país y la sociedad.
El canciller alemán, Friedrich Merz (CDU), habló sobre los numerosos desafíos políticos y afirmó que el asunto más importante, en este momento, es el poner fin a la guerra de Rusia contra Ucrania.
Merz: la "coexistencia pacífica" en el punto de mira
Durante días, Merz, junto con otros líderes europeos, ha intentado ganar terreno en las negociaciones entre Estados Unidos y Rusia. En el Parlamento, dijo al respecto: "No queremos lograr la paz a costa de la capitulación, sino de la coexistencia pacífica entre los pueblos de Europa, basada en nuestros valores democráticos y liberales".
El plan inicial de paz de 28 puntos, presentado por el gobierno estadounidense, en gran medida recoge los intereses de Rusia, además de incluir amplias concesiones territoriales a expensas de Ucrania.
Desde la presentación de dicho plan, según declaró el canciller, está en contacto constante con, por ejemplo, el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro británico, Keir Starmer: "Queremos que esta guerra termine lo antes posible. Pero un acuerdo negociado entre grandes potencias sin el consentimiento de Ucrania y sin el consentimiento de los europeos no será la base para una paz verdaderamente sostenible".
"¡Solo hay un agresor!"
Pero Merz también sabe que sin EE. UU., no habrá paz: "Por lo tanto, celebro el continuo compromiso de Estados Unidos con la resolución de este conflicto. Y se lo dije al presidente Trump, exactamente en una llamada telefónica el viernes pasado".
"Europa no es un peón, sino un actor activo. La guerra podría terminar mañana si Rusia pusiera fin a su guerra, que viola el derecho internacional: ¡Solo hay un agresor!", exclamó Merz en el Bundestag.
Con tanta pasión por Europa y presión por Ucrania, los numerosos problemas que enfrenta el gobierno alemán en su propio país pasaron casi a un segundo plano. Los índices de aprobación del gobierno de coalición entre los conservadores CDU/CSU y los socialdemócratas (SPD) son bajos, tras solo seis meses de mandato.
Por otro lado, Merz intenta conseguir una mayoría para su reforma de pensiones, criticada sobre todo por los miembros más jóvenes de su propio partido, por ser demasiado costosa e injusta para todas las generaciones. Merz propuso en el Parlamento abogar por un "consenso intergeneracional": "Estamos apenas al comienzo de las reformas que nuestro país necesita con tanta urgencia".

La guerra en Ucrania continúa a pesar de las negociaciones. En la imagen, un edificio en Kiev tras ser atacado por drones rusos.
Weidel: "Coalición en fase terminal"
Tradicionalmente, el debate general lo inaugura el partido de oposición más fuerte, en este caso, lo hizo el partido en parte de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD). La líder del grupo parlamentario y presidenta del partido, Alice Weidel, pintó un panorama muy sombrío para Alemania: "Esta coalición, en fase terminal, se asemeja cada vez más al puente de mando del Titanic".
Weidel presentó un plan de 12 puntos para Alemania: un cambio radical en la energía eólica y solar, la construcción de nuevas centrales nucleares y una "política de puertas cerradas” en materia de inmigración. Además, elogió los viajes a Rusia, duramente criticados, de algunos de sus compañeros de partido. Según la política, la AfD es el único partido que mantiene buenos contactos con Estados Unidos y Rusia.
En el Parlamento reiteró su oferta de forjar de inmediato una coalición entre la extrema derecha y la derecha. Afirmó que ya existía una mayoría parlamentaria a favor de una alianza entre los conservadores y la AfD. Merz no realizó posteriormente comentarios al respecto durante su discurso.
Como en muchos debates anteriores, el tono fue duro y el ambiente tenso. El líder parlamentario del otro partido en coalición, el socialdemócrata Matthias Miersch, intentó despolitizar el emotivo debate en torno a las pensiones: "Realmente podemos lograr grandes cosas en esta gran coalición y dar sostenibilidad al sistema de pensiones".
Por Jens Thurau-DW

