Tras la firma del acuerdo con el FMI, es el conflicto más importante de política exterior del Presidente y hay desconcierto en la Casa Rosada
Luego de la firma del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el mayor conflicto internacional del gobierno de Javier Milei es definir una estrategia que le permita incumplir los exigentes pedidos de los Estados Unidos para romper negocios, préstamos y relaciones comerciales con la República Popular China, comprometidos y por los cuales el gobierno de Xi Jimping lanzó una dura advertencia de represalias.
"Por aquí pasa el nudo gordiano de la política exterior del país luego de haber firmado el acuerdo con el FMI", señaló a iProfesional una alta fuente del Gobirerno, al referirse al giro del Fondo por 20.000 millones de dólares.
"No hay un equipo armado para responder a este dilema entre los Estados Unidos y China", señaló a iProfesional una alta fuente de un ministerio de Milei.
Guerra comercial entre Donald Trump y Xi Jimping: la posición del Gobierno de Argentina
El gobierno de Donald Trump le sugirió al de Milei que cancele el swap (préstamo) del Banco de China y reduzca drásticamente el comercio internacional y otros proyectos estratégicos muy avanzados e imposibles de retrotraer: la central nuclear Atucha III, la base espacial en Neuquén, el telescopio espacial en San Juan, proyectos de represas y puertos en Tierra del Fuego, la explotación del litio, cobre y las novedosas "tierras raras" de minerales, entre otros.
La administración Trump le declaró la guerra comercial a China con altísimos aranceles de 145% a las importaciones de China, respondidas por el gobierno de Xi con tasas de 125%, además de una fuerte presión trumpista sobre los 140 países socios de China para romper relaciones con Pekin.
Por estas presiones, el gobierno chino lanzó este lunes una advertencia global a todos los países de que si se dejan presionar por Trump tendrán fuertes represalias. En ese mar de tiburones se mueve Milei y su diplomacia de alineamiento incondicional con Estados Unidos e Israel, pero fuerte dependencia de los capitales de China.
La cuestión preocupa al jefe del Gabinete, Guillermo Francos, y a los ministros de Economía, Luis Caputo, y de Seguridad, Patricia Bullrich. Y por supuesto, al "Triángulo de Hierro" compuesto por su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el asesor principal, Santiago Caputo.
Karina Milei tiene a Diego Sucalesca, director de la Agencia Argentina de Inversiones. Milei tiene como jefe de asesores a Demian Reidel, vinculado a temas de tecnología e Inteligencia Artificial, pero no hay un equipo para ocuparse del conflicto.
En este contexto, Milei viajará este jueves a la noche a Roma para participar del funeral del papa Francisco y su entorno espera que traiga fotos con sus pares de los Estados Unidos, Donald Trump, y de Italia, Giorgia Meloni.
Por ahora, Milei buscó una reunión en la Casa Blanca con Trump, que no consiguió, y postergó una invitación de Xi Jimping para visitar China, aun sin fecha.
"Las durísimas demandas de Trump ponen tensión la relación con Xi Jimping, que presiona para no les quiten proyectos estratégicos, como Atucha III", señaló a iProfesional una alta fuente de un ministerio estratégico.
"Lo que piden los chinos es que se respete el contrato firmado con el expresidente Alberto Fernández", señaló la fuente. En el Gobierno confirmaron la presión china y agregaron que son 12.000 millones de dólares en una central nuclear gigante que algunos en el Gobierno asignan poca utilidad y haberse originado por un interés puntual del kirchnerismo.
El ex embajador ante los Estados Unidos y China, Diego Guelar, dijo a iProfesional que "las condiciones que quiere imponer Trump en los 140 países socios de China son de imposible cumplimiento y en el mundo no son aceptadas".
Otro acuerdo que la Argentina hizo con China durante el gobierno de Alberto Fernández, al que Xi le asigna importancia estratégica, es la Ruta de la Seda, una franja de obras públicas gigantes para el comercio entre los países.
En sintonía con Guelar, altos diplomáticos señalan en reserva que esta tensión "es el mayor dilema y conflicto que debe resolver Milei en la tensión entre Estados Unidos y China, todo es nuevo, todo es adivinación, hay que cumplir algunas exigencias y otras postergarlas, no olvidemos que China es el principal mercado comprador de soja, aceite y harina de soja, pedirán lo mismo que Estados Unidos, todos opinamos, pero nadie sabe nada ante esta novedad".
También al misterio le agregan hermetismo. "En reserva total, se imagina que las negociaciones son muy reservadas, pero se viene trabajando y fuerte", señaló un funcionario. En todos los casos se percibe una profunda preocupación no saldada.
Javier Milei, entre dos fuegos: Estados Unidos o China
La feroz presión de Estados Unidos sobre la Argentina y 140 países socios provocó una respuesta del gobierno de Xi Jimping: que no limiten el comercio con China. De lo contrario, Pekin tomará represalias contra los países que se dejen influir por Donald Trump. Milei está entre dos fuegos, porque la Argentina es dependiente del mercado chino y los Estados Unidos no pueden sustituirlo.
"La dominación no traerá la paz, y el compromiso no generará respeto", declaró el Ministerio de Comercio de China en un comunicado. "Buscar supuestas exenciones perjudicando los intereses de otros para obtener beneficios egoístas y miopes es como negociar con un tigre por su piel. Al final, solo conducirá a una situación en la que todos pierden", advirtió el gobierno chino.
"China se opone firmemente a que cualquier parte llegue a un acuerdo a expensas de los intereses de China", afirmó y anticipó que "tomará contramedidas decididamente".
Algunas exigencias de los Estados Unidos se postergarán. En el caso del swap chino, la semana última el ministro de Economía, Luis Caputo y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, renovaron el préstamo.
Sin embargo, la cancelación de esa línea de financiamiento de las reservas del Banco Central había sido pedida por el enviado para América Latina del Departamento de Estado, Mauricio Claver Carone, hace dos semanas en Washington, y por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, al visitar a Milei y al propio Caputo en una entrevista con Bloomberg.
En cambio, otra podría ser la suerte en otros proyectos. La central nuclear Atucha III fue prorrogada en 2023 hasta 2025. Ahora el gobierno de Milei frena la reanudación y China pide que se respete lo firmado. China ofrecía el 85% del financiamiento, pero Argentina reclamaba el 100% del costo estimado en 12.000 millones de dólares. El proyecto fue firmado entre la empresa estatal Nucleoeléctrica SA y la Corporación Nuclear Nacional de China (CNNC).
Otro proyecto en marcha es el Radiotelescopio Chino Argentino (CART) en Calingasta, San Juan, que comenzaría en 2026 en su fase final de ensamblaje para constituir un polo astronómico internacional.
Participaron el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y la Universidad Nacional de San Juan con el gobierno de la provincia y el Observatorio Astronómico Nacional de la Academia de Ciencias de China.
Sigue molestando al gobierno de los Estados Unidos la base satelital china en Neuquén, porque la información de inteligencia norteamericana asegura que encubre una base militar. Por eso China mostró su base en diciembre último a los medios de prensa y ofreció llevar un astronauta argentino al espacio para llegar a Marte, algo que no cayó bien en Washington porque desnuda una carrera espacial del Siglo XXI que no le gusta nada a Trump ni a Elon Musk, funcionario trumpista y dueño de Space X.
Proyectos y recursos que son motivo de disputas entre Estados Unidos y China
Por otra parte, en el Gobierno señalan como nuevo motivo de disputa entre ambos países las novedosas "tierras raras", que son recursos del subsuelo argentino que contiene 17 elementos de la tabla periódica de minerales. Forma parte de la disputa tecnológica entre Estados Unidos y China.
Son vitales para la producción de altísima tecnología, como los chips para la Inteligencia Artificial, y la transición energética e incluso la fabricación de armas.
Se las llaman "raras" porque son difíciles de descubrir en el subsuelo terrestre. Entre esos elementos figuran el Escandio, el Itrio, el Cerio, el Praseodimio, el Neodimio, el Europio y tantos otros como el Uranio que existen en yacimientos argentinos, pero aún no se sabe la cantidad y la ubicación, aunque se estima que es en la Cordillera de los Andes, donde también hay oro. Sirven como combustible para aviones de combate, armas y comunicaciones.
Se trata de una variante del litio, recurso junto al cobre que los Estados Unidos le quieren disputar a China y que nuestro país produce en forma incipiente. En ese sentido, también el régimen de Xi Jimping quiere avanzar con la construcción de un puerto en Tierra del Fuego, como los que construyó en Brasil y en Perú para exportar al mundo.
La acción para impedir ese proyecto estuvo vinculada con la llegada a la Argentina el año último de la jefa del Comando Sur, general Laura Richardson, que también puso en la mira a la base espacial en Neuquén, o militar, según Washington.
Según analistas internacionales, China se posicionó en 140 países como socio principal y Estados Unidos llega tarde al reclamo para desarmar acuerdos comerciales y empresariales, máxime porque que Washington no ofrece a cambio los mismos negocios en reemplazo de China.
"Ninguno de esos países puede prescindir de China. Es una orden de cumplimiento imposible. Y va a fracasar y el mundo lo va a tomar en broma porque no es serio", señaló a iProfesional un analista que pidió reserva de su nombre.
En el gobierno de Milei tienen certeza de que China va a presionar en contra de los Estados Unidos por todos los proyectos y por mantener el comercio internacional: China es el mercado más grande para las exportaciones agrícolas. "Los chinos quieren que se cumpla lo que firmó Alberto Fernández y no es fácil decirles que no", señalo un funcionario de Milei, preocupado por la falta de reacción oficial.

Por Mariano Obarrio-IProfesional