El controvertido ministro de Economía, Luis Caputo, toma las riendas de los cuestionados fondos fiduciarios del Estado, en una movida que concentra dinero y despierta suspicacias en medio de ajustes y tensiones fiscales.
En una jugada que dará mucho que hablar, el Gobierno selló en el Boletín Oficial el destino de los fondos fiduciarios, entregándole a Luis Caputo, titular del Ministerio de Economía, las riendas de aquellos vinculados “plena o parcialmente” con bienes del Estado. La decisión, plasmada en el decreto 215/2024, se traduce en un control férreo sobre millonarios recursos en un contexto de agudo ajuste fiscal.
La maniobra, anticipada por el diario La Nación, finalmente vio la luz en el Boletín Oficial con la firma del presidente Javier Milei. El artículo 1° del decreto no deja margen para interpretaciones: Caputo asume como fiduciante, dirigiendo y conduciendo los fondos antes administrados por entidades como los bancos BICE y Nación.
La movida no carece de polémica, ya que, en los casos donde el Congreso haya designado otro fiduciante, el Ministerio de Economía deberá emitir su opinión. Esto plantea interrogantes sobre la autonomía de la decisión frente a la voluntad legislativa.
Adicionalmente, se le encomienda al Ministerio realizar, en 60 días, una auditoría integral de los fondos fiduciarios. La medida, presentada como una búsqueda de transparencia, pone bajo la lupa la gestión pasada y actual, señalando deficiencias en procedimientos administrativos, falta de transparencia y desactualización en la documentación de respaldo.
Desde el Ejecutivo, argumentan que la medida apunta a analizar y cerrar fideicomisos que presentan irregularidades. Con cerca de 29 fondos fiduciarios en el país, el presupuesto anual involucrado asciende a unos $1,5 billones, aproximadamente el 2% del PBI. La administración Caputo se propone revisar números que, según el Gobierno, no cierran y mejorar la transparencia.
Es relevante recordar que este movimiento surge tras el rechazo legislativo a la intención de disponer de los fondos de manera discrecional, lo que llevó a la Casa Rosada a buscar una nueva estrategia para ejercer control sobre estos recursos.
En resumen, el controvertido manejo de los fondos fiduciarios por parte de Luis Caputo abre un capítulo en la economía argentina, despertando dudas sobre la transparencia y el control en una gestión que promete revisar y cerrar fideicomisos, pero que también levanta suspicacias en medio de tensiones políticas y fiscales.
Fuente:
https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/304209/20240304
Por Walter Onorato-EO