En la presentación ante el Congreso, Milei no anunció ningún presupuesto, sino sus acostumbrados y deshilachados lugares comunes.
En la única referencia concreta al tema, señaló que el resultado de la caja del Estado debía asegurar en todo momento el pago de los vencimientos de capital e intereses de la deuda pública. O sea que el único rubro efectivamente “presupuestado” es el de los compromisos con los acreedores. El presupuesto, en esas condiciones, pasa a ser una caja única al servicio de esa deuda, extendido a provincias y municipios. De todos modos esa deuda es impagable. Argentina no tiene los 25 mil millones de dólares que vencen en 2025, y se comprometió a no hacerlo con nueva deuda.
La política de deflación de precios, mientras continúa el aumento de los servicios públicos básicos, para valorar la deuda pública, lleva a una depresión económica insostenible. El ‘presupuesto’ de Milei es inviable. Milei se apresta a gobernar a puro decreto y a convertirse en un gobierno de facto.
La población trabajadora de Argentina ya ha fijado posición con un descomunal boicot a la cadena nacional.
Comunicado del Partido Política Obrera