Con una base productiva diversa, más de 9.000 productores y casi 100 pymes industriales, Misiones lidera con amplitud la cadena yerbatera frente a una producción correntina de mucho menor volumen e hiperconcentrada.
La yerba mate es una de las cadenas productivas más importantes del NEA, pero existe una afirmación persistente que los datos oficiales del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) se encargan de desmentir: el de una provicia de Corrientes pujante que lidera la producción y el envasado. Lo cierto es que Misiones, tanto en volumen como en cantidad de actores industriales y productores, supera ampliamente a Corrientes en cada eslabón de la cadena de la yerba mate.
Yerba mate pura: Misiones envasó 20% más que Corrientes en 2024
Durante todo el 2024, Misiones procesó 120.961.352,71 kilos de yerba mate pura en origen para el mercado interno, mientras que Corrientes envasó 100.923.758,69 kilos. La diferencia es de 20.037.594,02 kilos, lo que representa un 19,85% más de volumen procesado por parte de Misiones.
En los primeros cinco meses de 2025, la tendencia se mantiene. Misiones lleva procesados 51.747.696,45 kilos de yerba pura, contra 47.378.423,35 kilos de Corrientes, una diferencia de 4.369.273,10 kilos, que equivale a un 9,2% más a favor de Misiones.

Yerba mate compuesta: Misiones aventaja a Corrientes por casi un 25%
Si se analiza la yerba mate compuesta la diferencia es aún más significativa.
En 2024, Misiones envasó 126.043.555,99 kilos, mientras que Corrientes procesó 101.041.246,59 kilos. La diferencia fue de 25.002.309,40 kilos, es decir, Misiones superó a Corrientes en un 24,75%.
En lo que va de 2025, Misiones mantiene esa ventaja con 57.900.809,33 kilos procesados, frente a los 47.648.711,49 kilos de Corrientes. Son 10.252.097,84 kilos más, una diferencia porcentual del 21,5% a favor de Misiones.
Misiones, una industria de múltiples actores
El liderazgo de Misiones no es solo cuantitativo. También se expresa en la diversidad y amplitud de su base industrial. Durante 2024, Misiones contó con 91 operadores envasadores, mientras Corrientes tuvo solo 6.
En 2025, hasta mayo, Misiones registra 86 operadores activos, frente a los mismos 6 de Corrientes. Esta amplitud refleja de manera sostenida un modelo misionero pyme, territorializado y competitivo, en contraste con la alta concentración oligopólica de Corrientes, donde pocos actores concentran todo el volumen procesado.
La base productiva está en Misiones
La supremacía misionera también se verifica en la materia prima. En 2024, Misiones procesó 834.836.264,59 kilos de hoja verde, en 179 secaderos y con 9.112 productores registrados. Corrientes, por su parte, procesó 150.632.198,00 kilos, en 10 secaderos y con tan sólo 597 productores.
La diferencia en volumen es abrumadora: 684.204.066,59 kilos más en Misiones, lo que representa un 454% más de hoja verde procesada. Pero admeás el volume total de kilosmprocesados en Misoones representa el 85% de toda la producción nacioal, una cifra contundente y determinante.

En cuanto al número de productores, la diferencia es de 8.515 personas más en Misiones. Y la balanza se vuelca aún más a la tierra de las cataratas y la selva cuando se tiene en cuenta la infraestructura industrial: los 179 secaderos de Misiones representan 18 veces la cantidad de los que hay en Corrientes.
En los primeros cinco meses de 2025, las cifras siguen confirmando el liderazgo de la Tierra Colorada. Misiones procesó 252.148.764,15 kilos de hoja verde, con 162 secaderos y 4.954 productores. Corrientes, en ese mismo período, llegó a 64.186.193,00 kilos, con 8 secaderos y 375 productores. En lo que va del año, Misiones vuelve a tener un peso preponderante en la producción, con el 80% del volumen.
En lo que va de 2025, Misiones procesó 187.962.571,15 kilos más de hoja verde, lo que representa un 293% más que Corrientes.
Un modelo productivo territorialmete distribuido y socialmente inclusivo
Estas cifras no son solo estadísticas: reflejan dos modelos productivos diametralmente opuestos. Misiones construyó una cadena yerbatera basada en la inclusión de pequeños y medianos productores, cooperativas y pymes industriales, extendidas en todo el territorio. Este modelo genera trabajo local, arraigo rural y valor agregado en origen.
En cambio, Corrientes concentra su estructura industrial en pocas manos. Con apenas 6 operadores y menos de 400 productores, toda su cadena está verticalmente integrada en grandes grupos empresariales, sin capilaridad social ni diversificación.
Misiones no solo procesa más hoja verde y más yerba mate envasada, sino que lo hace con una infraestructura mucho mayor. Sus 91 envasadores, 179 secaderos (en 2024) y más de 9.000 productores configuran un entramado productivo robusto, descentralizado y eficiente.
Los datos oficiales del INYM permiten desmontar el mito instalado en algunos sectores sobre el supuesto liderazgo de Corrientes en el sector yerbatero. Lejos de eso, los informes evidencian que Misiones es la provincia que lidera con claridad todas las etapas de la cadena: desde la producción primaria hasta el envasado para el mercado interno.
Ese liderazgo no se basa en concentración, sino en inclusión y en un entramado industrial que da trabajo a miles de familias en toda la provincia.
En Corrientes no hay efecto derrame por la producción de yerba mate
Durante una intervención en el Noticiero Central de Canal Doce, el periodista Juan Carlos Arguello se refirió a las diferencias entre los modelos productivos de la yerba mate en Misiones y Corrientes. Señaló que los datos actuales exponen un esquema distinto en cada provincia.
“El modelo misionero es de arraigo, de expansión, hay yerba mate en casi toda la provincia de Misiones, incluso en Posadas hay yerba mate pero es de arraigo rural”, expresó. Contrastó esa característica con el sistema correntino, donde —según indicó— “se benefician una o dos empresas grandes y el resto no tiene ningún tipo. No hay derrame económico detrás de eso”.
Arguello consideró que en Misiones sí existe un efecto multiplicador. “Por eso la defensa fuerte que hace la política del gobierno provincial, de por un lado el INYM para recuperar sus facultades y también buscar herramientas para mejorar la calidad de vida del productor”, señaló.