Desde la Feria del Libro de Trelew, el gobernador de Chubut, destacó la necesidad de mirar hacia adelante sin desplazar a los mayores. También habló sobre su relación institucional con el presidente Milei y alertó sobre el riesgo de que los partidos pierdan identidad en alianzas
El gobernador de Chubut, Ignacio Torres, dialogó con Infobae en el living de Bajalibros y Leamos durante la Feria del Libro y de las Artes de Trelew, donde destacó la necesidad de un trasvasamiento generacional en la política argentina y reflexionó sobre el rol de Mauricio Macri en el liderazgo del PRO. “Creo en el trasvasamiento generacional en toda la dirigencia argentina”, afirmó, y explicó que este proceso no implica desplazar a los mayores, sino adoptar una “mirada hacia adelante” en la que jóvenes preparados asuman roles relevantes. Para Torres, este cambio es clave para construir consensos que beneficien a todos.
Al referirse a su relación con el Presidente, Javier Milei, Torres fue claro: “La relación es como tiene que ser hoy la relación entre jurisdicciones, entre poderes, que es institucional”. Subrayó que su apoyo o rechazo a las políticas nacionales dependerá del impacto que tengan en su provincia, y criticó los enfrentamientos ideológicos que considera estériles, afirmando que hay “muchas cosas para pelear para que (el país) salga adelante en vez de pelearnos por pavadas en las redes sociales”. Y agregó: “Hay muchos dirigentes que están más preocupados por las encuestas que por defender a la gente que los eligió”.
A su vez, Torres llamó a hacer un país más federal “si un gobierno cree que el Estado nacional se tiene que ocupar solamente de las relaciones exteriores, de la seguridad nacional y de la macroeconomía, entonces no le cobremos impuestos a la gente para arreglar rutas, o para los hospitales nacionales”
Respecto a una posible alianza entre el PRO y La Libertad Avanza, Torres advirtió sobre el riesgo de que un partido pierda su identidad si es “fagocitado por otro”. Además, sostuvo que los dirigentes deben evitar rodearse de “alcahuetes que te dicen que está todo bien”, ya que eso los aísla de la realidad y les hace perder el vínculo con la gente.
―Con Milei ha tenido un vínculo repleto de idas y vueltas, con momentos de mayor afinidad y otros de mucha tensión; ¿cómo define hoy su relación con el Presidente?
―La relación es como tiene que ser hoy la relación entre jurisdicciones, entre poderes, que es institucional. Lo que hay que entender es que no es todo blanco y negro para defender los intereses de mi provincia. Es lo que hice y voy a seguir haciendo. Cuando nos beneficie, lo vamos a acompañar y cuando haya una medida que atente contra los intereses de la provincia o consideremos que atente contra los intereses de la nación, vamos a estar enfrente. Creo que hay muchos dirigentes que están más preocupados por las encuestas que por defender a la gente que los eligió. Y, en mi caso, cuando tuve que plantarme por defender nuestros recursos, lo hice; y cuando tuve que acompañar alguna medida que era buena para nuestra provincia, por ejemplo, el capítulo de hidrocarburos, que fue muy bueno, lo militamos y lo acompañamos. Hace falta una mirada racional y creo que, generacionalmente, tenemos la responsabilidad de mirar hacia adelante, al futuro, enseñarles programación a los chicos. Ojalá no perdamos tiempo mirando por el espejo retrovisor y haciendo revisionismo berreta, de otras décadas, que nos llevan a dividirnos, a pelearnos y son discusiones inconducentes. Tenemos muchas cosas para pelear para que salga adelante en vez de pelearnos por pavadas en las redes sociales.Torres afirmó que su relación con el Presidente, Javier Milei hoy es “institucional”, basada en los intereses de su provincia
―Basándose en su experiencia como gobernador, diputado y senador, ¿le sorprende el modo de gestión del gobierno libertario, por ejemplo en el Congreso, donde confronta a pesar de que está en minoría y necesita hacer acuerdos para poder avanzar con los proyectos de ley?
―Uno, cuando le toca gobernar, tiene que tener la humildad de escuchar a todos, y despojarte del “ellos” y el “nosotros”. A mí me ha pasado que algunos proyectos de ley que presenté, diputados de otras bancadas no me han acompañado y no por eso los escraché con que son traidores a la patria. Y muchas veces, diputados de otros sectores me han acompañado porque gobernar es explicar, mostrar lo uno va a hacer y cómo. Subir enemigos imaginarios al ring todo el tiempo para tener centralidad en la agenda no es gobernar, eso es ganar tiempo. Y la Argentina necesita acomodar la macroeconomía, pero también atender temas que son importantes. Si un gobierno cree que el Estado nacional se tiene que ocupar solamente de las relaciones exteriores, de la seguridad nacional y de la macroeconomía, entonces no le cobremos impuestos a la gente para arreglar rutas, o para los hospitales nacionales. Descentralicemos esas arcas y vayamos hacia un país federal. Esa es la discusión importante. Cuando uno ve las sesiones en el Congreso, con discusiones chabacanas, da mucha tristeza e indignación. En algún momento, hay que llamar a la unidad nacional en los temas en los que estamos de acuerdo y por ellos tenemos que pelear para que la cosa avance. Lo peor que nos puede pasar como país es volver a frustrarnos.Desde la Feria del Libro, Torres advirtió sobre alianzas que “fagocitan” a los partidos y debilitan su identidad
―¿Está de acuerdo con la idea de que el PRO busque acuerdos y alianzas con La Libertad Avanza de cara a las elecciones del año que viene?
―Creo que, cuando un espacio es fagocitado por otro, pierde la vocación de poder, la razón de ser. Si el gobierno nacional necesita algo es espíritu crítico. Qué mejor que escuchar a alguien que tiene la vocación de acompañar, ayudar, pero también vocación de decir “no es por acá”. Cuando uno se rodea de alcahuetes que te dicen que está todo bien, que sos un campeón, te aislás, perdés el vínculo con la gente y eso no lo podemos perder. Hoy necesitamos que toda la dirigencia tenga la humildad suficiente para escuchar al que no piensa como nosotros y gobernar para los que nos votaron y los que no, y buscar que los consensos no sean por un toma y daca o un recambio de figuritas. Y los consensos sean para el bien de la Argentina.
―¿En qué situación está el liderazgo de Mauricio Macri dentro del PRO? ¿Se buscan nuevos liderazgos?
―Creo en el trasvsamiento generacional en toda la dirigencia argentina. Recién te hablaba de esta necesidad de mirar para atrás todo el tiempo. Muchos, incluso varios gobernadores, somos hijos de la democracia y tenemos la vocación y tenemos el coraje de hablar con los que no piensan como nosotros. Creo que es necesario un trasvasamiento generacional y somos pioneros. Tenemos [en Chubut] una de las Legislaturas que bajó la edad en todo el país, donde hubo una apuesta importante por jóvenes que se prepararon, que tienen ganas de hacer, del rol del Estado, la cuestión pública y que tienen profunda vocación de servicio. Se está dando naturalmente y es un momento visagra. En el Congreso, sobre todo en Diputados, ver de las dos bancadas mayoritarias cómo el debate se vuelve inconducente, muchas veces, porque nos empezamos a traer heridas viejas. Y cada uno lee el diario que dice que tenés la razón, lo mismo con la radio y terminan habiendo dos Argentinas distintas, dos realidades distintas y nunca nos ponemos de acuerdo en proyectos. Ese trasvasamiento generacional no implica tirar a uno de 60 por la ventana y cambiarlo por dos de 30, sino que un cambio de mentalidad y mirar para adelante.
―Se está por cumplir un año del gobierno de Milei, ¿qué calificación le pone a estos 11 meses de gestión? ¿Lo mejor y lo peor?
―Lo mejor es haber roto con un montón de tabúes y de manera disruptiva, dar discusiones incómodas. Celebro que alguien que el día de mañana quiera ser presidente ―desde el tipo más poderoso de la Argentina hasta el más humilde―, que defienda una idea, a partir de ahora, está demostrado que puede ser presidente. Sin tener estructura, sin tener un solo consejal, sin tener gobernadores, sin tener un partido fuerte que lo acompañe, puede serlo. Ahí se pateó el tablero en serio. Eso es lo verdaderamente disruptivo de un espacio nuevo, que no coincidimos en muchas cosas, pero está bueno que la democracia funcione y que no sea necesario todo ese aparato para poder acceder al poder y eso lo celebro. Hay muchos chicos comprometidos porque hay una juventud que está muy entusiasmada con el cambio de paradigma. Ese es el mayor activo que tiene este gobierno y ojalá no lo desperdicie mostrando que es más de lo mismo.
[Fotos: Gentileza del Gobierno de la Provincia de Chubut y Municipalidad de Trelew]
Por Belén Marinone-Infobae