Además advierten por el “preocupante” derrumbe en las ventas. Así lo confirmó el presidente de Cecha, la confederación que nuclea a empresarios de hidrocarburos, en declaraciones radiales.
Una realidad elocuente que ya se podía ver al momento de ir a las estaciones de servicio y solo ver la conducta de los consumidores, un contexto complejo que empujó a un cambio en los hábitos de consumo que se profundizó en los últimos meses. Los usuarios de vehículos dejaron de consumir combustible de calidad “premium” y ahora cargan el tanque con opciones menos costosas como la “super”.
En ese marco, el presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos de la Argentina (Cecha), Isabelino Rodríguez, en recientes declaraciones radiales a colegas de Futurock y CCN Radio, señaló que los combustibles recibirán el impacto de un fuerte aumento en los precios durante marzo, abril y mayo, producto de que “el Gobierno restituyó el impuesto a los combustibles líquidos“, a la vez que alertó por la “preocupante” caída en el consumo, con niveles de demanda que siguen a la baja.
“En el último mes y medio o dos meses, se va produciendo una caída en la demanda que empieza a ser preocupante para nosotros como sector“, remarcó el titular de la entidad.
Un impuesto diferido
Respecto del desplome en las ventas que se traduce en una gran preocupación y estado de alerta para el sector, los estacioneros precisaron que el impuesto que fue restituido para aplicarlo a los combustibles, no era implementado durante la gestión del Gobierno de Alberto Fernández de acuerdo a lo establecido por “una resolución administrativa”, que así lo dispuso y autorizó.
En concreto, sobre el tributo que ya se refleja en los surtidores, Rodríguez remarcó que hubo “un diferimiento impositivo que impuso el gobierno anterior para no encarecer el precio de la nafta, pero había una ley que había que aplicar, que no lo hizo, y recién ahora se está aplicando”. En ese sentido, agregó que “durante tres años el impuesto a los combustibles líquidos no fue trasladado al surtidor. Recién el mes pasado el Gobierno lo trasladó de forma parcial para no hacerlo de una sola vez. Y ahora eso, por un decreto del Ejecutivo en lo que corresponde a 2023, se traslada en tres veces: marzo, abril y mayo”. Por consiguiente, en la práctica se refleja con “un 4% de aumento este mes para los combustibles líquidos“.
Desde Cecha dejaron en claro desde el sector que no son ellos quienes empujan a la suba de precios en la venta de combustibles. “No somos formadores de precios, somos el último eslabón de la cadena de comercialización”. Estamos en un proceso de caída de demanda y si alguna petrolera hiciera un incremento no sería significativo”, apuntó al tiempo que destacó que “es un tema de política energética. Antes, un litro de combustible valía más barato que un litro de agua en botella. Había un absurdo en los precios”, dijo en diálogo con CNN Radio.
Cambio en el hábito de consumo
Un reciente relevamiento de la consultora Politikon Chaco, reveló que después de la liberación del mercado de combustibles implementada en enero, se evidenció un fuerte derrumbe en el consumo de nafta de primera calidad. Los usuarios de vehículos al acercarse a las estaciones de servicios ya no cargan preferentemente combustible “premium” y optan por el consumo de nafta “súper”, un combustible inferior, tanto en calidad como en precio.
El informe claramente reflejó un notorio cambio de hábito en los consumidores de la clase media, que se ve empujada a aplicar también una “política de shock” y recortes en sus presupuestos privados.
Combustibles en cifras
Cabe señalar que enero 2024 fue el mes donde se recibió el mayor impacto por la suba de precios en los surtidores argentinos. El precio de la nafta subió un 27%, marcando el segundo incremento en lo que va del actual Gobierno, tras la suba registrada en diciembre último que rondó entre el 35% y el 45%.
Como efecto colateral, el trabajo de análisis precisó que a nivel nacional, el consumo de nafta premium se desplomó 22,7%, tras la liberación de los precios en enero último. Ello se traduce en que los niveles de venta en todo el país solo alcanzaron 1.466.485 metros cúbicos de combustible, contabilizando la venta de naftas y gasoil. Estas cifras reportan niveles de venta con la mayor contracción registrada desde febrero de 2021.
Comparando los datos de enero 2024 con el mismo período de 2023 la caída alcanzó el 5,8%. Respecto de diciembre la caída fue del 7,5%, dice el informe de Politikon Chaco. También reflejó: “El inicio del 2024 exhibió un panorama altamente negativo a nivel nacional, ya que solo una de las veinticuatro jurisdicciones sub nacionales mostró incrementos interanuales, un escenario que no se veía desde febrero de 2021. Esa única suba se registró en CABA con 6,7%”, precisó la consultora.
El informe detalló que el consumo global de naftas bajó un 6,3%. Sin embargo el dato relevante surge al analizar el consumo desagregado: las naftas calidad “Premium” bajaron la venta un 22,7%, a la vez que las “súper” subieron un 0,1%. Estas cifras porcentuales indican claramente que la mayor cantidad de consumidores que cargaban en su auto el combustible de mejor calidad optaron por bajar a otro de nivel inferior y más bajo precio.
Una modificación confirmada
En igual sentido, los resultados del informe de la consultora Plitikon Chaco, fueron confirmados por el titular de Cecha, en diálogo radial con Futurock: “El precio de los combustibles tuvo un sendero bastante importante en lo que se refiere a la nueva política energética, que pone al valor del combustible en el precio ‘import parity’ (paridad de importación). Eso de alguna manera generó un traslado en su mayor parte”.
Rodríguez agregó que en ese escenario “se produjo un cambio en la modalidad de consumo“. Desde la entidad que preside notaron que el habitual consumidor “de naftas premium”, que califican como combustible de alta calidad y grado 3, modificó su conducta, lo que implica que estos consumidores de clase media “pasaron a los combustibles grado 2, que son más baratos”.
Por Gabriela Maidana-Perfil