El encuentro tuvo lugar en la habitación del artista en el Hotel Sheraton hace más de dos décadas cuando él vino a una gira por Buenos Aires.
Nazarena Vélez recordó el día que rechazó a Luis Miguel. La panelista de LAM (América) contó lo que ocurrió hace más de dos décadas cuando fue a la habitación y mantuvo una extensa charla con el cantante, pero no aceptó quedarse. “Tenía 23 años y le dije que no”, sostuvo.
En varias oportunidades, la productora afirmó que conoció al “Sol de México”. Este lunes, cuando le pidieron detalles de esa noche, Vélez relató la insólita anécdota.
Cómo fue la noche que Nazarena Vélez rechazó a Luis Miguel
“No me buscó nadie. Fui yo sola, cual larva, era fan fan. Sigo siéndolo, lo amo, no como antes, pero me encanta”, expresó Nazarena sobre lo que siente por Luis Miguel.
Respecto a cómo llegó a compartir una noche con el artista, detalló: “Una amiga productora me escribió y me dijo que se hacía una cena en el Sheraton y que necesitaba cinco o seis chicas diosas y le dije que sí. (…) Era post show y él nos invitaba a comer. Creo que después las que quisieran podían quedarse, pero yo iba en modo fan”.
Tras remarcar que todas habían ido vestidas “bomba” y que buscaban llamar la atención del mexicano, aseguró que ella quería pasar inadvertida porque en ese entonces estaba en pareja con Hernán Caire y no pretendía nada más que conocer a su ídolo. “Me fui vestida con un enterito de jean, remera y zapatillas”, recordó.
Sobre el encuentro explicó que todas bailaban y que él las miraba y les preguntaba cosas de su vida y trabajos. Sin embargo, admitió que no la pasó bien por la competencia que se había generado entre las mujeres.
“En un momento me fui al baño y se habían ido todas”, remarcó y fue entonces cuando el artista la invitó a quedarse. Si bien admitió que él tenía muchísimos atributos y era el sex symbol del momento, Nazarena explicó que ella tenía poco más de 20 años y que era muy conservadora, por lo que no aceptó.
Lejos de lo que muchos dicen, destacó que fue “superrespetuoso y amoroso” y que se ofreció a ponerle un auto para que la llevaran de nuevo a su casa en Quilmes. Ante la insistencia de sus compañeras, admitió que se despidió con un beso.