Misiones Para Todos

Newton tenía razón

La tercera ley de Newton establece que para cada fuerza de acción, hay una fuerza de reacción igual y opuesta.

En los últimos siete meses el Índice de Confianza en el Gobierno de la Universidad Di Tella tuvo seis caídas y solo un ascenso. Lo que había recuperado en mayo lo volvió a perder en junio. De los cinco aspectos contemplados por el ICG, el que sufrió la mayor caída es “preocupación por el interés general”, el cual se deterioró en 10 puntos porcentuales (vs. casi 5 puntos de caída en el índice global). Como ya lo hemos señalado en varias oportunidades en esta columna, dicha variable ha sido casi todo el tiempo del gobierno Milei la de menor calificación. ¿Qué significa? Algo que venimos viendo en los grupos focales cada vez con más asiduidad: falta de empatía y de sensibilidad (hasta el amigo Elon Musk se mostró preocupado esta semana por su propia falta de empatía). La mayoría le reconoce a la motosierra la ventaja de haber sido efectiva en contribuir a bajar la inflación y en terminar con los “curros” en el Estado, los ñoquis, etc. Es decir, había que hacer dieta. Pero lo que hace ruido es el desentendimiento de las consecuencias de una dieta tan estricta, que está dejando al paciente sin masa muscular para sus actividades cotidianas. Léase: consumo masivo ralentizado, muy distinto a las experiencias de los primeros meses del plan Austral, de la primera parte de la convertibilidad y de la salida de la crisis de 2001/2.

En varias provincias la aprobación presidencial viene oscilando entre pequeños superávits y déficits, lo cual lo lleva en promedio a una paridad entre las consideraciones favorables y desfavorables. Como comentamos la semana pasada, varios gobernadores también están oscilantes entre promover una alianza con LLA o ir cada uno por su lado y con ese capital propio tener capacidad de negociación para la segunda mitad del mandato del Javo. Como todavía falta un mes para cerrar frentes electorales de cara al 26 de octubre, nada está dicho. Al menos en cinco distritos, los libertarios irían solos: Corrientes –que cerró inscripción para la elección de gobernador de fin de agosto–, San Juan, Salta, Tucumán y La Pampa. Cuatro de las cinco son provincias en donde el mandamás local es dialoguista. Los “gober” siguen en diálogo, pero por ahora dicen “solo sé que no sé nada”, tal cual el título de esta columna del domingo pasado. Y finalmente en PBA habrá una alianza ma non troppo: lista violeta sin manchas amarillas en la presentación, con los PRO integrados, como independientes (¿como contagiosos?).

Este interrogante de los gobernadores –que pisaron el acelerador para recuperar fondos que consideran suyos mediante proyectos de ley– hace que proliferen los aspirantes a representar una tercera vía. A las candidaturas de Manes (¿peleado con Monzó?) y María Eugenia Talerico –que ya tiene frente para el 7 de septiembre en PBA– se sumaría la opción de Martín Redrado. Existe mucho comentario sobre la dificultad electoral de estos espacios en un escenario de polarización. Pero la pregunta que corresponde es: ¿cuánta polarización habrá? ¿Un 90, un 80 o un 70%? Porque de esa respuesta el cuadro resultante puede ser muy distinto. Por ejemplo, excluidos Salta y Formosa –por ser situaciones atípicas– en los restantes cinco distritos donde se votó hasta ahora, la polarización –sumatoria de los dos principales– fue del 63% (sería más bajo aún si solo sumásemos al peronismo con LLA). Es decir que podría quedar una “ancha avenida” por transitar. Obviamente ese 37% se ultrafragmentó, lo cual no significaría una amenaza. Sin embargo, el dato sirve para plantear una mirada más ajustada de la realidad.

Otro dato que no debe ser dejado de lado para echar luz sobre la puja entre Karina y Santiago Caputo es que, excluyendo Chaco –donde LLA fue dentro de la alianza del gobernador– y Salta –donde faltan datos–, en los restantes cinco distritos donde hubo elecciones adelantadas, los libertarios oficiales promediaron casi el 19% de los votos. No está nada mal si se tiene en cuenta que a) hace dos años la fuerza existía poco y nada, y b) ahora compitieron sin que Milei esté a la cabeza. Entonces, ¿había que presentarse o no?

La discusión en el pro-kirchnerismo sigue sin definición, pero con final bastante previsible, salvo que decidan suicidarse. Esta semana Cristina pudo atizar el fuego de la épica de la detención con la visita de Lula. A los efectos electorales, es anecdótico. Para que visibilice su caso a nivel internacional y para la militancia, sirve. El oficialismo no hizo ruido porque le conviene que la jefa siga siendo central en el principal espacio opositor. Otro tema de ese campamento, ¿le afecta a Cris y a Axel el affaire YPF? Es raro que algo de su 30 y pico de puntos deje de votar a la ex-UP por este tema, complejo y, en todo caso, caro al discurso de la defensa de la soberanía nacional.

El dólar subió porque a los que les sobran pesos le hicieron caso a Toto. Los campeones compraron, pero eso no le debería gustar al ministro, quien querría ver ese precio congelado para que no se generen expectativas negativas sobre el principal logro del Gobierno. Aunque tenemos superávits gemelos, siguen apareciendo algunos nubarrones en el horizonte que destacan algunos “mandriles”, como Cavallo. La industria metalúrgica cruje, los préstamos se ralentizan –la clase media da la impresión de haber comprado con tarjeta los bienes durables que necesitaba y ya no quiere endeudarse más–, crecen los cheques rechazados, el uso de la capacidad instalada está en una meseta y se usa más la tarjeta de crédito para financiar el gasto en supermercados. Recuérdese que 1) el Índice de Confianza del Consumidor solo creció un mes de los últimos cinco, y 2) no tiene una correlación lineal con el índice de confianza del Gobierno.

La tercera ley de Newton establece que para cada fuerza de acción, hay una fuerza de reacción igual y opuesta. ¿Eso significa que a más derecha radical habrá una reacción igual por izquierda? La primaria demócrata en Nueva York, la de la izquierda en Chile y el triunfo de Monteverde en Rosario parecen darle la razón al gran Isaac.

Por Carlos Fara