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Oberá: vendió a sus tres hijos por 300 pesos

Gitanos pagaron 300 pesos por los tres hermanos que iban a llevar a Tucumán.El pago en efectivo fue a la madre de los pequeños, para que firme el permiso para poder salir de Misiones. La investigación se dirigió también hacia la zona Centro, ya que una de las presuntas captadoras es de Oberá .

Mientras la investigación judicial que involucra a los supuestos traficantes de chicos que fueron detenidos en Concepción de la Sierra -a mediados de la semana pasada- continúa en marcha, trascendió de fuentes confiables que la banda pagó 100 pesos por cada uno de los tres hermanos de 3, 7 y 8 años, que pretendió trasladar de forma ilegal hasta Tucumán.
La ínfima suma de 300 pesos, de acuerdo a lo que declaró la abuela de los menores y quien disparó la investigación a instancias de una denuncia policial, fue a parar a manos de la madre biológica de los chicos para que firme, ante escribano público, un permiso para que los menores puedan viajar junto a su padre, un changarín a quien le ofrecieron buen trabajo y sueldo fijo, si se tiene en cuenta el nivel de pobreza en el que vive en esta provincia.
La estrategia de los sospechosos -entre los cuales hay una mujer de nacionalidad paraguaya, un ex gendarme tucumano y tres miembros de una comunidad gitana de esa misma provincia- fue bien diseñada. Por medio de intermediarios locales, primero convencieron al padre de los chicos con promesas económicas y con el permiso de la madre, cualquier control de alguna fuerza de seguridad durante el viaje iba a ser encuadrado en cierto marco legal con la presencia del progenitor y del ex integrante de la fuerza federal, que está domiciliado en Formosa.
Una vez en la localidad de Famaillá, donde están radicados los gitanos, los investigadores creen que podrían inscribirlos como hijos propios, dando forma a un presunto delito de supresión de identidad que la Justicia trata de esclarecer.
En el mismo contexto, los detectives policiales se están moviendo sigilosamente en la zona Centro, más precisamente en Oberá, donde está radicada María Beatriz V. G. (47), la paraguaya que habría sido nexo, junto con el ex gendarme y una hermana de éste, entre los gitanos y los progenitores de las criaturas, para concretar el negocio. Se trata de establecer si las maniobras similares de intento de captación de menores que se vienen denunciando en dicha ciudad y otras más -costeras al río Uruguay-, forman parte de un aceitado sistema que involucra a los mismos sospechosos o integra a otros actores.
Es lo que por estas horas la Justicia trata de descubrir, tanto en esta provincia como en la de origen de los sospechosos, teniendo en cuenta que algunos de ellos poseen antecedentes criminales por delitos de falsificación de documentos y nada dijeron durante la etapa de indagatoria.
En relación a ellos, esta semana podría definirse la situación procesal de cada uno, ya que el Juez de Instrucción Cuatro de Apóstoles, Miguel Ángel Faría, conforme avance la investigación, estaría en condiciones de imputarles el presunto delito de “supresión de identidad” en distinto grado de participación y en base a eso, determinará si corresponde que continúen detenidos o que sigan el proceso en libertad.

Abuela coraje
El procedimiento se inició cuando la abuela de los menores, Norma Maciel (52), se presentó ante la Policía y contó que su hijo, Alejandro Noguera, fue contactado por personas que pretendían llevarse a sus tres nietos. Dijo que los desconocidos se movilizaban en un lujoso coche y habían ofrecido al padre de los nenes un trabajo bien pago para que también viajara, todo organizado con la connivencia de la madre de los chicos.
Ni bien fue notificada del caso, la jueza Selva Raquel Zuetta (que subrogaba a Faría) ordenó la detención de los sospechosos en el hotel donde se alojaban. Así se estableció que dos hombres eran integrantes de una comunidad gitana y uno de ellos tenía pedido de captura por falsificación de documentos.
El tercer detenido se presentó como gendarme, pero no pertenece a la fuerza desde 2012 y es quien junto a la paraguaya domiciliada en Oberá, habría intermediado entre el padre de los chicos y los gitanos. La otra detenida dijo ser la esposa de uno de los gitanos y que eran padres del bebé que llevaba en brazos, pero la versión no coincidió con lo expresado por su pareja, quien dijo que no podían tener hijos y por ese motivo querían llevarse a los hermanitos para criarlos en un hogar sin privaciones.
El padre de las criaturas también fue privado de su libertad, hasta determinar su responsabilidad.

Fuente: El Territorio

Los sospechosos en la comisaría de Concepción de la Sierra, entre ellos los gitanos, la paraguaya, el ex gendarme y el padre de los tres menores. | Foto: Archivo