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Ocho testigos avalan la versión del hombre que baleó a su propio nieto

José D. C. estuvo prófugo casi un mes luego de dispararle a su nieto. Desde su defensa impulsan la teoría de la legítima defensa. El menor ya estuvo implicado en un homicidio

La noche del pasado 8 de abril, un menor de 17 años padeció un disparo de escopeta a manos de su propio abuelo, quien luego se dio a la fuga. El chico fue intervenido quirúrgicamente, su evolución fue favorable y a la semana fue dado de alta. En tanto, a casi un mes del hecho, el 6 de mayo el abuelo se entregó y desde entonces permanece detenido por disposición del juez de Instrucción Dos de Oberá, Horacio Alarcón. 

Se trata del jubilado José D. C. (67), el cual desde un primer momento fue considerado víctima de la situación por familiares y vecinos que fueron testigos del episodio. En ese contexto, para la próxima semana se prevé la ampliación de denuncia de la madre del menor herido, quien a su vez es hija del acusado. 

“Son siete testigos que escucharon y presenciaron el hecho, además de la mamá del chico, la cual contó bien cómo fue la situación y que no sabía que el chico tenía el cuchillo entre sus ropas. Contó cómo ocurrieron los hechos y por qué el padre no lo quería dejar dormir ahí”, precisó Sandra Llamosas, defensora particular del jubilado. Según la letrada, los ocho testigos directos avalarían la versión del abuelo, lo que podría derivar en un cambio de carátula a favor de su cliente. 

Consultada al respecto, consideró que la excarcelación del implicado es “cuestión de tiempo”. Asimismo, explicó que “la instrucción viene demorada por paro de la Policía, ya que no pudieron notificar a todos los testigos”. Sobre el hecho, según declaró la madre en primera instancia, fue su hijo quien atacó al abuelo, el cual no habría tenido más opción de repelerlo con la escopeta.  

Ataque y defensa 

El violento hecho se registró cuando la mujer de 40 años llegó junto con sus hijos de 17 y 7 a la casa de José D. C., en el barrio Cien Hectáreas de Oberá. No tenían dónde pasar la noche y le pidió un lugar a su papá, quien le dijo que sí, pero que sólo podían pasar ella y el nene más chico. El propietario estaba cansado de los robos y arranques de furia del adolescente, quien ya lo había amenazado de muerte.

Ante la negativa del abuelo, Cristian Z. (17) empezó a insultarlo a los gritos y varios vecinos salieron a ver qué pasaba. Pero esta vez el jovencito levantó su remera, sacó un cuchillo y avanzó, por lo cual el dueño de casa se defendió con un rebenque, lo que no frenó la embestida de su nieto, quien estaba descontrolado. 

El hombre retrocedió y alcanzó a tomar la escopeta que siempre dejaba apoyada detrás de la puerta de acceso, por seguridad, pero eso tampoco reprimió la violencia del atacante, por lo que apretó el gatillo. Luego del hecho, el autor del disparo escapó del lugar y permaneció prófugo hasta el 6 de mayo, cuando se entregó a la Policía. 

Compleja historia clínica

Tal como ya informó este diario, el mismo jovencito posee un grave antecedente que data de hace poco más de un año, cuando fue implicado en el homicidio de Pablo César Da Rosa (44), registrado en la localidad de Mártires. 

Al momento de aquel hecho tenía apenas 15 años, por lo que fue entregado en guarda y cuidado de su madre por disposición del Juzgado Correccional y de Menores de Oberá. Entonces la mujer y su hijo se mudaron de Mártires a Oberá y se instalaron en la casa del abuelo materno, aunque con el correr de los meses la relación se deterioró y derivó en el lamentable desenlace del 8 de abril. 

En la historia clínica del jovencito, dato que figura en el expediente por el último caso, se cita que hace un año, después que estuvo demorado por el hecho de Mártires, tuvo brotes psiquiátricos y llegó a expresar que tenía que matar más gente. También hay constancia de que tiene heridas de machete producidas en una pelea con sus propios primos. 

El homicidio previo

Respecto a lo citado antecedente del menor herido, el mismo fue implicado en el homicidio de Pablo César Da Rosa, perpetrado el 26 de marzo del año pasado en un sector de pastizales del lote 77 de la localidad de Mártires.  Además, en el 2022 el mismo jovencito ya había lesionado a la víctima con un cuchillo. Un antecedente estremecedor.

El chico permaneció once días alojado en el Centro Modelo de Asistencia y Seguimiento de Niños, Niñas y Adolescentes (Cemoas) de Oberá, tras lo cual el Juzgado Correccional y de Menores dispuso la entrega a la madre.

Más allá de la gravedad del hecho en cuestión, lo cierto es que entonces el nombrado tenía 15 años y era inimputable. También fue detenido un joven de 22 años, hermano del chico, quien fue procesado y sigue privado de su libertad. 

En el lugar, varios vecinos identificaron a la víctima y comentaron que un rato antes habría protagonizado una pelea con dos jóvenes, hermanos entre sí, por la posesión de un terreno. Ese dato fue el primero que puso a los investigadores tras los pasos de los sospechosos. 

Se informó que en cercanías al cadáver de Da Rosa encontraron un cuchillo -tipo sierrita- con mango de plástico color verde. La víctima padeció varias puñaladas, como ser en región torácica y cardíaca. 

Repetido accionar violento

Luego del hecho la Policía tomó declaración testimonial a familiares de la víctima y vecinos de la zona, como también se entrevistó con la madre de los sospechosos. Se determinó que al momento del hecho Da Rosa residía con su padre, aunque tiempo atrás convivió con la progenitora de los dos detenidos. 

“El problema se había suscitado por un terreno. Asimismo, se estableció que tiempo atrás el menor ya había agredido a la víctima. También lo atacó con un cuchillo, pero le propinó lesiones leves, lo que fue informado al Juzgado Correccional y de Menores”, comentó una fuente del caso. 

Asimismo, horas después de que los sospechosos fueran detenidos, otro hombre solicitó la presencia policial y denunció que también fue agredido por el mismo menor. 

Juan Carlos De Sosa (39) afirmó que la misma noche en que asesinaron a Da Rosa fue atacado por el chico, quien le propinó varios botellazos que le produjeron traumatismo de cráneo, según el posterior diagnóstico médico. 

Incluso, tras radicar la denuncia ante personal de la comisaría de Mártires, la víctima tuvo que ser trasladada al Hospital Samic de Oberá donde quedó internado para estudios complementarios, ya que presentaba un sangrado en la región intraparietal. Al momento del hecho el hombre era la pareja de la madre del menor.

Daniel Villamea-El Territorio