Las playas brasileñas se vieron invadidas por una ola de personas y sombrillas que intentaron pasar en el mar el día más caluroso de la región desde que se tienen registros.
La región oeste de Río de Janeiro, Brasil, el sábado registró una sensación térmica de 60,1°C, la “más alta registrada desde 2014”, informaron desde el Sistema Alerta Río, organismo dependiente del Ayuntamiento de Río de Janeiro. La ola de calor llevó este domingo a los habitantes de la zona a volcarse a las playas y los parques para resistir las altas temperaturas.
De esta manera, las temperaturas superaron el récord registrado en noviembre de 2023, cuando la sensación térmica alcanzó los 59,7°C, en el marco de una intolerable ola de calor extremo.
Ante un escenario de falta de lluvia que intensifica el calor, este domingo los termómetros marcaban entre 37 y 38 ºC en la mayor parte de la ciudad. Pero el organismo advirtió que podrían subir hasta 42 ºC y habrían sensaciones térmicas superiores a los 50°C.
Según el Sistema Alerta Río, la región oeste de Río de Janeiro, más específicamente la zona de Guaratiba, es propensa a tener estas temperaturas debido a algunas características geográficas particulares que favorecen este fenómeno climatológico, especialmente en las horas de la mañana. Cabe recordar que esta zona es húmeda debido a las cercanías con el océano y porque suele verse influenciadas por vientos cálidos del norte.
Ante esta ola de calor, desde UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) recomiendan a la población hidratarse constantemente, evitar la exposición prolongada al sol, usar protector solar e intentar permanecer a la sombra o en su defecto utilizar sombreros y/o sombrillas.
Es por eso que mientras las autoridades publican consejos para sobrellevar las altas temperaturas, las emblemáticas playas de Ipanema y Copacabana lucían repletas.
Los cariocas también acudieron a refugiarse en el parque de Tijuca, una importante reserva natural en plena ciudad. Una residente de 40 años le comentó a AFP que “antes no tenían un calor como este”.
En Sao Paulo, los habitantes llenaron parques y plazas, lo que causó gra
ndes embotellamientos en los accesos a la zona. Según reportaron medios locales, este sabado hubo filas de autos de hasta 20 kilómetros.
Lluvias e inundaciones en paralelo
En tanto, las lluvias extremas hacían estragos en el sur del Brasil y continuarán la semana próxima. Estiman que podrían caer hasta 500 mm de lluvias, según Metsul.
“La semana será de muy alto riesgo en el Centro-Sur de Brasil por intensas lluvias y tormentas. El sistema más preocupante es un frente frío muy intenso que llegará con lluvias torrenciales y posibles vendavales“, advirtió el domingo la agencia de información meteorológica MetSul.
En algunas localidades del estado sureño de Rio Grande do Sul, estado fronterizo con Argentina y Uruguay, se registraron “volúmenes excepcionalmente altos” de precipitaciones, de hasta 300 milímetros.
Cabe recordar que en febrero, Rio Grande do Sul se había visto sofocado por temperaturas extremas debido a una “cúpula de calor extremo” proveniente de Argentina.
La alcaldía del municipio de Uruguaiana, el más castigado del estado, divulgó imágenes de calles inundadas y autobuses sumergidos hasta la mitad en el agua. Además, advierten que podrían caer hasta 500 mm de lluvias, según Metsul.
Temperaturas más altas en comparación con mediados del siglo XIX
Estos temporales, inusuales en esta época y atribuidos al desorden climático provocado por el fenómeno El Niño, ya afectaron a unas 30.000 personas, muchas de las cuales perdieron sus viviendas y están desde entonces en residencias temporales alquiladas por las autoridades locales.
Cabe mencionar que el año pasado Brasil ya vivió el que fue el año más caluroso de su historia. El país sufrió hasta 9 olas de calor en todo el año y 15 estados estuvieron en alerta por altas temperaturas. Como consecuencia de este clima extremo, algunos ríos de la Amazonía se secaron como nunca antes y las intensas lluvias dejaron decenas de muertos en el sur del país.
Según los científicos, las temperaturas a nivel global se calcula que están aproximadamente 1,2º C más altas en comparación con mediados del siglo XIX, , lo que causa un aumento de inundaciones, sequías y olas de calor.