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Pablo Moyano: “El decreto de Milei aniquila los derechos de los trabajadores”

Pablo Moyano, uno de los máximos dirigentes de la CGT, habló con Revista Zoom en exclusiva. A 24 horas de la primera marcha de los trabajadores contra el decretazo de Milei.

En un momento atípico ante situaciones atípicas se produce este reportaje presencial a Pablo Moyano. Al día siguiente de la Navidad y un día antes de la primera movilización de la Confederación General del Trabajo (CGT) contra el mega-decretazo del nuevo presidente anarco-capitalista, Javier Milei. Es en la oficina donde confluyen la rama social, deportiva y de jubilados del Sindicato de Chóferes de Camiones donde Zoom fue recibida por el integrante del triunvirato de la CGT. Este martes 26 de diciembre, al mediodía, mientras la Ciudad de Buenos Aires se iba despabilando de los festejos navideños en la sede de Camioneros sobre avenida San Juan, a cincuenta metros de avenida Jujuy, los medios masivos de comunicación habían apostado a sus hombres. Querían las imágenes y palabras de los dirigentes del bloque piquetero con Moyano hijo. Entonces la prudencia pudo más y Pablo optó por este reportaje.

-Venís de firmar la denuncia con Héctor Daer y Carlos Acuña contra el decretazo de Milei ¿Qué significa la presentación judicial?

-Nos sorprendió a todos el decreto que aniquila un montón de derechos de los trabajadores. Entre ellos: la indemnización, nuevamente el impuesto a las ganancias para los trabajadores y no aumentar el impuesto al cheque, o que los pague el campo con retenciones o los bancos. Es más fácil que los laburantes paguen el ajuste que se implementó. Además, se amplía el período de prueba de tres a ocho meses. Esto significa que van a ir echando laburantes cada seis meses. Se suma la limitación al derecho a huelga, ya que 75 actividades se van a convertir en esenciales. Hoy lo hablábamos con otros dirigentes, hasta la fabricación de alfajores sería esencial. Eso quiere decir que van a ir multando, despidiendo o deteniendo a trabajadores, delegados o dirigentes que lleven adelante medidas de fuerzas para defender a quienes representamos. La movilización de mañana al mediodía a tribunales es para pedirle a los jueces del fuero laboral que este decreto es inconstitucional, donde de un día para otro el presidente voltea 300 y pico de leyes y amplía más derechos a los empresarios. También otras centrales y las regionales de la CGT, seguramente, presenten amparos para que no se aplique el decretazo a partir del 29 de diciembre.

-Hubo una reacción inmediata de la gente que salió a protestar golpeando las cacerolas y cortando avenidas. ¿Cómo viste eso?

-Sorprendido para bien. Fueron trabajadores y trabajadoras, jubilados, jóvenes que salieron inmediatamente no organizados y de forma espontánea a rechazar este DNU. Es un mensaje para el gobierno y toda la clase dirigente, nos obliga a ponernos al frente de todos estos reclamos. La marcha de mañana será muy importante y además el jueves habrá un Comité Central Confederal de la CGT, el órgano más importante, donde se debaten los temas que conciernen a los laburantes y, seguramente, el consejo directivo sea facultado para llevar adelante un plan de lucha donde no se descarta un paro general. Sabemos que es una época complicada por las vacaciones, pero por lo menos mantener movilizada las regionales de las provincias, los sindicatos y esperar el momento justo para tomar decisiones. Estoy convencido, habiendo hablado con muchísimos dirigentes con quienes hemos tenido diferencias por muchos años, de que hoy estamos totalmente unidos contra este espanto que es el DNU y la política económica en estos 15 quince días, que ahora parecen un año.

-Estuviste con el consejo directivo de la CGT, en la Cámara de Diputados, reunido con los integrantes del bloque Unión por la Patria. ¿Qué sacás de ese encuentro? 

-Antes estuvimos reunidos con ocho gobernadores peronistas que se reunieron después con Milei. Allí la batuta la llevó Axel (Kiciloff) que se opuso abiertamente al pago de ganancias por los laburantes. Luego nos vimos con los diputados y hoy a las 18 es la reunión con el bloque de senadores y senadoras del PJ para discutir todo este paquete de medidas para garantizar la unidad para que cuando se trate este paquete de DNU se vote negativamente. Tenemos una preocupación muy importante porque además se está asfixiando a las provincias para las obras públicas, para el pago de sueldos, la constante presión contra los laburantes para que le bajen los fondos.

-¿Existe sintonía entre los gobernadores y los bloques en el Congreso?

-Es complicado. El otro día a los ocho gobernadores los vi firmes en rechazar estas medidas, pero veamos cuando llegue el momento de la discusión en ambas cámaras y esperemos que cumplan con el compromiso que asumieron.

-Volviendo a la marcha de mañana en Tribunales. ¿Ves acompañamiento de otros sectores? 

-Con las dirigencias de las dos CTA’s hemos tenido históricamente muy buena relación. Mientras que el Bloque Piquetero pidió una reunión. En los próximos días charlaremos alguna medida en conjunto y, bueno, nos encontraremos en la calle.

-¿Podés anticipar tu propuesta para la reunión en la CGT del jueves?

-Creo que ya hay que instalar un plan de lucha. En enero y febrero los laburantes se toman vacaciones. Entonces tomar una medida en ese momento no tiene mucho valor. Pero sí ir movilizando con actos, plenarios, en las regionales del interior, y que en cada provincia visiten a sus diputados y senadores para que después no voten leyes contra los derechos de los trabajadores. Alerta y movilización sí.

-¿Cómo ves al Partido Justicialista en este momento?

-El partido hoy está acéfalo. No hay debate. El presidente es Alberto que creo se fue afuera. Falta conducción. Entonces la CGT se hace cargo hablando con distintos sectores del peronismo. Pero bueno es un constante debate. Existen dos o tres figuras que hoy se pueden hacer cargo. Sergio (Massa), Axel (Kiciloff) y algún otro gobernador. Pero creo que debe tener una participación muy fuerte el movimiento obrero y no ser como siempre carne de cañón. Que ponemos la jeta, ponemos la gente, y hasta en riesgo la libertad y una vez que somos gobierno, como dice un compañero, tenemos que hacer la fila para recibir una cintita para entrar a un acto. Tenemos que estar en la mesa de definición. Tiene que haber una autocrítica muy fuerte, para ver lo que nos pasó y cómo reconstruimos de manera inmediata el peronismo. Mismo en la provincia de Buenos Aires no hay convocatoria, ni llamado a plenario, muchos todavía no nos hemos recuperado de la derrota, de la tristeza, pero los pueblos se reciclan de forma inmediata. Por eso creo que, en marzo, abril, con los aumentos de los servicios, al transporte, la quita de derechos, la gente va a protestar de forma espontáneas o vía las organizaciones, entonces el peronismo debe hacerse cargo.   

-Estuviste en la CGT con el cambio de autoridades del Sindicato de la Economía Popular UTEP. ¿Qué rol le ves hoy a los movimientos sociales?

-Son compañeros de lucha y militantes desde la época del macrismo (fines de 2017 y principios de 2018). Se va ir fortificando, agrandando y potenciando la unidad de trabajadores con los informales. Nadie puede discutir el laburo social que han hecho y van a tener que hacer en estos momentos tan jodidos. Es más, envié mis saludos el 24 por la cena navideña en la puerta del Congreso.

-Sos un hombre de fe cristiana y desde allí has mantenido encuentros de trabajadores en el Vaticano, en privado con el Papa Francisco, hasta tu padre Hugo participa de las misas por el cura barrendero-desaparecido. En ese momento tan crítico para los trabajadores y pobres ¿Cuál es el rol de la fe y sus dirigentes?

-Tenemos un laburo social de las 18 ramas de nuestro gremio en distintos barrios populares, junto a las parroquias, y una alianza muy importante con el Padre Pepe. Nuestros trabajadores, delegados y secretarios de ramas, practican la fe cristiana y católica. Esto quiere decir que en los peores momentos de nuestro país debemos aferrarnos a la fe, a la iglesia, sabiendo que como en todos los ámbitos existen buenos y malos, pero la mayoría de los curas, pastores, hacen un trabajo social muy importante. El trabajador camionero es muy creyente. Pensá que se sube a un camión para estar uno o dos meses fuera de su casa. Entonces se encomienda a Dios para su cuidado y el de la familia. Vamos a seguir haciendo esta tarea social con las iglesias. Es una alianza que no va a poder quebrar ni el peor modelo económico del país como estamos viviendo ahora. 

Por Lucas Schaerer. Fotos Alejandro Santa Cruz-Revista Zoom