Empieza a definir quiénes la acompañarán y los roles más importantes de la nueva estructura. Sumará al Servicio Penitenciario y al área que se encarga de regular las armas. La estrategia para las movilizaciones.
Patricia Bullrich está terminando, en estas horas, de definir lo que será su organigrama de funcionarios que la acompañarán en su regreso al Ministerio de Seguridad de la mano del presidente Javier Milei.
A la vez, sus colaboradores trabajan en las misiones y funciones que tendrá un ministerio que, mientras sufrirá un recorte del orden del 40% en cantidad de cargos de alto rango, sumará dos áreas clave y de compleja gestión: el Servicio Penitenciario Federal y la Agencia Nacional de Materiales Controlados (Anmac), donde se registran, por caso, todas las armas legales. Ambas áreas salen de la órbita del Ministerio de Justicia que conducirá el abogado Mariano Cúneo Libarona.
En este marco, ya eligió a los tres secretarios que la acompañarán: en el rol de coordinación política con los gobernadores e intendentes estará Sebastián García de Luca, exviceministro del Interior de Mauricio Macri y uno de los jefes de la campaña nacional de Bullrich. Orgullosamente bonaerense, De Luca supo ser uno de los hombres fuertes de la dupla Rogelio Frigerio-Emilio Monzó, y ahora la flamante ministra lo reclutó y, acaso, se lo apropió.
Otra de las secretarías, la administrativa, será para el economista Martín Siracusa, uno de los históricos colaboradores de Bullrich. Fue funcionario ya en Seguridad en la anterior gestión y ahora tendrá más poder manejando los fondos que dispone el área. Tras un viaje de estudios a Gran Bretaña, volvió al país y en la campaña nacional fue quien estuvo encargado de preparar los dos debates presidenciales, entre otras cuestiones.
El tercer secretario será Vicente “Tito” Ventura Barreiro, un especialista en la materia de seguridad, inteligencia criminal y quien estuvo a cargo de las alcaidías de la Ciudad. Antes, Ventura Barreiro fue el viceministro de Seguridad bonaerense durante cuatro años con su jefe político como ministro: el presidente del bloque de Diputados del Frente PRO, Cristian Ritondo. Tendrá la difícil tarea de ser quien trabaje el “territorio”, quien colabore en las distintas estrategias de las fuerzas federales y quien ejecute los planes en el área.
Con su equipo listo, en estas horas Bullrich está terminando de definir quién estará en el Servicio Penitenciario Federal. El extitular del SPF con Macri, el abogado Emiliano Blanco, había tenido segura la Subsecretaría de Justicia con Cúneo Libarona y, se suponía, volvería a controlar a los penitenciarios. Pero el cambio de organigrama lo hizo dudar y hoy resulta improbable que acepte una invitación de la flamante ministra para hacerse cargo del SPF de nuevo.
Mientras tanto, Bullrich ya piensa en el despliegue de fuerzas federales con otra impronta. Las tres reuniones con Aníbal Fernández fueron más productivas de lo que imaginó. El ministro saliente tuvo un rol distinto al de su antecesora, Sabina Frederic.
En este contexto, la nueva ministra piensa en desplegar más efectivos en las fronteras y trabajar fuertemente en Rosario con el gobernador radical Maximiliano Pullaro, una promesa de su campaña presidencial.
En cuanto al conurbano bonaerense, Bullrich esperará que lleguen pedidos formales de los intendentes y del gobernador Axel Kicillof para ver cómo, cuándo y cuántos son los efectivos de fuerzas federales que se sumen al patrullaje de zonas calientes.
En la Ciudad el jueves en la asunción de Jorge Macri la expresidenta del PRO estuvo charlando animadamente con su par porteño, Waldo Wolff, y el secretario de Seguridad porteño, Diego Kravetz. Fue en la Usina del Arte, en el cóctel posterior a la jura de ministros. Allí dialogaron sobre el trabajo en equipo para intentar disuadir piquetes y controlarlos.
En este marco, se espera que las fuerzas federales sean claves para frenar intentos de movilización hacia la 9 de Julio antes de que ingresen por los accesos y puentes a la Capital, así como la chance de controles en Constitución y Retiro, por caso.
“Vemos una legitimidad social para avanzar en el orden”
La buena sintonía entre Bullrich y Wolff ya se había visto días atrás cuando, ambos confirmados, se reunieron a solas con foto incluida. También Ventura Barreiro con Kravetz se conocen bien de los años en Provincia, el primero en el gobierno de María Eugenia Vidal y el segundo como responsable de seguridad en Lanús los ocho años de Néstor Grindetti intendente.
“No queremos subirle el precio a la conflictividad pero vemos una legitimidad social para avanzar en el orden”, concluye ante PERFIL una fuente del PRO.
Paralelamente Bullrich mantiene en estas semanas un frío pocas veces visto con Mauricio Macri. En la jura de Jorge Macri como jefe de Gobierno siquiera estuvieron sentados juntos: la ex presidenta del partido amarillo estuvo sentada entre Juliana Awada y Horacio Rodríguez Larreta, con quien sí charló animadamente el mediodía del jueves en la Usina del Arte en el sur de la Ciudad.
Con todo, el acuerdo con Milei sigue firme y Bullrich viene participando en prácticamente todas las reuniones de gabinete que se dan a diario en el Hotel Libertador.
Por Ezequiel Spillman-Perfil