Con el promocionado pacto entre Javier Milei y Mauricio Macri aún en el aire, Patricia Bullrich se trazó como objetivo ser el principal nexo en la fusión del PRO con La Libertad Avanza (LLA), al menos el territorial. Para tender puentes con los gobernadores amarillos, que fueron metidos en la misma bolsa en el enojo presidencial por la caída de la ley ómnibus, la ministra de Seguridad recibió este miércoles a los mandatarios de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, y Chubut, Ignacio Torres.
La fusión de los gorilas
La dupla le remarcó a la funcionaria, pionera en acercar al PRO con LLA, que cualquier avance en una eventual fusión tendrá que contar un cambio en la forma en la que se relaciona el Presidente tanto con mandatarios provinciales como con intendentes de la oposición dialoguista. Después de la charla con Bullrich, ambos dirigentes del PRO agendaron un cónclave con Mauricio Macri, que pica en punta para conducir nuevamente el partido que fundó y que buscará a volver a conducir en la interna del 17 de marzo, con un principio de acuerdo de una lista de unidad con Bullrich.
“La reunión fue muy positiva”, afirmó a este medio uno de los cuatro integrantes de la mesa en el ministerio de Seguridad a la que se sumó el secretario de Articulación Federal, Sebastián García de Luca. La excusa para el encuentro fue la de fortalecer los vínculos entre la Nación, Entre Ríos y Chubut en lo que respecta al enfrentamiento al delito y el narcotráfico. Pero el trasfondo fue otro: Bullrich está al tanto de las condiciones que ponen los gobernadores e intendentes del PRO para cualquier tipo de acuerdo y buscó bajar algunas tensiones.
“La foto habla por sí sola”, agregó un gobernador del PRO. Con la pelota en el lado de la cancha del Gobierno, que deberá bajar la intensidad en las acusaciones de “traidores” y no tomar decisiones de forma unilateral como la quita de fondos y buscar consensuar otras medidas, Frigerio y Torres mantendrán un encuentro con Macri en los próximos días para ir aceitando los detalles de la fusión de ambos partidos en el Congreso.
El expresidente ni gran parte del PRO quieren conformar una coalición, al menos por ahora. Los mandatarios provinciales y los jefes comunales, que están dispuestos a darle toda la gobernabilidad que Milei necesite, quieren mantener su autonomía mientras terminan de discutir la identidad que debe tener el PRO en particular; y de Juntos por el Cambio (JxC), en general, una marca que muchos dan por desaparecida.
Este pensamiento responde a que la dirigencia amarilla está convencida de que sus destinos quedarán de una u otra forma atados a lo que suceda con la administración libertaria, porque tienen medido que así lo percibe la sociedad.
Por Gonzalo Prado-LP