Hijo de Jorge Asís, es doctor y profesor en la Universidad de La Plata, se dedica a la divulgación de una ciencia para la que “no hace falta ser la reencarnación de Einstein” y lo hace con humor y referencias pop; esta tarde presenta su libro en el Planetario de La Plata
Como escribió Virgilio, ad astra o “hacia las estrellas”, pero que sea con libros. En el prólogo de Una gira por el sistema solar (Aguilar), Patricio Zain (Buenos Aires, 1987) cuenta que uno de los motivos para escribir su primer libro fue la escasez en materia de divulgación masiva sobre astronomía en la Argentina. “Es un problema, pues no solo contribuye al desconocimiento general de la astronomía, sino también a la falta de cultura científica y pensamiento crítico global, lo que favorece directamente el surgimiento de pseudociencias y la circulación viral de fake news”, asegura. En el subtítulo, Planetas, asteroides y exploración espacial: desde Mercurio hasta la nube de Oort, se establece el recorrido de los lectores. El autor es hijo de dos escritores: Jorge Asís y Mirta Hortas, que falleció en noviembre de 2022.
Otro de los motivos fue la propuesta de un editor de Penguin Random House. “En algún momento de 2020, recibí un mensaje privado en Twitter de Genaro Press -dice Zain a LA NACION-. En ese momento yo estaba muy activo, haciendo divulgación de la astronomía por redes sociales y había comenzado a producir videos”.
Decidió terminar su doctorado antes de sentarse a teclear. “Una vez que defendí la tesis, cumplí con mi palabra y, en vez de irme de vacaciones, comencé a escribir -cuenta-. Hice un gran repaso actualizado del sistema solar, tal como lo conocemos hoy tras décadas de exploración espacial, a mi estilo, con mi humor característico y lleno de las referencias pop que me gustan. El libro está destinado a cualquier persona que le interese la temática, pero por sobre todas las cosas lo escribí pensando en aquellos cuyas ocupaciones no tienen nada que ver con la ciencia. Todo el mundo tiene al menos una mínima noción del sistema solar, de los planetas, sea por recuerdos de la escuela, películas, documentales, y los titulares de noticias que cada tanto se difunden por los medios”. Parte de su tarea como autor fue contextualizar ese conocimiento.
“En la Argentina hay grandes instituciones de divulgación que llevan décadas acercando la astronomía a la gente, como la Asociación Argentina Amigos de la Astronomía, el Planetario Galileo Galilei y la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), donde estudié y trabajo”, dice el doctor en Astonomía, cuyo primer acercamiento a la ciencia del universo fue por medio de los cursos del Planetario de la UNLP (Av. Iraola y Calle 118, Paseo del Bosque) donde hoy, a las 19, brindará la charla “La historia del sistema solar”, con entrada libre y gratuita.
Allí descubrió a quien fue su mentor remoto: el legendario astrónomo y divulgador Carl Sagan. “Luego de ver su maravilloso documental Cosmos a mis dieciocho años -recuerda-. No solo me inspiró a estudiar astronomía, sino también a dedicarme a las ciencias planetarias, la rama de la ciencia a la que me dedico y que él también ejerció en vida”. Destaca que “se hace muchísima astronomía en la Argentina y la disciplina tiene una gran historia en el país”.
Zain integra el Grupo Origen de Ciencias Planetarias del Instituto de Astrofísica La Plata. Su principal campo de estudio como investigador es la evolución colisional y dinámica de asteroides. “No se refiere específicamente a las colisiones contra la Tierra sino colisiones mutuas entre asteroides, eventos que ocurren en el Cinturón -detalla-. Esas colisiones entre asteroides los rompen, y esos fragmentos se convierten en nuevos asteroides que luego siguen su camino por el sistema solar. Algunos asteroides cercanos a la Tierra pueden ser fragmentos de asteroides más grandes que se rompieron, y de esta manera se puede rastrear su origen”.
-¿Existen muchos mitos sobre el estudio de la astronomía?
-Uno de los principales mitos es que la astronomía se reduce a pasarse la noche mirando por telescopio. De hecho, buscas “astrónomo” en Google y todas las imágenes van en esa dirección, lo que es una fuente de decepciones para algunos ingresantes que comienzan la carrera con esa idea. Habrá sido así hasta principios del siglo XX, pero hoy la astronomía moderna la podemos considerar una simbiosis entre la observación por medio de telescopios o misiones espaciales, los desarrollos teóricos y las simulaciones computacionales, o sea, nuestra manera de experimentar. En muchos casos es un trabajo de oficina, solo que calculando cosas astronómicas en lugar de llenar planillas de Excel. Por otro lado, mucha gente piensa que hay que ser un genio para dedicarse a la astronomía, y que para comenzar la carrera tenés que ser la reencarnación de Einstein. No fue mi caso; solo hay que estudiar mucho y sobrevivir a la frustración.
-¿Se podrá vivir en otros planetas del sistema solar en algún momento?
-Esto por ahora lo podemos considerar dentro del terreno de la ciencia ficción a largo plazo, pero si somos optimistas y logramos no destruirnos antes, muy posiblemente en algunas décadas haya por lo menos presencia humana permanente en la Luna, nuestro satélite, y es uno de los objetivos del programa Artemis de la NASA. En el caso de Marte, se espera que en las próximas décadas haya por lo menos astronautas caminando sobre su superficie. El principal problema de Marte son las numerosas complicaciones estructurales que hay que resolver para poder enviar personas de manera segura, que sobrevivan la estadía y puedan regresar. Entre esas complicaciones están el tiempo para llegar hasta Marte, que puede extenderse varios meses, la demora en las comunicaciones con la Tierra, el envío de recursos vitales tanto para el viaje como la estadía, la radiación cósmica asesina y un grandísimo etcétera. Estamos expectantes con el avance del programa Artemis, que podemos considerar un entrenamiento para eventualmente mandar astronautas a Marte.
-¿Por qué fueron poco estudiados Urano y Neptuno? ¿Y es probable la “conquista” de otros planetas del sistema solar en el futuro?
-Urano y Neptuno fueron visitados una única vez, por la icónica misión Voyager 2, que se acercó a ellos durante los años 1980. Pero para conocerlos bien necesitarían una misión que los orbite, así como Saturno tuvo la Cassini y Júpiter tiene la Juno. Lamentablemente no hay planes de ninguna de las agencias espaciales para que algo así vuelva a ocurrir en las próximas décadas, y principalmente el motivo es la distancia a la que se encuentran. Hoy ninguna nación tiene por si sola los recursos para conquistar ninguno de los mundos del sistema solar, y muy posiblemente los primeros viajes tripulados sean esfuerzos internacionales, como es el caso de la Estación Espacial Internacional, y en conjunto con empresas privadas.
-¿Qué papel desempeña la Argentina en esta materia?
-Actualmente lo que nuestro país tiene para aportar es muchísimo capital mental. Investigar el sistema solar también es parte de esa conquista, y hay gran cantidad de científicos argentinos, como astrónomos, físicos geólogos, que trabajan en ello en universidades e instituciones tanto nacionales como extranjeras.
-¿Tu padre leyó el libro o lo consultaste mientras escribías? ¿Y tu madre, la escritora Mirta Hortas?
–Mi padre leyó el libro y le gustó mucho. Mi madre estuvo pendiente durante todo el proceso, al preguntarme todas las semanas cómo avanzaba, cuánto me faltaba, las dificultades que estaba teniendo. Lamentablemente, no llegó a leerlo porque murió unas semanas antes de su lanzamiento. Lo último que llegó a ver fue el diseño de la tapa y contratapa y le gustó muchísimo. Estaba muy feliz y orgullosa por lo que estaba logrando.
-¿Quién es La Señora, a quien está dedicado el libro?
-En honor a su tono humorístico, está dedicado a mi gata, la Señora, que es muy querida por sus seguidores por lo elegante que es. No obstante, unos días después del fallecimiento de mi madre consulté si estaba a tiempo de cambiarle la dedicatoria. Ya que el proceso de producción estaba avanzado, quedó dedicado a mi madre en la versión digital y en las reediciones que se hagan.
-¿Qué es el espacio transneptuniano?
-Es la región del sistema solar que está más allá de la órbita de Neptuno. Allí se encuentra el Cinturón de Kuiper, donde reside el planeta enano Plutón junto a otros cuerpos helados, y es donde se origina una clase particular de cometas. Por otro lado, los asteroides provienen del Cinturón de Asteroides, que se ubica entre Marte y Júpiter, y por la oportuna acción de la gravedad algunos de estos pueden acercarse a la Tierra.
-¿Puede un asteroide impactar contra la Tierra y en ese caso qué pasaría?
-La probabilidad existe pero es muy baja en escalas de tiempo comparables a la vida humana, pero esa baja probabilidad con el largo paso del tiempo se convierte en una certeza. Es decir, en algún momento va a impactar un asteroide, pero eso puede ser la semana que viene o dentro de cien mil años. Las consecuencias del impacto dependen del tamaño, pero uno mayor a cien metros puede provocar una catástrofe regional importante. Afortunadamente, los resultados de la misión DART parecerían indicar que podríamos defendernos de una eventual amenaza asteroidal, pero hay que continuar estudiando y experimentando.
-¿Qué opinión tenés sobre la representación de la astronomía en la ficción literaria y el cine? ¿Es una fuente de temas e historias?
-Hay excelentes obras de ciencia ficción que incluyen elementos de la astronomía. Algunas ya son clásicas, como la saga de Fundación de Isaac Asimov o las odiseas espaciales de Arthur Clarke. En los últimos años se publicaron libros excelentes, entre los que destaco la trilogía de El problema de los tres cuerpos de Liu Cixin, la saga de The Expanse de la que se hizo una gran serie, y los libros de Andy Weir. Estas son obras que, en sus distintos niveles de realismo y optimismo, imaginan escenarios futuros posibles para la humanidad en el espacio, de cómo sería la vida y sus complicaciones, la relación y conflictos de poder entre los habitantes de distintos planetas, la obtención de recursos. En cuanto a las películas, me gustó mucho Don’t Look Up, y soy un fuerte repudiador de Interstelar que me parece un espanto.
-¿Y sobre la astrología y otras disciplinas que se apoyan en la astronomía?
-Me considero ateo y soy cientificista, en el sentido de que considero al método científico como la mejor manera de obtener conocimiento acerca del universo. Esto excluye por completo a cualquier pseudociencia, al no estar basadas en la evidencia. La astrología es análoga a cualquier religión. Así como algunos le rezan a su dios preferido para expiar sus pecados, los fans de la astrología están pendientes de la órbita de Mercurio para tomar decisiones respecto de su vida al suponer que existe algún tipo de relación entre el movimiento de los planetas con nosotros por fuera de la gravedad o el electromagnetismo. Cada uno puede creer lo que quiera; el problema es cuando la astrología invade terrenos de poder que involucran la toma de decisiones que afectan la vida de la gente, como puede ser la política o las empresas. En algunos casos incluso pueden rozar lo discriminatorio, por ejemplo cuando los chantas de recursos humanos utilizan la carta natal para decidir si contratar o no a una persona, o cuando ciertas personas deciden no vincularse con otras que sean de determinado signo, e incluso madres que mueven las fechas de sus partos para que su bebé no nazca del signo que no les gusta. Sin embargo, los fans de la astrología no necesariamente son anticiencia, sino al contrario, muchas veces celebran la astronomía y todo lo que viene logrando esta ciencia en estas últimas décadas.
-¿Qué les recomendarías a los que quieren estudiar astronomía en la Argentina?
-Que se animen y se anoten. No es necesario que hayan sido bochos en el colegio. Yo me llevé matemática todos los años del secundario y hoy soy doctor en Astronomía, trabajo en la temática que me gusta, soy docente de matemática y publiqué un libro. Todo esto sin tener ninguna cualidad académica extraordinaria. Si yo pude llegar hasta acá, cualquiera puede hacerlo. Si quieren estudiar astronomía, en la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la UNLP los estamos esperando.
Por Daniel Gigena – LN