El presidente del Gobierno español en funciones se refirió al candidato libertario durante su discurso de investidura y deseó que “ojalá gane Massa” en el balotaje que se disputará en la Argentina el domingo 19 de noviembre.
El presidente del Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, apuntó este miércoles contra el Partido Popular (PP), un espacio de derecha, debido a que su predecesor, Mariano Rajoy, apoyó al candidato de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei. En ese sentido, el jefe del Ejecutivo consideró que el libertario posee un “delirante discurso reaccionario”.
En el marco del debate por su investidura en el Congreso, Sánchez citó una declaración de Milei en la que sostuvo que “la justicia social es una aberración y es injusta porque implica un trato desigual frente a la ley” y la comparó con una afirmación que hizo hace unos meses la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, del PP, quien señaló “que la justicia social es un invento de la izquierda para promover la cultura de la envidia”.
“Este Gobierno de coalición que represento no considera la justicia social una aberración, antes al contrario, la consideramos la condición misma de la vida en sociedad”, porque eso “es justamente patriotismo, ser conscientes de que navegamos todos en el mismo barco” y de que el bienestar propio depende del de los demás”, aseguró.
Al hablar sobre el avance de la ultraderecha en el mundo, Sánchez mencionó “la derecha tradicional argentina, arrollada por el delirante discurso reaccionario de Milei”, según informó el medio español La Vanguardia. Sumado a esto, ironizó sobre el apoyo de Rajoy al libertario. “La ultraderecha argentina, por cierto, apoyada por la derecha conservadora. Hay que hacérselo mirar al señor Rajoy que apoya al candidato Milei a la presidencia de la Argentina”, exhortó al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. Sumado a esto, deseó que “este domingo ojalá gane Massa y no Milei“.
Este martes, el dirigente socialista había manifestado su apoyo al candidato de Unión por la Patria (UxP), Sergio Massa. “Sergio Massa representa la apuesta por la convivencia democrática, por la concordia, y ofrece un proyecto de unidad, de solidaridad, con oportunidades para todos y para todas”, afirmó a través de un video. “Suerte y a ganar”, arengó.
En la misma pieza audiovisual, Sánchez advirtió a los argentinos que el 19 de noviembre “no solo van a elegir a un nuevo presidente, sino que van a decidir algo mucho más importante, que es el futuro que quieren para su país“. Al respecto, subrayó que “los dos candidatos ofrecen opciones profundamente diferentes entre sí”.
A juicio de Sánchez, en “un contexto global complejo e incierto como el actual” lo que se necesitan son “políticas que den respuesta a las necesidades de la gente” y seguir con los avances sociales. En esa línea, subrayó que “frente a la estridencia, Sergio Massa representa la tolerancia y el diálogo para construir eso, una Argentina con un desarrollo inclusivo que no deje a nadie atrás”. Por ello, envió su apoyo al candidato de UxP y sus “más sinceros deseos de éxito para las próximas elecciones del 19 de noviembre”.
El respaldo de Sánchez a Massa se produjo dos días después de que el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy respaldara a Milei de cara a la segunda vuelta junto a otros ocho antiguos mandatarios iberoamericanos, así como el Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, los cuales consideran que representa la “esperanza del cambio” frente al kirchnerismo.
Las críticas a la derecha española
Con un discurso marcadamente ideológico, Sánchez presentó este miércoles a su gobierno como un “muro” frente a la “agenda reaccionaria” que, a su juicio, representan las “derechas retrógradas” de Feijóo y Santiago Abascal, cuyos gobiernos en autonomías y ayuntamientos buscan “desmantelar” los “avances” que han logrado las últimas décadas. A su entender, al “bendecir” a la ultraderecha, el líder del PP se suma al club reaccionario de Trump, Orban y Le Pen.
Sánchez, quien en las elecciones de julio quedó segundo detrás de Feijóo pero consiguió los votos necesarios para lograr un nuevo mandato, cargó contra el PP por haber sellado pactos de Gobierno con el ultraderechista Vox tras las elecciones autonómicas y municipales de mayo. A su criterio, actuaron como una “derecha irresponsable que blanquea y legitima a la ultraderecha para llegar al poder”.
“Aquella noche el señor Feijóo pudo elegir ser como la señora Von der Leyen, Emmanuel Macron o Donald Tusk, pero no lo hizo. Se adentró en el camino de perdición que había iniciado unos meses antes en Castilla y León, uniendo su destino a la ultraderecha”, proclamó. Según Sánchez, tras esos pactos con Vox, Feijóo “cortó el “frágil cordón sanitario” que había “mantenido su predecesor” en el PP, Pablo Casado, “y se sumó al club reaccionario de Trump, Le Pen, Orbán y Santiago Abascal”.
Sumado a esto, criticó las gestiones de gobiernos de PP y Vox en las comunidades autónomas debido a que redujeron “el gasto en sanidad pública”, dejaron “a miles de niños sin plaza en escuelas infantiles y comedores escolares” y “duplicaron el precio de los billetes y abonos de autobús”. Además de poner en marcha una “agenda reaccionaria”, Sánchez afirmó que muchos de esos gobiernos de coalición de PP y Vox se subieron el sueldo y aumentaron el número de asesores “ejerciendo toda clase de nepotismos”.
Sánchez defendió la amnistía de Cataluña
Asimismo, durante una parte de su discurso de casi dos horas, Sánchez defendió la amnistía que acordó con los independentistas catalanes a cambio de su apoyo para ser investido para un nuevo gobierno de España. “Hemos antepuesto el reencuentro a la venganza. En definitiva, la unidad a la fractura”, afirmó el líder socialista, en el poder desde 2018.
La futura ley de amnistía, destinada a pasar página del intento de secesión de Cataluña en 2017, “va a beneficiar a muchas personas, a líderes políticos cuyas ideas no comparto y cuyas acciones rechazo”, admitió Sánchez. Pero es necesaria para cerrar las heridas abiertas por esta “crisis política de la que nadie se puede sentir orgulloso”, continuó ante los diputados, asegurando que pretende garantizar “la unidad de España por la vía del diálogo y del perdón”.
“En nombre de España, vamos a conceder una amnistía a las personas encausadas por el procés (proceso independentista en Cataluña). La amnistía que planteamos es absolutamente legal y entra dentro de la Constitución“, justificó el presidente en funciones sobre el acuerdo que más polémica genera en la sociedad española.
Durante su discurso, el socialista defendió la constitucionalidad de esta medida, a la que él se oponía en el pasado, y pidió a la oposición de derecha -que el domingo movilizó a cientos de miles de personas contrarias- que demuestre “responsabilidad”. “El problema del PP” y de Vox “no es la amnistía a los líderes del ‘procés’, el problema (…) es que no aceptan el resultado electoral” de los comicios legislativos del 23 de julio, lanzó Sánchez, cuya votación de investidura está prevista para el jueves.
Vox comparó a Sánchez con Hitler o Chávez
Desde hace diez días se producen concentraciones diarias lideradas por la extrema derecha frente a la sede del Partido Socialista en Madrid, que en ocasiones terminaron en episodios de violencia. El PP y Vox, que llamó a la “resistencia” frente al nuevo gobierno, planean multiplicar los recursos judiciales contra la amnistía.
“Desean una España resignada y silenciosa, pero no la van a tener”, prometió Feijóo en su discurso en la sesión de investidura, augurando que “la amnistía no mejorará la convivencia”. Además, acusó a Sánchez de “corrupción política”, porque, argumentó, “tomar decisiones contra el interés general a cambio de beneficios personales no tiene otro nombre”.
Por su parte, el líder del partido de extrema derecha Vox, Santiago Abascal, acusó a Sánchez de dar “un golpe de Estado”, y lo comparó con Hitler o los presidentes venezolanos Hugo Chávez y Nicolás Maduro. “Este golpe lo disfrazarán con ropajes de legalidad, tampoco inventan nada nuevo. De la misma manera, con apariencias de legalidad, llegaron al poder personajes nefastos como Hugo Chávez, Maduro o Hitler”, afirmó, antes de que la presidenta del Congreso lo llamara al orden.
Debido a la tensión que rodea a esta investidura, más de 1.600 policías -según el ministerio del Interior- se desplegaron alrededor del Parlamento, en un dispositivo equivalente al de un partido de fútbol de alto riesgo. Sánchez “está vendiendo a España” a los independentistas catalanes, opinó Belén Valdez, una manifestante envuelta en una bandera española, junto a algunas decenas de personas situadas detrás del cordón policial establecido a bastante distancia del Congreso.