“Es único”, dijo el técnico catalán sobre el rosarino, a quien dirigió durante cuatro años en Barcelona; la comparación con Michael Jordan y Tiger Woods
Con la actividad de los clubes interrumpida este fin de semana por la fecha FIFA destinada a los seleccionados nacionales, Pep Guardiola cambió el domingo el banco de suplentes de un estadio por un estudio de televisión en Italia. Estuvo como invitado en el programa Che tempo che fa, donde hizo un repaso de su carrera, incluida su etapa de futbolista en Brescia y Roma, y dejó una vez más en suspenso su futuro a partir del 30 de junio próximo, cuando vencerá su contrato Manchester City, club al que dirige desde 2016.
Guardiola ingresó al estudio con la cortina musical de un tema de Oasis, la banda musical de los hermanos Gallagher, ambos fervientes simpatizantes del City. Lionel Messi debutó en la primera de Barcelona con Frank Rijkaard, entrenador con el que ganó su primer Champions League, en 2006. Pero el rosarino se empezó a convertir en el mejor jugador del mundo bajo el mando de Guardiola, que asumió en 2008. Juntos establecieron una de las parejas futbolista-director técnico más exitosa del fútbol. Se potenciaron recíprocamente. Con Guardiola en el banco y Messi en la cancha, Barcelona obtuvo 14 títulos, incluidas dos Champions League y dos Mundiales de Clubes (finales frente a Estudiantes y River), en un período de cuatro años.
Inevitable que en una entrevista a Guardiola no surja la consulta sobre Messi. Y el DT catalán lo puso en lo más alto: “Hay que conocerlo. Nunca había visto a alguien así entrenando y jugando, no te lo imaginas manteniendo esta continuidad durante 15-20 años. Es único. Leo Messi es el mejor futbolista de la historia. A lo mejor le estoy faltando el respeto a Pelé y a Diego Maradona, pero no me imagino a nadie como Messi, con su consistencia. Cuando lo ves de cerca, piensas en Tiger Woods o Michael Jordan: tuvimos la suerte de ser contemporáneos de ellos”.
Como viene ocurriendo en los últimos meses, Pep no da pistas sobre su futuro. En los festejos por la conquista de la última Premier League dio a entender que ya estaba cumpliendo un ciclo, que cumplir el último año de contrato le demandaría otro gran esfuerzo. “Estoy bien, a veces un poco cansado en mi trabajo, todos lo estamos. Pero me gusta muchísimo el fútbol. No terminé mi carrera en el City, todavía tengo que reflexionar. Si lo hubiese decidido, lo diría”, expresó.
Algunos movimientos en el City inducen a pensar en una salida de Guardiola. Al final de la temporada dejará su puesto el director deportivo Txiki Begiristáin, de estrecha relación con el catalán desde la época que compartieron en Barcelona. El dirigente fue el impulsor de la contratación de Pep al City en 2016. Otra cuestión a poner en la balanza es lo que ocurrirá con la sentencia del juicio en Inglaterra contra Manchester City por supuestamente no haber cumplido con el Fair Play financiero. A principios de 2025 se conocerá un fallo que puede ir desde la absolución a la multa económica, pasando por el descuento de puntos o retiro de títulos. Una dura condena sería otro ingrediente para que no siga Guardiola.
Los trascendidos apuntan a que Guardiola es candidato al seleccionado de Inglaterra. Consultado por esta posibilidad, respondió: “No, pero en la vida todo puede ser”. Hay varios factores concurrentes que alimentan esta posibilidad. Tras la desvinculación de Gareth Southgate después de la Eurocopa, Inglaterra es dirigida interinamente por Lee Carsley, que estaba a cargo de los juveniles. En más de una oportunidad, Guardiola dijo que en algún momento de su carrera se imaginaba dirigiendo a un seleccionado para tener una experiencia diferente. Se siente muy cómodo y adaptado al estilo de vida de Inglaterra, donde la prensa es menos intrusiva que en otros países. Y para completar el combo atractivo para Guardiola, por delante tendrá un año de trabajo hasta que se dispute el Mundial 2026.
En otro pasaje de la entrevista, Guardiola se refirió a la influencia de Johan Cruyff en su trayectoria: “No puedo imaginar cómo mi vida y mi carrera hubieran sido sin Cruyff. Él me enseñó mucho a nivel táctico, pero sobre todo me creó desde el punto de vista humano. Era un genio, único. Me enamoró del fútbol”.
Sobre el nuevo formato de la Champions League (una liga de 36 equipos, con ocho partidos para cada uno), Guardiola dijo que todavía no lo ha entendido muy bien, pero tiene claro con qué rival no quiere encontrarse: “Barcelona. El cariño que les tengo me destruye. Nací en un pequeño pueblo cercano, encontrarnos nunca es fácil”.
Camino a completar 16 años de carrera como entrenador de primera división entre Barcelona, Bayern Munich y Manchester City, Guardiola eligió al adversario que más lo complico: “En términos de rivalidad, el Liverpool de Jürgen Klopp fue el mayor rival al que me enfrenté en mi vida. No sólo por su forma de jugar, sino porque era muy difícil contrarrestarles. Por eso les doy mucho crédito a mis jugadores”.
Fuente La Nación