Un entrenamiento bien planificado es la clave para lograr ese resultado que buscas y hoy te explico qué tipo de entrenamiento es mejor si tu objetivo es la pérdida de grasa
En lo cotidiano se suele pensar que un trabajo aeróbico como salir a correr es la clave para la pérdida de peso. Un entrenamiento aerobico trae consigo grandes beneficios:
1. Mejora el rendimiento cardiorrespiratorio
2. Reduce la presión arterial
3. Evita y mejora el síndrome metabólico
4. Puede mejorar los niveles de depresión y ansiedad
5. Ayuda a controlar y perder peso
Como vemos en este último punto, es una buen opción para el descenso de grasa corporal siempre y cuando la intensidad a la que trabajemos sea baja-moderada en la que el organismo utilice las grasas como combustible.
Pero, ¿si te digo que hay una mejor opción?
El entrenamiento de fuerza es la base de desarrollo de todas las demás capacidades condicionales (velocidad, resistencia, flexibilidad).
Un buen entrenamiento de fuerza nos traerá grandes beneficios a nuestra vida cotidiana.
Respecto a la pérdida de grasa es un gran aliado por varios puntos.
El tejido muscular necesita más energía que el tejido graso para recuperarse, por lo que, si desarrollamos los músculos, nuestro cuerpo será capaz de quemar más calorías cuando está en reposo y cuando se ejercita. Con cada nuevo gramo de masa muscular adquirido, incrementaremos nuestro ritmo metabólico y quemaremos una mayor cantidad de lípidos. En otras palabras, al trabajar la fuerza nuestra composición corporal aumentará por lo que nuestro gasto energético en responso también aumentará. Más sencillo aun, aumentará tu gasto calórico.
Entonces, ¿hago uno o el otro?
Los dos! Arranca con ejercicios de pesas con la intensidad adecuada y volumen adecuado, que lo vea un profesional, a máxima intensidad donde utilicemos glucógeno como principal combustible y luego un trabajo aeróbico de baja-moderada intensidad el cual permitirá la oxidación de las grasas
Por Nahuel Anzalone – Preparador Físico y personal trainer.