Todo se enmarca en un proceso de restitución que fue ratificado por la Corte Suprema de Justicia. La pareja vivió en Alemania, Bolivia y Argentina. Los menores son argentinos y alemanes. Los tribunales determinaron que el lugar de residencia era Hamburgo y allí debe discutirse la tenencia
La tranquila localidad de Nono, en Traslasierra, Córdoba, está revolucionada desde hace varios días. Una mujer debía presentarse el jueves pasado con sus dos hijos de 10 y 6 años en los tribunales. La Justicia argentina, en todas sus instancias, ordenó la restitución de los menores a Alemania, donde reside su padre, tras una larga discusión sobre cuál era el lugar de residencia de las criaturas en medio de numerosas mudanzas, trabajo en Bolivia y las complicaciones de la pandemia. A contrarreloj, la mujer había intentado más presentaciones judiciales para revertir su suerte, pero no tuvo éxito. Llegó el día de la audiencia y la mujer no apareció.
Policías fueron a buscar a su casa, donde una movilización de vecinos increparon a los policías en apoyo a la mujer. Pero cuando entraron a su casa, ni ella ni sus hijos estaban allí. Desde entonces, no se sabe nada de ella ni de los chicos. Sólo su férrea decisión de impedir que los chicos pudieran quedar al cuidado de su padre en otro país.
Los protagonistas de esta historia son Constanza Taricco, de 33 años, su ex pareja Soeren Hars y los menores: una nena que no es hija biológica del hombre pero a la que reconoció como propia; y un nene fruto de la relación entre ambos. Los dos niños tienen nacionalidad argentina y alemana.
“Ni siquiera me están robando a los niños. Me están diciendo vení y entregarlos”, dijo Constanza Taricco horas previas a la audiencia al periodista local Pedro Moreno, reclamando la visibilidad del caso para revertir la decisión. “Lo que este hombre pretende es someterme y haceme daño a través de esto. Yo no voy a dejar a mis hijos a la deriva”.
Cuando el periodista le preguntó si podía fugarse antes de entregarlos, la joven respondió: “podré buscar algún escondite temporal… Fugarme no es tan fácil. No tengo dónde tampoco… No estoy preparada para eso. Y mis hijos tampoco”.
El caso tiene sumas complejidades porque la discusión estuvo en poder decidir cuál era el lugar de residencia de los menores para que fuera la justicia de ese lugar la que resuelva sobre la cuestión de fondo que haga al sistema de tenencia, regimen de visita o cuota alimentaria de los progenitores. La pareja no solo residió en Argentina y en Alemania sino también en Bolivia, donde la mujer sostiene que deben residir los menores.
Infobae accedió a la resolución en donde cada parte expuso sus argumentos y se estableció cuál fue el criterio tomado por la Jueza en lo Civil y Comercial, Conciliación y Familia de Primera Nominación de la ciudad de Villa Dolores, Sandra Cuneo para fallar en la causa, decisión que fue ratificada por el máximo tribunal de Córdoba y respaldado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Palacio de Tribunales sede de la Corte Suprema de Justicia Foto NA: Hugo Villalobos
Allí se expone, además de la historia del conflicto, que en su resolución los tribunales argentinos ordenaron la restitución de los menores a Alemania, pero también dispusieron que el padre pagara los gastos de traslado de los chicos y de la madre, que le proveyera una casa cerca de su domicilio y le otorgara “provisionalmente” a ella la custodia de los niños hasta que el tribunal alemán competente decida sobre la cuestión de fondo. Paralelamente, se le pidió al área de jurídicos de la Cancillería argentina mantener contacto con las autoridades alemanas para que le dieran a la madre “asistencia jurídica gratuita”.
Taricco y Hars se conocieron en Bolivia durante el año 2016, se casaron, nació su hijo, él reconoció la paternidad de su primera hija y se fueron a Alemania en junio de 2018. Ahí los chicos fueron al colegio y la familia comenzó a percibir el subsidio familiar por hijos a cargo otorgada por el Estado alemán (Kindergeld).
La pareja decidió trasladarse a Bolivia, a inicios del año 2020, en virtud de la actividad de acompañamiento de jóvenes en conflicto (trabajo en función de su relación de dependencia con una organización alemana), junto a otros emprendimientos.
Tras una breve estadía preparatoria, él volvió a Alemania, mientras ella y los chicos fueron a Argentina a visitar familiares. Y ahí se desató la pandemia. Recién en junio del 2020, en un vuelo de repatriación, la mujer y sus hijos volvieron a Alemania.
La versión del padre. Según explica el solicitante en su petición, “desde 2018 hasta enero de 2021, la familia vivió junta en un apartamento en Alemania, donde el padre pasaba mucho tiempo con los niños. Desde febrero de 2021 hasta octubre de 2021, la familia vivió junta temporalmente en Bolivia porque el padre trabajaba allí temporalmente. Cuando el padre tuvo que regresar a Alemania en octubre de 2021 debido a su trabajo, la madre inicialmente se negó a volver. Por lo tanto, desde noviembre de 2021, la madre estaba sola con los niños en Bolivia. Según acuerdos mutuos con el padre, la madre debía regresar a Alemania en diciembre de 2022/enero de 2023. Mientras tanto, el padre preparaba el regreso a Alemania. Pero en lugar de venir a Alemania, la madre rompió el contacto con el padre y también redujo el contacto del padre con los niños. En lugar de venir a Alemania como se discutió (donde aún viven los niños) la madre se llevó a los niños a Nono en enero de 2023. Ha roto casi por completo el contacto con su padre. Sacó a los niños de la escuela en Bolivia y se niega a traerlos a Alemania y enviarlos a la escuela. Allá en Argentina los niños no van a la escuela ni a la guardería. La madre ya no quiere enviar a los niños a la escuela y en su lugar quiere viajar a Sudamérica. En Alemania los niños tienen que ir a los exámenes médicos estándar y a la escuela. Es Urgente. Los niños están registrados y residen en Alemania. La madre recibe el subsidio por hijo según la ley alemana (500 Euros). El padre debe estar en Alemania por su trabajo. La madre debería haber estado en Alemania a más tardar en enero de 2023. Así se discutió…”
El hombre sostuvo que “la estadía de la familia en Bolivia siempre fue transitoria” y señaló que solo se hizo un acuerdo de que los nenes estuvieran “provisoriamente” por la pandemia hasta que se presente la posibilidad de regresar a Alemania. En septiembre de 2022, la mujer le informó que rompía el acuerdo y no deseaba retornar a Alemania. Explicó que fue a Bolivia a fines de 2022 a pasar la Navidad con sus hijos y que luego ella viajó a Argentina. Mostró los diálogos de whatsapp. Negó las acusaciones de violencia de género, que la mujer planteó en medio del proceso de restitución.
Constanza Taricco
La versión de la madre. La mujer afirmó que su entonces pareja “libremente hacía y deshacía a su antojo, sin ocuparse mínimamente de las necesidades y tareas de cuidados de sus hijos”. En junio de 2018, llegó con sus hijos a Alemania, donde ya se encontraba su esposo y relató su situación emocional por la “falta de arraigo y falta de contención” de su pareja.
En 2019 se mudaron de Berlin a Hamburgo, luego de su petición, pero que en 2020 con el progenitor y sus hijos viajaron a Bolivia con la intención de iniciar su residencia allí y continuar con el proyecto laboral de la firma que habían iniciado cuando se conocieron. (…) En octubre de 2021 él retornó a Alemania y siguió en contacto con sus hijos vía whatsapp. Que pasaron juntos la navidad del 2022 en Bolivia y que a fines de abril el hombre le confirió poder especial para hacer trámites.
Afirmó que “el pedido de restitución es clara muestra de la violencia que el Sr. H. continúa ejerciendo sobre su persona, pretendiendo hacer creer al Tribunal que retiene de manera ilegítima a los niños”. Insistió en que el lugar de residencia de los niños no era Alemania y que “el hecho de que esté temporalmente residiendo en Córdoba, no implica que este sea su centro de vida o residencia habitual”. Afirmó que el lugar de anclaje de los menores es Bolivia.
Qué dijo la Justicia
La audiencia tuvo lugar el 20 de julio de 2023: estuvieron ambas partes, el hombre desde Alemania por zoom, un traductor, un asesor, un fiscal y la jueza. Tampoco pudieron llegar a un acuerdo. La jueza Cuneo entonces tuvo que resolver sobre si procedía o no la restitución sobre la base del la Convenio de la Haya de 1980, la jurisprudencia de la Corte y los derechos del niño.
La clave para decidir fue establecer cuál era el lugar de residencia de los menores. “En la causa que nos convoca, la fijación de dicho extremo se presenta como una tarea de complejidad particular, en virtud de la dinámica de múltiples traslados y relocalizaciones internacionales vivenciados por este grupo familiar a lo largo de los años”, subrayó la jueza.
La discusión era si, como dice el hombre, la estadía en Bolivia era temporal; o como dice la mujer iban a quedarse allí. Y los tribunales se inclinaron por entender que era Alemania.
Por qué Alemania
“Los diversos elementos colectados en la causa permiten concluir que el centro de gravedad de la vida de los niños, continuaba estando situado en Alemania -se estableció. Se halla incontrovertido que han existido a lo largo de la vida de (los menores) múltiples mudanzas sucesivas entre Bolivia y Alemania, a lo que se suman las estancias en Argentina. No obstante encontrarse demostrado la escolarización de los niños en Bolivia hasta fines de 2022, entendemos que también ha quedado acreditado el consenso parental en orden a la reubicación familiar en Alemania, en consonancia con esa permanente provisionalidad que la vida en Bolivia implicaba, al estar atada a las condiciones laborales del Sr. Hers”.
Para la justicia, “el consenso acerca de la modificación de la residencia y el traslado a Alemania se deriva de las comunicaciones vía whatsapp entre las partes acompañadas a la causa -transcriptas y traducidas por la Sra. Jueza-, y que no merecieron refutación” por parte de la señora Taricco. “De allí se deriva claramente el proyecto consentido de trasladarse” la Sra. Taricco “con los niños a Alemania”.
Otro punto que reforzó esta creencia fue el poder que le dio el hombre a su mujer para vender el auto y cancelar el contrato de la casa en la que estaban. “Es decir, existió una clara decisión consensuada por ambos y la prueba aportada permite concluir que el regreso de los niños a Alemania, con su madre, luego de su transitorio paso por Argentina, no se trató del resultado de la voluntad unilateral impuesta por el Sr. H”, afirmó la causa judicial.
El fallo de la Corte de Córdoba remarcó que “la evaluación de la habitualidad inherente al concepto de residencia habitual no puede limitarse a la duración aritmética de las estancias en cada país por los que estos niños han transitado (Alemania, Bolivia, Argentina) o prescindir del contexto de recurrentes mudanzas que los infantes han vivenciado, los móviles subyacentes a dichos traslados (en general, asociados a las circunstancias laborales del Sr. H. en Alemania), ni -mucho menos- de la extraordinaria circunstancia desatada por la pandemia, en especial durante 2020 y 2021, que a tenor de las restricciones de circulación imperantes y la incertidumbre sobre su extensión obligó a muchas familias internacionales a replantear sus planes y atravesó de lleno los primeros años” de los niños.
Los jueces también destacaron que “aunque individualmente considerado no resulte suficiente para establecer la residencia habitual, la percepción de la asignación del Estado alemán para las familias residentes con hijos es otro elemento que -sumado a los restantes indicios- aportan a la conclusión” de la residencia en el país germano.
El rechazo a la decisión judicial
La abogada de la mujer hizo nuevas presentaciones: apelaciones mediante y pedidos de cautelares. Se sostuvo que existía “un grave riesgo de que la restitución exponga a los niños a un peligro físico o psíquico que los ponga en una situación intolerable”. Subrayó que ella es la única figura de cuidado para sus hijos desde su nacimiento, del peligro de separarlos y de la falta de amistades en Alemania. También subrayó que sus hijos le manifestaron expresamente no quieren irse allá sino a Bolivia.
Mientras tanto, sus vecinos y amigos de Nono, junto a la Mesa de Trabajo de Derechos Humanos de Traslasierra, comenzaron a movilizarse para impedir que el traslado se hiciera posible. Incluso hasta los tribunales.
“Mi nombre es Constanza Taricco, estamos en los tribunales de Villa Dolores porque la jueza Sandra Cúneo, a pesar de haber recibido un oficio que pide la suspensión de la restitución, ordena que el 25 de julio traiga a mis hijos para entregárselos a un ciudadano alemán que tiene pasajes para el 27 y se los va a llevar y nunca más los voy a volver a ver”, decía esta semana en un video difundido en redes sociales. Atrás de ellos, sus amigos sostenían carteles pidiendo “no a la restitución” y “los niños tienen derechos”.
En ese contexto se llegó al día en que Taricco debía ir a tribunales con los chicos. Un grupo de sus vecinos se habían organizado para acompañarla en el juzgado. Pero la joven no apareció. Se libró entonces una orden para ir a buscarla a su casa. Allí había más vecinos para defender a Constanza. Cuando los uniformados lograron acceder a la casa, ya no estaba.
La justicia solicitó a la ciudadanía en general que tenga información respecto al paradero de Constanza Tarrico y de sus hijos se comuniquen con las autoridades. La familia tiene prohibido salir del país luego no haber sido localizada en su domicilio tras la audiencia de restitución.
Fuente Por Patricia Blanco-Infobae