Tras convertirse en una cuestión decisiva para muchos en 2021, el cambio climático ha descendido en la lista de prioridades de los votantes en Alemania.
Millones de alemanes acudirán a las urnas el 23 de febrero para votar en unas elecciones anticipadas. Inicialmente previstas para septiembre, se desencadenaron tras el colapso de la coalición de los socialdemócratas (SDP), el Partido Democrático Libre (FDP) y los Verdes en noviembre del año pasado.
En las últimas elecciones de 2021, el cambio climático y la energía fueron temas clave para los votantes alemanes. A pesar de que 2024 será el año más caluroso jamás registrado, esta vez han pasado a un segundo plano en las campañas, priorizando en su lugar las políticas de migración y seguridad. El cambio climático ha descendido en la lista de prioridades de los votantes, y los políticos han evitado hablar del tema, creyendo que no les haría ganar las elecciones.
¿Consideran los votantes alemanes que el cambio climático es un tema electoral clave?
Cuando se realizaron las encuestas para las elecciones de 2021, los votantes situaron el cambio climático por delante de la inmigración y el COVID-19 como principales temas electorales. Ello permitió a los Verdes lograr importantes avances, alcanzando el 14,7% de los votos impulsados por su apoyo a las políticas medioambientales.
Pero el clima político en Alemania ha cambiado radicalmente desde entonces, y los votantes dan prioridad a otros temas de actualidad frente al cambio climático en sus decisiones electorales.
Dos atentados mortales en las ciudades de Magdeburgo y Aschaffenburg, en los que los sospechosos procedían de Arabia Saudí y Afganistán, han avivado un intenso debate sobre migración y seguridad. La burocracia, el aumento de los costes energéticos y una industria automovilística que lucha por mantener el ritmo de la demanda de vehículos eléctricos han hecho que la economía se contraiga durante dos años consecutivos.
Según el último sondeo de los analistas electorales Forschungsgruppe Wahlen, los encuestados mencionan la paz y la seguridad (45%) y la economía (44%) como los temas más importantes para su decisión de voto.
Con dos menciones posibles por encuestado, la justicia social ocupa el tercer lugar, con un 39%, y a continuación las cuestiones relacionadas con los refugiados/asilo, con un 26%. A estos puntos clave les siguen las pensiones/seguridad de la vejez, con un 22% y, por último, la protección del clima, también con sólo un 22%.
¿Cuáles son los principales temas climáticos y energéticos que influyen en las elecciones alemanas?
Aunque el clima y la energía han pasado a un segundo plano en estas elecciones, algunos temas destacados demuestran la división política del país. El cambio climático, en particular, se ha convertido en un tema divisivo en la política alemana, lo que queda patente en los programas de los principales partidos.
Leyes sobre calefacción doméstica
A finales de 2023, el Parlamento alemán aprobó una enmienda a la Ley de Energía de la Construcción. Esto significaría que todos los nuevos sistemas de calefacción instalados tendrían que funcionar con al menos un 65% de energía renovable, lo que provocaría una transición a bombas de calor, calderas de gas “preparadas para hidrógeno” u otros sistemas bajos en carbono.
Esta enmienda ya era una versión suavizada de lo que se había propuesto inicialmente e incluía concesiones para garantizar que la ley se introdujera gradualmente. Las nuevas construcciones serían las primeras, seguidas de otros tipos de viviendas, lo que permitiría mantener las calderas de gas durante más tiempo.
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Pero la calefacción doméstica no tardó en convertirse en un tema controvertido en Alemania. Los opositores afirmaron que una modificación de la ley supondría una carga excesiva para los consumidores. Se convirtió en un punto de encuentro para el partido Alternativa para Alemania (AfD), que empezó a hacer campaña implacablemente en contra.
En sus programas electorales, la Unión Cristianodemócrata (CDU)/Unión Socialcristiana (CSU), el Partido Democrático Libre (FDP) y AfD dicen que planean abolir la ley, al igual que la Alianza Sahra Wagenknecht (BSW).
El Partido Verde ha prometido más ayudas económicas para la instalación de nuevos sistemas de calefacción -hasta el 70% del coste- y el Partido de Izquierda dice que cubrirá el 100% para los hogares con bajos ingresos.
Algunos políticos alemanes se oponen a prohibir en toda la UE los coches nuevos de gasolina y gasóleo
En 2035 entrará en vigor en toda la UE la prohibición de vender coches nuevos de gasolina y diésel. Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), la transición a los vehículos eléctricos es “probablemente crucial” para reducir las emisiones del transporte.
Pero varios partidos políticos se han opuesto a la prohibición. La CDU dice que hay que anularla, mientras que el FDP y el BSW sostienen que hay que suprimir la fecha de 2035. Estos dos partidos dicen que hay que centrarse menos en la transición a los vehículos eléctricos. AfD cree que la preferencia “unilateral” por la electromovilidad debe cesar “inmediatamente”.
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En el otro lado, partidos de centro-izquierda como el SDP y Los Verdes se mantienen firmes en la prohibición. Alemania es el segundo productor mundial de vehículos eléctricos, y la falta de claridad sobre el futuro de los vehículos de gasolina y diésel ha llevado a los líderes del sector a reclamar políticas coherentes por parte del Gobierno.
Objetivo alemán de emisiones netas cero para 2045
La mayoría de los partidos alemanes siguen defendiendo el objetivo de emisiones netas cero para 2045, pero la forma de conseguirlo varía enormemente. Al igual que muchos votantes, los dos grandes partidos centristas alemanes tienen la vista puesta en las implicaciones financieras de esta transición.
El SPD afirma que la protección del clima es una tarea urgente, pero quiere “hacer las cosas de forma más pragmática”. Parte de ese enfoque consiste en garantizar que las alternativas respetuosas con el clima sean mejores, más convenientes y más baratas. El partido apuesta por soluciones como un límite de velocidad de 130 km/h en las autopistas y redes de calefacción neutras para el clima en ciudades enteras, en lugar de bombas de calor individuales en los hogares.
La unión CDU/CSU está “firmemente decidida” a cumplir el objetivo actual, pero también está estudiando las implicaciones financieras de la política climática. En su opinión, la protección del clima y la consecución del objetivo de 2045 no deben afectar a la economía. Mientras que el SDP está a favor de políticas más duras para descarbonizar la calefacción y el transporte, da prioridad a la tarificación del carbono.
El Partido Verde, ecologista y de centro-izquierda, se opone al debilitamiento de las políticas climáticas, subrayando que Alemania es el Estado miembro de la UE con mayores emisiones. Pero también afirma que esto sólo será aceptable si la reducción de emisiones es más fácil y asequible. En lugar de hacer retroceder la protección del clima, los Verdes creen que esto puede hacerse mediante una “mezcla de instrumentos” como programas de subvenciones o comercio de derechos de emisión.
La Izquierda va aún más lejos al presionar para que Alemania alcance su objetivo de emisiones netas cero en 2040. Y lo quiere hacer con una combinación de medidas como impuestos a los superricos. Esto incluye una tasa a los pasajeros frecuentes, la prohibición de los superyates y jets privados, y mayores impuestos a los coches grandes y pesados.
El FDP, de centro-derecha, cree que los mecanismos de mercado son la forma más rápida de avanzar en la protección del clima. Dice que el Estado no debe intervenir en todas partes y rechaza políticas como los límites de velocidad y las autopistas. El FDP quiere retrasar el objetivo de cero emisiones netas hasta 2050. Su apuesta por los mecanismos de mercado implica que el comercio de derechos de emisión y la tarificación del CO2 son puntos políticos importantes.
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El partido de izquierdas BSW no cree que la neutralidad climática sea posible en un futuro previsible, y afirma que las políticas para conseguirla son “extremadamente caras y a menudo poco realistas”. Quiere abolir la tarificación del CO2 y advierte de que no es posible conseguir energía barata sólo con energía eólica y solar.
BSW no rechaza de plano las políticas climáticas, pues cree que hay que “tomarse en serio” el asunto, pero tampoco ofrece un objetivo concreto para la meta de cero emisiones netas.
La ultraderechista AfD no cree que el calentamiento global esté causado por el hombre, y su manifiesto cuestiona el “supuesto consenso científico” sobre el cambio climático.
El partido ha dicho que quiere retirarse del Acuerdo de París y “rechaza toda política y todo impuesto que esté relacionado con la supuesta protección del clima”. Eso incluye cualquier expansión de la energía eólica o de los parques solares, y cualquier financiación estatal para la recarga de vehículos eléctricos.
Por Rosie Frost-Euronews