En represalia por el apoyo de París a Armenia, Bakú llevó a cabo operaciones de injerencia hostil contra Francia en sus territorios de ultramar.
La COP29 comenzó con un incidente diplomático en Azerbaiyán. El presidente del país anfitrión, Ilham Aliyev, provocó la ira de París al denunciar en un discurso los “crímenes del régimen del presidente Macron” en los territorios de ultramar. “Las lecciones sobre los crímenes de Francia en estos llamados territorios de ultramar no estarían completas sin mencionar las recientes violaciones de los derechos humanos del régimen”, dijo.
Apoyo francés a Armenia
Según los expertos entrevistados por ‘Euronews’, esta escalada de tensiones entre París y Bakú se debe en particular al apoyo francés a Armenia, que mantiene una disputa territorial con su vecino azerbaiyano por Nagorno-Karabaj. “Estas tensiones son en gran medida políticas. Y se trata de un intento de Azerbaiyán de tomar represalias contra Francia por su excepcional y significativo apoyo a Armenia”, declaró Teona Lavrelashvili a ‘Euronews’. La especialista en asuntos europeos recuerda que Francia ha apoyado a Armenia “diplomática, financiera y también militarmente”, en particular durante el conflicto de Nagorno-Karabaj, un enclave situado en Azerbaiyán pero habitado casi exclusivamente por armenios que Bakú y Ereván se disputan desde hace décadas.
Injerencia azerbaiyana
Por su parte, París acusa a Bakú de injerencia, especialmente en Nueva Caledonia, donde los disturbios dejaron 13 muertos en mayo. Un proyecto de ley constitucional que modifica el cuerpo electoral desató una tormenta en el archipiélago francés del Pacífico. Para echar más leña al fuego, se sospecha que Azerbaiyán utiliza los movimientos independentistas para desestabilizar a Francia.
“En primer lugar, hay injerencias políticas. Existe lo que se conoce como el grupo de iniciativa de Bakú, que se creó en julio de 2023 y sigue prosperando hoy en día. Se trata de un grupo de presión y de ‘lobby’ a nivel internacional, que ayuda a compartir, retransmitir y servir de caja de resonancia de las aspiraciones independentistas de ciertos grupos independentistas”, explica a ‘Euronews’ Bastien Vandendyck, profesor de geopolítica del Pacífico en la Universidad Católica de Lille y jefe de gabinete de Sonia Backès, presidenta de la provincia meridional de Nueva Caledonia.
En abril, un acuerdo entre el Congreso de Nueva Caledonia y el Parlamento de Azerbaiyán, firmado por un diputado independentista, causó indignación antes de ser considerado nulo. También causó polémica un viaje a Azerbaiyán de representantes electos independentistas. “No cabe duda de que Bakú se está posicionando como paladín y defensor en la escena mundial de los Estados insulares, así como de otras pequeñas naciones que tienen movimientos de liberación contra las potencias europeas. Y lo venden como parte de un movimiento contra la injerencia en la política de otros países”, explica Jody Laporte.
El investigador político del Lincoln College de la Universidad de Oxford cree que esta estrategia se remonta a la participación de Azerbaiyán en el movimiento de los No Alineados, fundado durante la Guerra Fría para defender los intereses de los países en desarrollo. “Desgraciadamente, estos independentistas no son más que marionetas de una estrategia política destinada a deslegitimar a los adversarios de Azerbaiyán”, afirma Bastien Vandendyck.
Campañas de desinformación
Según una nota de VIGINUM, el servicio de vigilancia y protección contra las injerencias digitales extranjeras de Francia, Azerbaiyán también ha llevado a cabo campañas de desinformación dirigidas a Francia en las redes sociales. Aunque los disturbios en Nueva Caledonia se debieron a problemas reales, la injerencia de Azerbaiyán agravó la crisis, opina Bastien Vandendyck. Si a Azerbaiyán le importara realmente el derecho de los pueblos a la autodeterminación (…) se lo aplicaría a sí mismo antes de intentar aplicárselo a los demás”, afirma el analista de relaciones internacionales. Y la realidad es que hoy existe un territorio en Azerbaiyán llamado Nagorno-Karabaj, que es víctima de una limpieza étnica llevada a cabo deliberadamente por el régimen de Aliyev”.
En su opinión, Nueva Caledonia ha sido un laboratorio para Azerbaiyán, que ahora está reorientando sus acciones hacia las Antillas francesas, la Guayana Francesa y la Polinesia Francesa. El alivio de las tensiones está muy lejos, a pesar de la continuidad de las relaciones comerciales y los contratos de gas entre Bakú y la Unión Europea.
Por Amandine Hess-Euronews