Cientos de toneladas de comida, medicamentos y otras provisiones humanitarias llevan días a la espera de entrar a Gaza. Israel no lo ha autorizado y mantiene su asedio total sobre la población palestina. Los gazatíes viajan al sur, en medio de los escombros, la incertidumbre y una preocupación latente de que inicie, en cualquier momento, una invasión terrestre desde Israel. Las esperanzas de apertura de un corredor humanitario cada vez son menos, mientras las condiciones en Gaza se deterioran.
El mundo ha enviado ayuda humanitaria, pero Gaza sigue sin recibirla. La mayoría de los 2,3 millones de habitantes de la Franja de Gaza dependen de esa ayuda, desde antes de que Israel intensificara los bombardeos sobre la zona, en respuesta al ataque de Hamás, el 7 de octubre, que mató a más de 1.400 israelíes.
La Franja de Gaza se encuentra en un bloqueo absoluto y el ingreso de ayuda humanitaria o salida de refugiados depende, por ahora, únicamente de Israel. En la frontera con el Estado israelí, hay seis cruces, pero todos ya estaban cerrados incluso antes de la ofensiva de Hamás. La advertencia israelí a los palestinos es que abandonen estas zonas. La única vía que les queda es el paso de Rafah, en la frontera sur que limita con la región egipcia del Sinaí, pero también está cerrado por el avivado conflicto.
¿Por qué no llega la ayuda?
Una pregunta que el mundo entero se realiza. Presidentes de varios países, líderes políticos y de organizaciones de derechos humanos, pero, sobre todo, los palestinos. Antes de que estallara la violencia, según las Naciones Unidas, más de 100 camiones con ayuda entraban cada día. Hoy, Gaza lleva más de 10 días sin recibir dotaciones humanitarias.
Planet Labs PBC tomó imágenes satelitales, que fueron analizadas por la agencia AP, y muestran 55 camiones esperando en dos filas, a solo medio kilómetro del paso de Rafah. La agencia AFP señala que cerca de unos 175 camiones aguardan con medicamentos vitales, alimentos y agua, del lado egipcio.
Uno de los principales problemas para entregar la ayuda es el estado de las carreteras. Los bombardeos han destrozado kilómetros de vías o están llenas de obstáculos de hormigón. Egipto ha retirado los escombros y continúa su labor para reparar la ruta hacia la sitiada Gaza.
Otro factor, los bombardeos israelíes. Pese a que Israel pidió a los palestinos que se refugiaran en el sur del enclave, este viernes se reportaron ataques aéreos, lo que ha impedido que Egipto entre con seguridad.
“Una gota de agua en el océano”
La ayuda, finalmente, depende de Israel. Si el primer ministro, Benjamín Netanyahu, acepta o no que se abra un corredor humanitario para los miles de palestinos que esperan desesperados. La Organización Mundial de la Salud (OMS) fue de las primeras en alertar la catástrofe humanitaria que vendría los días después de la contraofensiva de Israel. La entidad advirtió que Gaza necesitaba acceso urgente para recibir ayuda y suministros médicos.
Con los días, las Naciones Unidas, países de Europa y América, así como de África y Asia han pedido a Israel que permita el ingreso de suministros. Pero el Gobierno de Netanyahu no está dispuesto, por ahora, a un corredor humanitario. En su momento, dijo que su negativa era porque dicha ayuda podría desviarse a favor de Hamás.
Este viernes 20 de octubre, el secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, llegó a la península egipcia del Sinaí en un esfuerzo por conseguir que la ayuda llegara a Gaza, pero aún no está claro cuándo comenzaría la entrega.
“Es absolutamente esencial” la entrada de ayuda, dijo Guterres, al mencionar que es una operación “urgente” para rescatar personas “en un estado de guerra”.
Además, confirmó que hay un acuerdo entre Israel, Egipto y la ONU para el ingreso de ayuda “con una serie de condiciones”, pero sin fecha. Otro acuerdo sin fecha establecida para el ingreso de ayuda es el de Estados Unidos con Israel y también un acuerdo con Egipto.
El primer ministro británico, Rishi Sunak, se reunió el viernes con los líderes de Egipto y la Autoridad Palestina, en El Cairo, y coincidió en la necesidad de permitir la entrada de ayuda humanitaria.
El jefe de operaciones de emergencia de la ONU, Martin Griffiths, declaró este viernes que están en “intensas y avanzadas” negociaciones para que esta ayuda se concrete lo antes posible. En primera instancia, se espera el ingreso de 20 camiones, que representa un número insignificante frente a las necesidades que tiene Gaza.
“Es una gota de agua en el océano”, dijo Griffiths, quien ha señalado en reiteradas ocasiones que los ataques de Israel han “despojado a la gente de su dignidad”.
Entre la vida y la muerte
Los camiones representan, según Guterres y Griffiths, una cuestión de vida o muerte para los palestinos. “Es imposible estar aquí y no tener el corazón roto, hay dos millones de personas pasando penurias, sin comida, sin medicinas… Necesitan todo para sobrevivir”, dijo Guterres, desde el paso fronterizo de Rafah.
Las condiciones de vida de los habitantes de Gaza cada vez son peores. Según la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH, por sus siglas en inglés), los hospitales están al borde del abismo y abarrotados de pacientes, que esperan recibir un tratamiento. “Nos preocupa que 9.000 pacientes con cáncer carezcan de atención adecuada debido a las condiciones en el único hospital de quimioterapia de Gaza”, señaló un comunicado.
Además, señalan que, desde el 7 de octubre, al menos el 30 % de todas las viviendas de la Franja de Gaza han sido destruidas, inhabitables o dañadas, según el Ministerio de Vivienda de Gaza.
Ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Griffiths dijo que en Gaza más de 3.000 personas han muerto, más de 12.500 están heridas, cientos de personas permanecen desaparecidas bajo los escombros y han no hay cálculos de cuántos se han trasladado del norte al sur para escapar del peligro.
“Calculamos que tal vez hasta un millón de personas hayan huido de sus hogares a otras partes de Gaza, pero no lo sabemos realmente”, afirmó.
Civiles que no tienen adónde ir porque los bombardeos llegan al norte y al sur. Las carencias crecen a medida que los misiles sobrevuelan Gaza. Los suministros esenciales, como alimentos, medicinas y agua también se agotan, mientras que cientos de camiones cargados con estas provisiones aguardan, a pocos kilómetros, de quienes más lo necesitan.
Por Patricio Peralta-France24