Desde hace 11 años, un presidente francés no viajaba a Brasil y su gira comenzó en la ciudad amazónica de Belém, donde se realizará la cumbre climática de la COP30 en 2025. Antes de eso, Macron viajó a la Guayana Francesa, que es el único territorio amazónico que tiene un país europeo. La gira fue del 25 al 28 de marzo.
Durante su viaje de tres días a Brasil, la agenda del presidente francés Emmanuel Macron estuvo marcada por el medio ambiente y las promesas financieras para respaldar la Amazonía. La gira comenzó en Belém, el lugar que acogerá en 2025 la cumbre climática que organiza la ONU.
Allí, el presidente galo y su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, prometieron mil millones de euros para la Amazonía de Brasil y de la Guayana Francesa. Sin embargo, el dinero no llegará de inmediato, pues será una inversión de cuatro años entre públicos y privados, como lo señaló un comunicado del Palacio del Elíseo.
Además, el acuerdo es claro en enfatizar que la financiación será para una transformación económica más que conservar la Amazonía. Francia, por ejemplo, insiste en la importancia de una bioeconomía con la que se pueda revertir la pérdida de biodiversidad en una de las selvas más importantes del mundo, a la vez que se avanza en proyectos económicos que le permitan a la población local obtener ingresos.
Eso incluye promover los mercados de carbono en esta selva, que son los bonos que pueden comprar empresas para compensar su contaminación. Ese dinero se invierte en frenar la deforestación y proteger los bosques.
Y Lula da Silva coincide con esa postura. “No queremos transformar la Amazonía en un santuario para la humanidad. Lo que queremos es compartir con el mundo la exploración e investigación de nuestra riqueza de biodiversidad”, señaló durante la visita a Belém.
Los mandatarios también fueron a la isla de Combú, donde Macron le otorgó la Legión de Honor al líder indígena brasileño del pueblo Kayapo, Raoni Metuktire. El máximo reconocimiento de Francia fue para el hombre que hace más de 30 años viajó por el mundo para advertir que la humanidad estaba destruyendo la Amazonía.
El líder indígena aprovechó la oportunidad para pedirle a Lula que frene el proyecto del tren Ferrogrão, un plan para construir 933 kilómetros de rieles entre la Amazonía y la sabana de los estados de Pará y Mato Grosso para transportar soja. Raoni teme que esto afecte uno de los pulmones verdes del mundo.
La reconciliación de Macron tras las tensiones con Bolsonaro
Esta visita llega después de duras tensiones con el antecesor de Lula. El punto más álgido con Jair Bolsonaro fue en 2019, un año después de que se quemara la mayor cantidad de kilómetros de la Amazonía brasileña desde que se tiene registro y justo en el momento en el que comenzaba otra vez la época de incendios forestales.
Macron habló de ecocidio y culpó al entonces presidente de Brasil de mentir por no cumplir sus compromisos frente al cambio climático. Bolsonaro respondió burlándose de su esposa Brigitte Macron en una publicación de Facebook, comentarios que el mandatario francés catalogó de extremadamente irrespetuosos. Y dijo textualmente que esperaba que pronto Brasil tuviera un presidente que se comportara a la altura.
En paralelo, Macron lideró la idea de que el G7 designara 20 millones de dólares para apagar los incendios en la Amazonía, pero Bolsonaro respondió que era una actitud colonialista, como lo señaló en la Asamblea General de la ONU de ese año.
Estos no fueron los únicos dineros congelados en tiempos de Bolsonaro. Noruega, Alemania y la estatal brasileña Petrobras dejaron de financiar el Fondo Amazonía desde 2018, según los reportes del organismo. Esto ocurrió justo antes de que comenzara la Presidencia de Jair Bolsonaro y solo reanudaron las donaciones desde finales de diciembre de 2022, cuando se sabía que Lula sería el presidente desde el 1 de enero de 2023.
Con ese fondo, Noruega ha destinado mucho más dinero a la Amazonía que Francia. El primer país ha entregado más de 1.200 millones de dólares al Fondo, mientras que las promesas de Macron, sin contar la de Belém, suman casi 230 millones de dólares. Y no solo para la Amazonía, sino para las selvas tropicales que incluyen las de África, aunque sus promesas han aumentado progresivamente.
Primero, habló de 20 millones en la cumbre del G7 que Francia lideró en Biarritz en 2019. Días después, en la Asamblea de la ONU, anunció 100 millones de dólares para cumplir seis objetivos en las selvas amazónicas y africanas, como preservar la biodiversidad y promover la economía sostenible.
En 2022, la Embajada de Francia en Colombia le aseguró a France 24 que ya habían invertido ese dinero, principalmente en la Amazonía. En 2023, en Gabón, Macron prometió 100 millones de euros, que son cerca de 108 millones de dólares, proteger los bosques del mundo y promover el mercado de los bonos de biodiversidad. Esto lo dijo en el One Forest Summit. A todo esto se suman los mil millones de euros que anunció desde Belém en Brasil.
Macron promovió combatir la minería ilegal en Guayana
Pero, ¿cuál es el interés de Francia en la Amazonía? Se debe a que es el único país europeo que tiene territorio amazónico y que comparte frontera con Brasil. Todo esto por la Guayana Francesa, su territorio de ultramar.
Con 25,3 millones de hectáreas, Francia es el cuarto país de la Unión Europea que tiene más bosques después de Suecia, Finlandia y España. Si bien gran parte está en su territorio metropolitano, más del 30% están en Guayana, con 8 millones de hectáreas. Eso incluye el Parque Amazónico de Guayana, el bosque más grande de Francia y de la Unión Europea.
Pero está amenazado por la minería ilegal. Dentro del parque encontraron, a inicios de 2024, 112 sitios ilegales de lavado de oro. Por esta práctica, se deforestaron 100 hectáreas de bosque dentro del parque. En ese contexto, durante su visita, Macron promovió el plan que ya existe para promover la minería sostenible en algunos sectores del territorio. “Lo que quiero que avancemos (…) en instalar un lavado de oro legal en ciertos lugares”, por ejemplo, sin utilizar mercurio, precisó el mandatario.
Así, Macron aprovechó su viaje por Guayana y por Brasil para hablar una vez más por la Amazonía. Y ahora prometiendo nuevos recursos.
Por María Clara Calle Aguirre-France24