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Preliminar de autopsia descartó que Benítez muriera por los golpes

Un paro cardíaco por posible exceso en el consumo de estupefacientes es la versión judicial entregada durante las últimas horas, de acuerdo a los primeros resultados de la autopsia al joven de 23 años fallecido en Yohasá.

José María Benítez tenía 23 años y murió el sábado a la madrugada momentos después que, según testigos, intentara agredir a su hermana en la chacra 112 de esta capital. Varias personas la socorrieron y redujeron al agresor hasta la intervención de efectivos de la seccional Sexta quienes lo arrastraron esposado cien metros hasta el patrullero al que lo subieron supuestamente a golpes. Segundos después murió en el mismo lugar.

Fuentes judiciales consultadas por PRIMERA EDICIÓN indicaron que el preliminar de autopsia habría descartado una muerte violenta como consecuencia de golpes y que todo apunta a que la víctima falleció debido a un paro cardiorrespiratorio por el exceso de consumo de sustancias alucinógenas e intoxicación alcohólica.

Si bien la investigación recién comienza, la muerte de José Benítez no habría sido consecuencia de sufrir una golpiza. Primeramente, la versión policial indicaba sobre una presunta agresión de los propios vecinos de la hermana del joven quienes acudieron en su defensa cuando el mismo pretendía ingresar por la fuerza a la propiedad y supuestamente para atacarla con un cuchillo.

De acuerdo a las fuentes consultadas todo se inició alrededor de las 1 del sábado cuando la víctima irrumpió, presuntamente alcoholizado y drogado, en la casa de su hermana de 44 años en el cruce de las calles 113 y 72 del barrio Yohasá.

Con un cuchillo de al menos veinte centímetros de largo habría intentado lastimar a su familiar, pero sus hijas lo evitaron, lo empujaron fuera de la propiedad y cerraron la puerta con llave.

Esto generó que José Benítez insista en ingresar a la propiedad, incluso logró romper un vidrio e intentó meter la mano para llegar a la cerradura. Así consiguió al menos introducir la mitad de su cuerpo entre las rejas de una ventana y sus gritos de amenazas y los de sus familiares pidiendo socorro movilizaron a los vecinos próximos.

En este contexto es que al menos cuatro intervinieron y lo sacaron de la abertura y forcejearon para que largara el cuchillo. En esa situación supuestamente hubo cruce de golpes, patadas y empujones hasta que lo redujeron en la cuneta frente a la vivienda a la espera de un patrullero.

Los primeros policías en la escena supuestamente llegaron a pie por dejar el móvil a una cuadra y cuando el joven los vio, comenzó a insultarlos e increparlos con golpes de todo tipo con el fin de evitar la detención.

Después de esta secuencia, vecinos que dialogaron con este Diario, único medio en recorrer la zona, aseguran que el muchacho fue golpeado por la policía y que eso derivó en su muerte.

La versión más cruel es acaso la de que supuestamente un policía le propinó una patada en la cabeza al muchacho que no paraba de gritar y resistirse para que no sea subido al patrullero. También apuntaron que se escucharon voces de otros vecinos que le pedían a los policías que pararan de pegarle y que lo redujeran de otra manera antes que dejara que Benítez se rindiera.

LIBERADOS. Los cuatro demorados que ayudaron a la hermana de Benítez.

Seguidamente los uniformados lo metieron a la camioneta, pero ya no se oían sus gritos y ya no mostraba signos de resistencia, posiblemente porque había perdido el conocimiento. Lo bajaron rápidamente a la calle adoquinada y comenzaron a intentar resucitarlo, pero fue en vano, porque su fallecimiento fue confirmado minutos después con paramédicos de la Red de Trasladados.

Cuatro vecinos fueron demorados en primera instancia y luego de que declararan como testigos, fueron liberados. La versión de que ellos habían golpeado al joven fue determinante para esta acción pero con el correr de las horas y al conocer el preliminar de autopsia, recuperaron la libertad cerca de la medianoche del mismo sábado.

La Policía Científica aún debe remitir informes de las pericias en el lugar, sobre todo de uno o varios teléfonos celulares secuestrados de vecinos quienes aseguran que en ellos hay evidencia respecto al accionar del personal policial.

La causa es tramitada en el Juzgado de Instrucción 1 a cargo del magistrado Marcelo Cardozo quien en breve contacto con este medio, confirmó que investigará todas las hipótesis que rodean al caso, pero inicialmente todo apunta a que la víctima murió por “sobredosis” y no como consecuencia de golpes, al menos los que tenía el cadáver serían superficiales.

Fuente: Primera Edición