Misiones Para Todos

“Primavera económica”: Los libertarianos terminan el año vendiendo humo

Como lo han explicado numerosxs analistas, las sociedades de control son instituciones que manipulan a los individuos para que sean útiles al sistema, más allá de sus objetivos explícitos. En estas sociedades, el control es el nombre que se le da a un nuevo poder omnímodo que reemplaza a las antiguas disciplinas de los sistemas cerrados. Gilles Deleuze esbozó una caracterización de las sociedades de control contemporáneas en 1990. Esta teoría es fundamental para actualizar los presupuestos teóricos y metodológicos de Michel Foucault sobre las “sociedades disciplinarias”. Bajo este esquema, la inseguridad en las calles, el narcotráfico y el terrorismo, son pretextos de un gobierno edificado sobre el miedo. Actualmente, el capitalismo de plataformas refuerza semejante modelo social. Basta con reparar en que la empresa de Big Data dependiente de la CIA ha sido bautizada Palantir. Tal es el nombre que, en su célebre saga literaria El Señor de los Anillos, J.R.R. Tolkien asignó al dispositivo utilizado por el Mago Saruman para tener en un puño a todas las comunidades de la Tierra Media. La denominación escogida por la meca de los espías del Gran País del Norte exime de mayores comentarios.

No hace falta abundar en demasiados fundamentos para advertir que buena parte de las sociedades occidentales hoy obedecen a ese patrón, y la nuestra no es una excepción. 

En estos días, el presidente argentino – definido por el politólogo Andrés Malamud como dogmático en el discurso y pragmático en la acción -, al que buena parte del espectro político opositor vaticinaba que sería incapaz de llegar a marzo, se apresta a conmemorar un primer año de gestión en plena euforia, compartida con su núcleo de seguidores más incondicionales.

Aun así, el relato optimista del oficialismo en torno a la marcha de la economía se opaca frente a los títulos principales que cada día despliegan diarios como Clarín, La Nación e Infobae, con una exultante descripción de logros que ignora alevosamente el cotidiano padecimiento de nuestro pueblo. Para quienes gustan de los números, aquí va una reseña correspondiente al mes de noviembre, sistematizada por el periodista Hugo Muleiro:

Títulos a favor del oficialismo:                    52,0 %                

Títulos desfavorables al oficialismo:           17,2 %

Títulos equidistantes/neutrales:                  30,1 %    

Títulos favorables a la oposición:                5,1 %

Títulos desfavorables a la oposición:         89,7 %

Títulos equidistantes/neutrales:                   5,1 %

Total de títulos de actualidad política

y económica:                                                621 

Favorables al oficialismo y

más desfavorables a la oposición:               62,6 %

Desfavorables al oficialismo y

más favorables a la oposición:                     13,8 % 

Equidistantes para unos y otros:                  23,5 % 

Si “para muestra basta un botón”, convengamos que hace tiempo que no se imponía en Argentina un relato tan eficaz y divorciado de nuestra vida diaria, cuya dura realidad se pondrá de manifiesto con especial rigor hacia las fiestas de fin de año. 

Pero “la verdad de la milanesa” es que toda ilusión de superávit fiscal remite a la expoliación de recursos públicos a los comedores comunitarios, al sector pasivo, etc., los cuales – para más dato – no se derivan a ninguna variante de Justicia Social u obra pública, sino al pago de una deuda odiosa contraída en nuestro nombre por un gobierno de facto, secuestrando, torturando, asesinando y apropiando bebés.

Un ideario global semejante acaba de darse cita en Buenos Aires durante las últimas horas, contando con invitados como Bolsonaro Jr., AbascalVerástegui y una delegación de trumpistas que dieron cátedra y compartieron estrategias sobre las guerras contra toda perspectiva anti sistémica.

La Conferencia de Acción Política Conservadora, además de servir de soporte del Partido Republicano en Estados Unidos, es una de las diversas asociaciones internacionales que comparten a la vez su credo capitalista y su cruzada en lo que ahora se ha dado en llamar “batalla cultural”, antes conocida como “defensa de los valores occidentales y cristianos”, o “Dios, familia y propiedad”, en su versión más trajinada. En todas sus variantes, las mujeres, las personas lgbtiq+, niñes y adolescentes – blancos en cuyo nombre se habla con aversión sexual -, jubiladxs, personas pobres o que padecen enfermedades de tratamiento costoso se ven afectadas. 

En el encuentro se abordaron, entre otros, temas tan fundamentales como la inconveniencia de que un libro infantil incluya la palabra “pija”, en un país sede donde dos de cada tres niñxs corren el riesgo de morirse de hambre. 

Invocan a un dios misericordioso pero sus “valores tradicionales” están puestos únicamente al servicio del mercado. Especulan con los pánicos morales y los explotan con el fin de demoler el acceso a los derechos básicos. Canalizan la frustración, indignación e incertidumbre capitalista con promesas de seguridad ancladas en una moralidad impuesta y la idealización de una supuesta tradición vetusta e inexistente.

La sintonía con el trumpismo les resulta fundamental y por eso esta CPAC conmemora un año de gobierno libertariano y celebra la victoria del magnate estadounidense como presidente y de Elon Musk como funcionario estrella. Se trata también de una demostración de fuerza para el resto de Nuestra América que no termina de alinearse con el mandato de la ultraderecha global.

Simultáneamente, para desgracia del Gobierno de la Ficha Limpia, detuvieron en Paraguay con más de 200 mil dólares – dinero presuntamente recibido del gobierno como pago por apoyar a la infame Ley Bases – al senador Edgardo Kueider, quien accediera al parlamento en nombre del peronismo, pero al poco tiempo pasara a diferenciarse desde un bloque propio, siendo designado por la Vicepresidenta como presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, y poco después convirtiéndose en favorito del presidente para ser designado como embajador en Uruguay. Al ser detenido por las autoridades guaraníes, el hombre se identificó como miembro de La Libertad Avanza. 

Mientras, en la vereda de enfrente del campamento libertariano, el debate sobre el rumbo del peronismo sigue desandándose en la provincia de Buenos Aires. Aunque ya no se libra a voz en cuello como sucedió en los últimos meses, desde hace algunas semanas y de manera más subterránea e implícita se tornan evidentes los gestos de acercamiento o alejamiento. Axel Kicillof explora una aproximación ordenadora al resto de los actores de Unión por la Patria, fundamentalmente a Cristina Kirchner, con quien el diálogo todavía no se destrabó. En cambio, con Sergio Massa mantiene una fluida relación. Peroese propósito aún no prende demasiado en La Cámpora. 

En tanto, luego de que la Confederación General del Trabajo (CGT) rechazara ir a un nuevo paro general contra las medidas del gobierno, los sectores más insumisos del sindicalismo decidieron avanzar a fondo y realizaron una movilización a Plaza de Mayo. La convocatoria se concibió como una“marcha federal” y reeditó una consigna de profusa circulación desde la asunción de La Libertad Avanza: “La patria no se vende”. Fueron de la partida las dos vertientes de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA-T y CTA-A), la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y gremios de la CGT, como así también la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), dirigida por Abel Furlán, y La Bancaria, encabezada por Sergio Palazzo. Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE, previamente se había reunido con más de 30 gremios estatales dispuestos a plegarse, definiendo un paro del sector que resultó de alto acatamiento, y declarando a los medios que con la supresión de la cobertura médica destinada a lxs jubiladxs el gobierno “decretó la Pena de Muerte en la Argentina”. 

En la ocasión, el titular de la CTA – A recordó que “a mediados del siglo pasado, y a principios de este siglo, el Estado fue capaz de recuperar un rol al servicio de las mayorías populares” que “Milei quiere destruir”. Ya casi sin voz y con la Casa de Gobierno a sus espaldas, Hugo “Cachorro” Godoy llamó a Milei “déspota” y agregó: “Es en base a la unidad, la solidaridad, la reivindicación de lo colectivo y la vigencia plena de los Derechos Humanos que superaremos las oscuridades de este tiempo, para alumbrar una perspectiva de esperanza y recuperación del patrimonio nacional y de los derechos de nuestro pueblo”. 

Conectando pasados con futuros, la multitudinaria protesta entroncó con la ya legendaria Marcha de la Resistencia convocada por las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. Al parecer, lentamente se va configurando una masa crítica indispuesta a dar ventaja a los ajustadores. 

Si conviniéramos que el año 1976 inauguró un rediseño estratégico de nuestro país, signado por la deuda odiosa, la fragmentación social, y su continuidad post 1983, habrá que anotar como un punto de inflexión sumamente auspicioso que durante los años 90 la organización de lxs desocupadxs interrumpiese un sentido común que lxs daba por descartadxs. Al virtuoso período kirchnerista – que, no obstante, se desentendió de construir poder popular organizado capaz de defender cada conquista tanto como de producir cambios estructurales -, lo sucedió un macrismo que corresponde interpretar como el “Primer Tiempo” del partido que está jugando La Libertad Avanza. Así, a Javier Gerardo Milei quizás corresponda concebirlo como resultado de una revancha de los jóvenes del Siglo XXI contra las políticas del Siglo XX, fenómeno que ha puesto en evidencia la ineficacia persuasiva de las viejas retóricas. 

Su intento de edificar una fuerza propia de alcance nacional encuentra a las organizaciones sociales más sólidas y solventes, pero también duelando un lastre estatalista y gestionario. De resultas que actualmente existe una amplia franja social en estado de disponibilidad hegemónica.

Aunque no todo es color de hormiga. En la periferia de las noticias emanadas desde las usinas de comunicación dominantes pueden detectarse movimientos tectónicos sumamente favorables al campo popular. Uno de ellos da cuenta del avance de la causa de genocidio contra pueblos originarios en la “Campaña del Desierto”: El juez Federal Daniel Rafecas acaba de considerar que la causa iniciada por Ivana Huenelaf en agosto de 2022 por los delitos contra las comunidades de la Patagonia con Avellaneda y Roca en el poder, debe ser tramitada en Neuquén. “Son veinte mil almas las que me acompañan”, sostiene la denunciante, exigiendo que el Estado responda por los crímenes cometidos. Con base en la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio de la Asamblea General de las Naciones Unidas y la Convención sobre la imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y de los crímenes de lesa humanidad (Ley 24584), aquella avanzada oligárquica configuró, según la denuncia, el delito de genocidio contra los pueblos preexistentes Mapuche, Tehuelche, Ranquel y Pampa al incluir fusilamientos, secuestros, sometimientos, torturas, vejámenes, violaciones y desapariciones de personas, entre ellas  madres, ancianos y ancianas, niños, niñas y adolescentesa partir de 1878, y cuyas consecuencias se extendieron durante más de un siglo hasta la actualidad en el territorio ancestral que a posteriori pasó a conformar el Estado argentino”. Siguiendo el texto de la demanda, “se trata de delitos de lesa humanidadcometidos en varios puntos del país que, si bien han tenido un asiento inicial territorial en las provincias de Buenos Aires, Rio Negro, La Pampa y Chubut, se extendieron a otras provincias atento a la conformación de campos de concentración y sometimiento en los que se ejecutaron hechos aberrantes cuya imprescriptibilidad es inherente a la calidad de los mismos”. Como se desprende de tal argumentación, si bregamos por el imperio de la Memoria, la Verdad y la Justicia, un efectivo cumplimiento de la consigna Nunca Más dependerá de revisar y castigar más de dos siglos de vejámenes.

Conocer y difundir dicha causa contribuye a que el campo popular abandone de una vez y para siempre el lugar de la víctima, retome las mejores promesas incumplidas del pasado, recupere la temeridad, y surfee airosamente el caos y la complejidad del contexto presente, ya que nos urge fundar prácticas instituyentes.

Desde el Acuífero Guaraní, descendiendo por nuestra Vía Navegable troncal, Canal de Magdalena, hasta Lago Escondido y más allá, Archipiélago del Atlántico Sur y Territorio Antártico, acaso la soberanía constituya el más amplio paraguas político capaz de aunar esfuerzos patrióticos en un momento tan difícil, en la medida en que no nos asomemos a la misma por el ojo de la cerradura exclusivamente territorial, y seamos capaces de extender su alcance hacia lo alimentario, lo cultural (habida cuenta de que soportamos el embate de un gobierno netamente colonial), y lo corpóreo (ya que nuestra propia humanidad hoy está comprometida como campo de batalla)

A todo esto, en la imperdible mini serie Argentina’78 – curiosamente estrenada en la plataforma Disney + -, la periodista Miriam Lewin, ex detenida – desaparecida en la ESMA, refiere una estremecedora vivencia que acaso sirva como metáfora del momento actual. Relata que, en medio de aquella euforia mundialista, un Grupo de Tareas trasladó a algunxs secuestradxs a una céntrica pizzería porteña para que experimentaran en carne propia el impacto de una circunstancia que parecía oxigenar a los genocidas. Poco después, producto de la fallida aventura del gobierno de facto en el Atlántico Sur y del impacto internacional de las denuncias por violaciones a los DDHH, esa era de oscurantismo llegó a su fin. Como resulta evidente, la continuidad y profundización actual del ideario socio económico de los golpistas ha pregnado a una franja de compatriotas que, aún castigadxs por las políticas oficiales, continúa sosteniendo argumentos tales como que el gobierno anterior regalaba todo y que las cuentas públicas deben ordenarse, emulando desde esa subjetividad la condición de rehenes de lxs secuestradxs que mencionaba Lewin. Pero la culminación de su terrible relato también confirma que “la mentira tiene patas cortas”, y que – más temprano que tarde – los pueblos siempre gestan su “claro día de justicia”.

De manera que, como reza una voz popular, “hasta el camino más largo comienza con un primer paso”. 

Por Jorge Falcone-La Gomera de David